Pusieron en marcha OJO

Nueva central de información para combatir la delincuencia

Funciona en un subsuelo de la sede de la gobernación de Rosario. Allí, trabajarán en turnos rotativos durante las 24 horas unos 150 policías y analistas para centralizar la información de seguridad de toda la provincia.

Germán de los Santos

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Corresponsalía Rosario

OJO es el nombre que eligieron en el Ministerio de Seguridad para llamar a la nueva central de información criminal que funcionará en un subsuelo de la sede de la Gobernación de Rosario, donde se invirtieron unos 100 millones de pesos en equipamiento tecnológico y para construir el lugar donde trabajarán las 24 horas, en turnos rotativos, unos 150 operadores civiles y policías administrativos con distintos roles.

En ese subsuelo, que estaba abandonado hasta hace poco más de un año, se centralizará la información criminal de las 19 unidades regionales de la provincia y sobre la base de programas informáticos se intentará tejer predicciones para la prevención del delito.

“Es un paso adelante en el control político de la policía”, señaló Maximiliano Pullaro, ministro de Seguridad, en una recorrida por la central antes de la inauguración formal que se concretó con la presencia del gobernador Miguel Lifschitz el viernes.

Sobre la base del monitoreo de estos datos objetivos está previsto que se confeccionen las estrategias de seguridad pública. Este esquema demarca un nuevo capítulo, que apunta a un control civil, a través de la tecnología, de los 23 mil efectivos que hay en la provincia.

Son tres áreas que conviven en esa especie de búnker donde hace décadas funcionaba el archivo de la policía. Ese lugar es otro ahora: tiene autonomía de energía y agua para una semana. En ese lugar, conviven la Central de Análisis Temático (CAT), integrada por analistas técnicos del Ministerio de Seguridad; la Central de Información Criminal Operativa (Cico), que se trata de un nuevo destino policial conformado por el Gabinete de Análisis Criminal y el Centro de Comando y Control Operativo; y la Sala i2, al servicio de las investigaciones efectuadas por el Ministerio Público de la Acusación.

En qué consiste

OJO aborda por un lado el análisis permanente y en tiempo real de los mapas delictivos e indicadores de violencia a nivel provincial; y por otro, el ordenamiento y orientación “inteligente” de la actividad policial, con foco en la estrategia de prevención a través del Plan de Prevención Policial del Delito Urbano por Capas (P3DUC)/Plan de Cuadrículas, implementado en las grandes ciudades de la provincia.

Desde que la gestión del Frente Progresista llegó a la Casa Gris primero subestimó el problema incipiente de la violencia urbana, que supuraba a partir del derrame de droga barata en los barrios donde se conformaron bandas a la sombra de la policía. Pero luego los ensayos para enfrentar el problema no dieron resultados positivos.

La escasa información criminal objetiva y el control operativo de la policía fueron dos puntos clave en este escenario. La llegada del ex gendarme José Ricardo Spadaro, quien creó una oficina para generar datos propios, y procesar y depurar la información de las fuerzas de seguridad, dio el puntapié para remover el histórico enfoque sobre el problema.

Nuevas herramientas

Luego, Pullaro se focalizó en estas nuevas herramientas de análisis criminal con el uso de tecnología para no sólo modernizar a la policía sino buscar una optimización de los recursos y de la estrategia criminal. A la par y como complemento de este nuevo sistema de trabajo aparecen la adquisición de los patrulleros inteligentes y la creación de las estaciones de policía en los distritos que reemplazarán a las comisarías.

Estos móviles policiales van a estar dotados de lector de huellas y de patentes, y van a estar conectados a la base prontuarial. Cada patrullero va a tener una pantalla táctil conectada al sistema para enviar y recibir información.

Lo que se busca es que de acuerdo con la cantidad de hechos registrados se puede conocer en qué zonas y en qué horarios se producen las mayores frecuencias delictivas. Y así asignar racionalmente los recursos, de acuerdo con información de calidad y certeza, en razón de lo que se sepa que pasa en cada una de las 86 cuadrículas en las que se divide Rosario según el plan de seguridad.

“Lo que viene ahora es la unificación de los recursos humanos en una misma central que sistematizará los datos delictuales que vienen de la calle para guiar los operativos”, dijo Eduardo Estévez, secretario de Articulación de Procesos de la provincia.

 

Los móviles policiales van a estar dotados de lector de huellas y de patentes, y van a estar conectados a la base prontuarial. Cada patrullero va a tener una pantalla táctil conectada al sistema para enviar y recibir información.