Cepo al campo

El arroz desnuda el cepo estructural de todas las economías regionales. En la medida que no se implementen reformas de fondo, el “supermercado del mundo” irá quedando cada vez más lejos.

Federico Aguer

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El retroceso del arroz en la costa santafesina esconde cuestiones de fondo que se replican de manera similar en otras economías regionales: los productores siguen trabajando a pérdida. En nuestra provincia, en los últimos cuatro años el área sembrada se redujo a la mitad, los costos se dispararon, y el precio -sujeto a cuestiones de mercado- no alcanza para cubrir el piso de la producción.

Esto se replica en toda la cuenca. Para Daniel Filigoy, de la Asociación Correntina, “cada vez hay menos productores, cada vez hay menos arroz, y ya hay problemas de desabastecimiento”. El productor le denunció a Campolitoral que hoy estamos pagando la falta total de inversión en infraestructura durante décadas. “No tenemos ferrocarril, con el que podríamos ir al puerto directo desde la Mesopotamia”, se quejó. Según explicó, la falta de competitividad se refleja en tasas caras, costos tributarios caros, costos laborales caros, burocracias caras (una telaraña de reglamentaciones difíciles de cumplir). Además, la inflación causó un deterioro en el tipo de cambio. “Este año terminamos con el mismo cambio de hace dos años, con una inflación del 60 % en dos años y el precio que está igual”.

En la provincia del norte, lo mismo pasa con los citrus y las lanas. Corrientes exporta el 95 % de su producción lanera, el 66 % del arroz y el 60 de las frutas. “A mayor grado de apertura del producto más se complica para el productor”, se sincera. Paradójicamente, admite que “nos están esperando; y podríamos ser competitivos porque nuestro arroz es de alta calidad para los mercados del mundo”. Y admite que tranqueras adentro somos “bastante eficientes”, pero al salir a competir, todo nos juega en contra. Hasta tanto se concrete una reforma fiscal de fondo, ellos piden un tratamiento similar al de los sojeros del Plan Belgrano: reintegro por flete a puerto.

En Santa Fe, la introducción del arroz colorado fue un golpe fatal. Hasta tanto no se lancen nuevos herbicidas al mercado (en dos o tres años), la plaga seguirá haciendo retroceder al cultivo y su círculo virtuoso. Un cepo difícil de romper.