Carlos Aguirre recibe a María Silva

El canto convoca en el segundo encuentro del Ciclo de Dúos

Redacción de El Litoral

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Cada nuevo ritual del Ciclo de Dúos en el auditorio de ATE, es una celebración del encuentro, la comunicación y la belleza. Y es, sobre todo, una potente invitación a la escucha atenta que posibilita la conexión esencial, con la música como vehículo divino. Este viernes, a las 21, en el auditorio de San Luis 2854, habrá otra ocasión de compartir este ritual, cuando el compositor, pianista y multiinstrumentista Carlos “Negro” Aguirre se reencuentre en un escenario con la cantora María Silva.

Hace ya algunas décadas, Carlos y María se conocieron compartiendo música, cuando Aguirre integraba como pianista el grupo que acompañaba a esta cantora paranaense en distintos escenarios de la región y el país, donde Silva desplegaba su particular fuerza interpretativa al servicio de la música argentina.

Tras largos años en los que cada uno siguió su camino artístico vinculado a las músicas de este lado del mundo, y compartiendo el paisaje cultural del Litoral donde habitan, ahora crearán juntos un repertorio especial para este segundo concierto del Ciclo 2017.

María Silva, cantora

María Silva comenzó su carrera artística desde muy niña en una radio de Paraná, y desde ese entonces siguió vinculada hasta ahora con el canto.

Muchos escenarios la vieron actuar. Mucha gente la escuchó cantar. Fueron patios de escuela, clubes, radios, calles a inaugurar, plazas, espejos de ríos, teatros, anfiteatros, canales de televisión y escenarios “mayores”, entre otros, los que le sirvieron para depurar su técnica de comunicación y entrega con el público.

En 1984 ganó el Pre-Cosquín -con el mejor puntaje en muchos años- y comenzó a realizar presentaciones en diferentes lugares del país y una pequeña incursión por tierras brasileñas.

En 1992, luego de una selección en el teatro Presidente Alvear, salió finalista del concurso que organizara la Municipalidad de Buenos Aires, donde obtuvo -como parte del premio- la posibilidad de participar del Festival Oeste del Canto Popular, junto a Juan Carlos Baglietto y León Gieco, entre otros.

Fue invitada especial al Festival Mundial de Folclore de Mongullon, Francia, como única representante del país, aunque no logró asistir por falta del apoyo oficial prometido.

Ha recorrido los diferentes escenarios de la provincia que la vio nacer, Entre Ríos, y del país, con singular acercamiento y comunicación, lo que le ha conferido un bien ganado reconocimiento del público.

Tiene en su haber actuaciones junto a artistas como Dino Saluzzi, Armando Tejada Gómez, Los Andariegos, Jaime Lima Quintana, Antonio Tarragó Ros, César Isella, Los Tucu Tucu, Aníbal Sampayo, Ramón Ayala, Carlos Pino, Moncho Mierez, Juan Falú, Litto Nebbia, Jorge Fandermole, Raúl Carnota, etc., en recitales compartidos.

En abril de 2004 concretó, con producción del sello Pretal, su segundo trabajo discográfico: “Cantora” (y primero como solista en su totalidad), acompañada por el guitarrista Sito Lacombe y músicos invitados, con un repertorio que contiene mayormente música del Litoral.

A finales de ese año fue postulada para los premios El Ciudadano, por su brillante labor en el área cultural de Paraná.

Ya en 2005 y a razón de la calidad interpretativa de su último trabajo, fue ternada para los premios Gardel, en el rubro Mejor Cantante femenina de Folclore.

Ese mismo año fue convocada por el compositor Jorge Mocker, para llevar la voz cantante de su obra: “Cantata, hijos de la tierra”, con textos de Gabriel Moguilner.

El 2007 la encontró envuelta en variados proyectos, y comenzó con la grabación -junto a Jorge Mocker- de la cantata “La verdadera historia de Margarita Belén”. Continuó con propuestas musicales y teatrales: “Doña Rosita, la soltera” de Federico García Lorca, y el musical “Bob, el debutante”, de los dramaturgos entrerrianos Daniel González Rebolledo y Gastón Destri.

También participó del disco “Declaración” del músico y compositor Daniel Rochi, con letras de Rudy Astudilla.

En etapas más recientes, la han acompañado los guitarristas gualeyos Alejandro Bravo y Juan Martín Caraballo, y los músicos Alfredo Arce (aerófonos) y Diego Sánchez en percusión, quienes han logrado comunicarse fluidamente con la particular sensibilidad de la cantora.