Real Madrid dirimirá la Liga de Campeones con Juventus

Una final de antología

Sellados y valorados los méritos de los semifinalistas que han quedado en el camino, se revela evidente que con Real Madrid y Juventus la versión 2017 de la Champions League ofrece a dos grandes aspirantes con todo en su lugar. Será en Cardiff, el 3 de junio próximo.

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Sufrió. El grito de desahogo de todo el Real tras el gol de Isco es una clara muestra de lo que padeció en el primer tiempo contra el Aleti. Foto: DPA

 

Redacción de El Litoral

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Télam

Real Madrid, defensor del título, pese a perder ayer el clásico de Madrid frente a Atlético del entrenador argentino Diego Simeone por 2-1, de visitante, jugará la final de la Liga de Campeones de Europa con Juventus de Italia, el 3 de junio en Cardiff, Gales. Es que el conjunto que dirige el francés Zinedine Zidane hizo valer el 3-0 conseguido en la semifinal de ida en el estadio Santiago Bernabeu, con los tres tantos del portugués Cristiano Ronaldo, el goleador histórico del torneo con 104 conquistas en 143 partidos.

El equipo del Cholo Simeone acarició la hazaña ya que se puso 2-0 rápidamente con los goles de Saúl y el francés Antoine Griezmann, de tiro penal, a los 12 y 16 minutos del primer tiempo, respectivamente. Sin embargo, una inexplicable desatención defensiva de Atlético en el final del mismo período, derivó en el tanto de Isco, a los 42 minutos. Real Madrid, con el 1-2, se acomodó mejor en el estadio Vicente Calderón y en la segunda etapa manejó con tranquilidad el partido.

Los finalistas tienen sus merecimientos, pero sería injusto omitir los méritos de Mónaco y Atlético de Madrid, que por caminos diferentes pero con idéntico grado de pericia llegaron a una instancia que, por ejemplo, fue hostil a dos colosos como Barcelona y Bayern Munich. (Nota al margen: aun cuando ambos encontraron el mismo tope, los catalanes de Messi y compañía se despidieron en clave descolorida y en cambio los teutones dieron la cara en el Bernabeu y les cabe el atenuante de haber padecido un arbitraje escandaloso). Mónaco y el Aleti dejaron una huella positiva: los del principado por su atrevimiento, su catarata de goles y por haber alumbrado una genuina joya como el chiquilín Kylian Mbappe y los del Cholo Simeone por haber mantenido la estructura, el oficio y el corazón, insuficientes para llegar a Cardiff pero no para despedirse victoriosos de su tradicional estadio, Vicente Calderón, que pronto será un emotivo recuerdo.

El dueño de la legendaria “orejona” será un equipazo, por lo pronto, en los términos que más cuentan para perfilar el quién es quién en un deporte colectivo. El Madrid es una máquina de variantes ofensivas y contundencia, sin que eso implique que se olvide de defender y la Juve es una máquina de defender sin que eso implique que se olvide de atacar. Más rocosos y parejos, los italianos; más espasmódicos y a la vez más creativos los españoles, no se avizora un favorito claro y no sólo por los obvios argumentos de que por algo llegaron a la final y que en 90 o 120 minutos todo puede suceder. A los dos, les sobra crédito en los estándares colectivos y en estrellas consolidadas en las altas cumbres, los dos están cerca de ganar sus respectivas ligas y los dos portan camisetas pesadas y copiosos anhelos de gloria. Es cierto que en materia de Champions el Madrid viene más dulce, pero querrá llevarse la copa para establecer el hito de dos temporadas consecutivas y alejarse aún más en la tabla de ganadores históricos.