Crimen en Santo Tomé

Morir con las botas puestas

  • El fallecido (un hombre de 36 años) llevaba una pistola calibre 9 mm en su axila. Y entre sus ropas guardaba 50 proyectiles del mismo calibre.
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Tomas Lubary al 3400. La zona donde ocurrió el fatídico incidente.

Foto: Guillermo Di Salvatore

 

Danilo Chiapello

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Un balazo en la cabeza terminó con la vida de David Gudiño.

El nombrado tenía 36 años y vivía en la zona de Tomás Lubary al 3400, en barrio Adelina, de Santo Tomé.

La jornada de la víspera fue particularmente violenta para Gudiño, que se vio envuelto en dos incidentes y que, de algún modo, fueron la antesala de su trágico fin.

* El primero de los hechos se desarrolló durante la tarde en la zona de 13 de Diciembre y Tomás Lubary. Allí, Gudiño se vio envuelto en un episodio armado del que resultó con varias heridas (perdigonadas) en sus piernas.

Tras este altercado, una ambulancia llegó al lugar pero el mencionado se negó a ser asistido. En dicha circunstancia personal policial entrevistó al herido pero éste se negó a hacer la denuncia, como así a brindar mayores datos sobre lo ocurrido.

* Pero ya en horas de la noche, minutos antes de las 22, la policía volvió a tener noticias sobre un violento hecho acontecido en la zona de Tomás Lubary al 3400.

Los primeros uniformados que arribaron al sector observaron que, tendido en medio de la calle, yacía un hombre gravemente herido.

El infortunado era Gudiño. Tenía el rostro bañado en sangre como consecuencia de un balazo que le había atravesado la cabeza.

Los oficiales actuantes notaron además que junto al cuerpo, a la altura de la axila, había una pistola calibre 9 mm, sin numeración.

Otra vez una unidad sanitaria acudió en su auxilio y, ahora sí, el personal lo cargó y trasladó hasta el hospital José M. Cullen donde arribó en condición desesperante.

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Los médicos que lo recibieron dejaron sentado en su informe que el hombre tenía un impacto de bala en cráneo, región tempo-oxipital, con orificio de entrada y salida.

Tras la intervención de los profesionales Gudiño quedó internado en observación donde agonizó hasta pasada la medianoche cuando se produjo su fallecimiento.

Es de hacer notar que de entre las ropas de Gudiño los pesquisas secuestraron cincuenta municiones de cartuchos 9 mm, además de un teléfono celular.

* A todo esto, los agentes de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI) ya se encontraban realizando sus labores en la escena del suceso.

En este sentido, se entrevistaron con algunos vecinos, los que señalaron que momentos antes del hallazgo del cuerpo, en la zona se habían escuchado varias detonaciones de arma de fuego. Incluso agregaron que algunos proyectiles habían impactado contra el frente de unas viviendas.