Concurre al colegio Nuestra Señora de Guadalupe

La escuela no evalúa sancionar a la alumna que hizo la amenaza de bomba

  • La menor permanece en su casa bajo la responsabilidad de un adulto, por indicación del Juzgado de Menores. Mañana será indagada. Ayer, hubo cuatro amenazas en distintas escuelas privadas.
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Todos afuera. Según la directora de la escuela, la evacuación fue prolija y ordenada, a pesar de que el colegio está ubicado en pleno microcentro de la ciudad.

Foto: Archivo El Litoral

 

Redacción de El Litoral

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Una travesura. Fue una picardía de una adolescente que no midió las consecuencias de sus actos, pero ahora está sospechada de ser la autora del delito de intimidación pública. Ayer, una alumna del 4º año de la escuela Nuestra Señora de Guadalupe -calle 9 de Julio al 2500- fue detenida por policías de la Unidad Regional 1º, tras una llamada al 911 en la que se advertía sobre la presencia de un artefacto explosivo en el interior de la institución.

Tras la evacuación y requisa del edificio céntrico, sobre el mediodía, la policía secuestró el teléfono que sería de la joven y desde donde se habría hecho la llamada al servicio de emergencias. La causa está a cargo del juez de menores Estanislao Surraco.

Éste fue el cuarto caso de ayer —ver dato— en distintos colegios privados de la ciudad, una jornada notablemente alterada para alumnos y las respectivas comunidades educativas.

Esta mañana, en diálogo con El Litoral, la directora del colegio secundario Nuestra Señora de Guadalupe, Mónica Mokdasy, lamentó lo sucedido y comentó cómo está viviendo la institución las consecuencias del episodio. Sobre la alumna, dijo que “todavía” no evalúan aplicarle una sanción.

Al momento de la evacuación, en el colegio había unas 450 alumnas, entre los niveles de primaria y secundaria, lo que significó una movida considerable en pleno microcentro.

“Es un gran dolor todo lo que sucedió. Estamos en contacto permanente con la familia, están afectados por lo que pasó. Nosotros actuamos según lo que indica la supervisión y el Ministerio de Educación. También estamos esperando que tenga la audiencia con el juez, no podemos decir más”, expresó la directora.

Sobre el comportamiento de la alumna dentro de la institución, aseguró que no tenía antecedentes de mala conducta o sanciones previas. “Son alumnos y nos sorprende que no evalúen la magnitud de lo que hacen, sobre todo porque son jóvenes que dentro de poco van a salir a la sociedad a trabajar y demás”, consideró Mokdasy, y agregó que “para ellos es una broma y a veces, no toman noción de lo que hacen”.

De ahora en adelante, puertas adentro, queda revisar por parte de la institución lo que ocurrió y cómo sobreponerse. “Trabajaremos con las alumnas para repasar los errores y corregirlos, en eso la familia es una parte fundamental. Hoy, se percibe un malestar por la causa que ocasionó esto, incomodidad, porque saben que pasó algo que no debe pasar”, remarcó la directora.

Sobre el abordaje del caso, Mónica Mokdasy pidió prudencia a los medios de comunicación: “Se dicen muchas cosas, muy feas y a veces no se dan una idea el daño que causan a la institución. Trabajamos con responsabilidad, cuidando a las alumnas desde que ingresan. Nos da bronca cuando desde los medios se dicen cosas que no son ciertas y dañan”.

En la Justicia

Hasta acá, la Justicia ordenó que la alumna permanezca en su casa, pero mañana deberá enfrentarse con el magistrado a cargo y brindar detalles de cómo ocurrieron los hechos. Es que según las fuentes judiciales consultadas por El Litoral, hay elementos suficientes como para continuar la causa por el delito de intimidación pública.

“Es un delito excarcelable, contempla una pena que va de los dos a los seis años de prisión. Es decir que podrá continuar el proceso con ella en libertad. En ese sentido, se evaluará ordenar un abordaje interdisciplinario para trabajar con la menor, que se haga un seguimiento. Puede considerarse la posibilidad de ordenar trabajo comunitario, para ver si se encauza el accionar”, señalaron.

Asimismo, aclararon que la menor no cumple un arresto domiciliario ya que para eso debe haber una custodia permanente, mientras que ahora, personal policial “controla esporádicamente que la menor esté en su casa”.

“Los directivos de las escuelas pueden sancionar”

En declaraciones al programa CyD Noticias, Claudia Balagué, ministra de Educación, advirtió que las amenazas de bomba “destruyen el normal funcionamiento de las escuelas” y dijo que los directivos tienen herramientas para sancionar.

“Los alumnos lo toman como una broma o un tema liviano, pero las amenazas de bomba son una cuestión seria y grave, que moviliza a las fuerzas de seguridad y origina causas penales. Por eso, tenemos que lograr que se comprenda en la escuela que se trata de un delito”, insistió la ministra.

Balagué aseguró que desde el ministerio se alienta a que los alumnos involucrados sean sancionados con propuestas que impliquen una reparación del daño. También remarcó la importancia de los Consejos de Convivencia Escolar para tratar estos temas y dijo que el ministerio está abierto a convocar especialistas que ayuden a entender a los alumnos la gravedad de estas amenazas, en un país que tiene antecedentes serios y muy traumáticos de atentados con bombas. “Hay que evitar que esto suceda y, para lograrlo, es importante trabajarlo en el aula y también el diálogo de los chicos con sus padres”, concluyó la ministra.

 

Otros casos

Ayer, las amenazas de bombas comenzaron temprano en la escuela Inmaculada Concepción de calle San Martín, frente a la plaza 25 de Mayo. Luego, le tocó a la escuela Nuestra Señora del Calvario, en Urquiza y Suipacha. El tercer caso fue en el colegio La Salle Jobson, de Ituzaingó y Sarmiento en barrio Candioti. La última amenaza fue la Escuela Nuestra Señora de Guadalupe, de 9 de Julio. Hasta ahora sólo arrojó resultados la investigación de este último caso.