llegan cartas

Ciudad inclusiva

MARIO SCHEYER

[email protected]

En esquinas de la ciudad, he visto que se destinan nuevos espacios cerrados para vehículos, pintados y amojonados con vivos colores, sin un fin definido. En cambio, yo quisiera que vean y registren los zanjones que han dejado en Lisandro de la Torre y San Jerónimo. ¿Cómo hace una persona mi-nusválida para cruzar calle San Jerónimo?, y esto es sólo un ejemplo que se repite en el 99% de las esquinas de la ciudad (calles Salta y 25 de Mayo, San Jerónimo, 9 de Julio, 4 de Enero, etc., etc.).

Asimismo, las paradas de ómnibus, por ejemplo frente a la Plaza del Soldado, están diseñadas sin contemplar a las personas discapacitadas. Ahí se podría elevar la vereda para que una persona con dificultades motrices pueda acceder al transporte público, en un mismo nivel, sin dificultades. Es dable destacar que funcionan los coches destinados para discapacitados, pero esa elevación podría compensar otras complicaciones para todos, como ciudad inclusiva.

En otras localidades hacen, en una misma esquina, amplias rampas útiles para las dos direcciones. En la ciudad de Mendoza, construyen puentes sobre las acequias, con pendientes suaves, que un discapacitado puede traspasar con su propia silla de ruedas, sin problemas.

Desde ya agradezco al diario el espacio que me brinda para expresar estas proposiciones.