XXV Congreso AAPRESID

La vuelta a lo sustentable

Kairós, el tradicional evento de los productores de Siembra directa, puso primera junto al VII Congreso Mundial de Agricultura de Conservación en Rosario. Apostar a producir mejor para alimentar al mundo sin dañar nuestros suelos, fue la consigna común.

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“El cambio climático ha sido un gran impulsor de la Agricultura de Conservación”, sostuvieron los representantes del mundo que llgaron a Rosario para analizar esta situación.

Fotos: Gentileza

 

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El XXV Congreso de Aapresid y el VII Congreso Mundial de Agricultura de Conservación ya están en marcha. El acto inaugural contó, por primera vez, con dos ministros nacionales, Ricardo Buryaile y Sergio Bergman, el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz y la intendenta de Rosario, Mónica Fein y reunió a una buena cantidad de figuras políticas en plena campaña. Los discursos celebraron la visión innovadora de Aapresid y coincidieron en destacar la necesidad de apostar a prácticas agrícolas sustentables.

“El Tiempo de los Nativos Sustentables”, junto al 7º Congreso Mundial de Agricultura de Conservación, quedó inaugurado este martes en el Centro de Convenciones Metropolitano, de Rosario, con una masiva concurrencia de asistentes y una nutrida presencia de figuras políticas en plena campaña electoral. El presidente de la entidad organizadora, Pedro Vigneau, -encargado del discurso inicial- destacó la presencia, por primera vez en los 25 años del congreso, de dos ministros nacionales. La referencia era a los titulares de las carteras de Agroindustria, Ricardo Buryaile; y de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Sergio Bergman.

Junto a ellos, también estuvieron sobre el escenario el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz; la intendenta de Rosario, Mónica Fein; la Coordinadora de Políticas Sustentables de la Nación y presidente honoraria de Aapresid, María Beatriz “Pilu” Giraudo; y el representante regional de FAO para América Latina y el Caribe, Julio Berdegue.

Escuchar y aprender

Vigneau se refirió al lema de esta edición del congreso: Kairós, al que definió como la calidad del tiempo que vivimos. “Este es un tiempo distinto, y las decisiones que tomemos impactarán en las próximas generaciones”, dijo, y enumeró los desafíos por delante y el rol que le cabe a cada uno.

“Son necesarios nuevos planteos en biodiversidad, cuidar las tecnologías que disponemos, usar mejor los refugios, y trabajar juntos los productores con las compañías”, mencionó. También propuso mejorar desde lo comunicacional trabajando en redes y dijo que hitos en el llamado a cuidar el medioambientes como los 17 puntos de Naciones Unidas, la encíclica papal o el acuerdo de París tienen que llamar a la reflexión sobre las decisiones que tomamos.

“Hay que hablar con el corazón pero con validez científica”, acotó. Tras mencionar a la agricultura digital, la biorobótica, la nanotecnología, o la big data como “disrupciones que vienen y para las que tenemos que estar preparados”, dijo que cada vez será más necesario “contar con herramientas para la acción, escuchar más y repreguntarnos si lo que venimos haciendo es correcto”. Por último, afirmó que para hacer realidad el “sueño común de convertirnos en el supermercado del mundo” es necesario aunar esfuerzos entre distintos sectores para ver cómo se consigue de la mejor forma. “Necesitamos encontrarnos para desarrollarnos, aprender del pasado y no enfocarnos en él”, dijo, y destacó la presencia de referentes mundiales de la agricultura de conservación, convocados por el Séptimo Congreso Mundial.

Una obligación moral

A su turno, María Beatriz “Pilu” Giraudo tomó la palabra en representación del titular de la Confederación de Asociaciones Americanas para una Agricultura Sustentable (CAAPAS), Miguel Carballal. “Los sistemas de producción desarrollados en América, ameritaban que el continente vuelva a ser por segunda vez consecutiva sede de un congreso mundial como el que se desarrolla hoy acá en Rosario”, valoró, y concluyó: “Estamos en constante innovación porque es la solución para lo que el mundo demanda. En Sudamérica tenemos el mayor desarrollo y compromiso junto al resto de la red global de la siembra directa. Desde aquí, Queremos hacer un gran aporte al mundo”.

Por su parte, el representante regional de FAO para América Latina y el Caribe, Julio Berdegué, aseguró que “nuestra generación tiene la obligación moral y la necesidad imperiosa de construir la agricultura que alimentará al mundo”. Recordó que hay 800 millones de personas que no tienen comida para vivir una vida sana y que es necesario un aporte importante al respecto.

Por último, dijo que la tarea de la FAO es construir soluciones viables y fiables y que, en ese sentido, la Agricultura de Conservación es un ingrediente central. “Recuperamos principios básicos de la agricultura tradicional; la conservación logra incrementar la eficiencia económica de la agricultura con más producción y mayor conservación de los suelos. Esa es la agricultura del futuro”, afirmó.

El apoyo político

La intendenta de Rosario, Mónica Fein, valoró el hecho de que Aapresid elija a la ciudad para realizar su congreso año tras año porque “es un orgullo ser sede de esta red de conocimiento compartido que contribuye a la seguridad alimentaria”. La mandataria dijo que es necesaria una visión de los productores y miembros de la cadena de valor que vea más allá de los commodities y remarcó que recién ahora aparecen en Rosario indicadores de facturación económica que muestran una recuperación económica.

“Esperamos que esto sea un punto de inflexión de la crisis. Hay que esperar a ver si estamos en el inicio de una fase expansiva”, señaló. Fein aseguró que junto al gobierno provincial entienden que Rosario y su región deben potenciarse como polo agroindustrial, como un centro de las principales instituciones representantes de este sector.

Por su parte, el gobernador Miguel Lifschitz consideró que Aapresid “marca agenda del presente y del futuro de la agricultura, que es también la de este país porque es una actividad económica y social fundamental”. Dijo que la labor de hombres comprometidos con la innovación como los pioneros de Aapresid fueron los que “apostaron a un cambio de paradigma que fue ganando terreno y convirtió a la Argentina en los más avanzados en la aplicación de tecnología destinada a la producción sustentable, a la agricultura de conservación, a la técnica de la siembra directa. La agricultura de conservación es una mirada de futuro pero recoge la historia de la agricultura en sus orígenes, cuando temían a la naturaleza y eran cuidadosos de lo que ocurría en el ámbito de sus cultivos”, precisó.

La ciencia y el campo

El mandatario provincial celebró que, tras un siglo XX donde el auge del desarrollo de la ciencia y la tecnología de la mano de la expansión de la economía hicieron perder el respeto a la naturaleza, “ahora se aprende del error y se buscan puntos de equilibrio, mecanismos de producción que no alteren significativamente el ecosistema”.

Lifschitz dijo que hay que potenciar lo que nos da la naturaleza. El desafío es pensar que necesitaremos más alimentos, más energías limpias, y más elementos para el desarrollo de la industria, y que eso surge de la agricultura. “No solo se trata de alimentar a la humanidad sino de proveer insumos para la industria y cuidar también a las personas, a los productores, los profesionales, las entidades, y las comunidades de ese entramado productivo que constituye un ecosistema social. La agricultura de conservación es una innovación que introduce en el mundo del capitalismo moderno (con empresas que se rigen por la maximización de la rentabilidad) pero incorpora la visión del equilibrio ambiental y social como otra variable”, afirmó.

Por último, el gobernador reflexionó que eso tiene que ver con el interés general y la preservación de los recursos y que constituye un pensamiento integral, una mirada ambiental de sustentabilidad. “Esos valores son trasladables para el resto de la actividad económica, son un buen modelo”, dijo, y finalizó con un llamado a integrar el crecimiento económico y las condiciones de vida “pero con respeto al medioambiente y que el crecimiento llegue a todos los sectores”.

Supermercadistas

Tras el discurso de Lifschitz, tomó la palabra el rabino Sergio Bergman quien al hablar de las prácticas agrícolas con eje en el cuidado ambiental y respeto por el suelo, dijo que es algo que hacían nuestros ancestros y que encierran una sabiduría. “Necesitamos academia y ciencia con consciencia y con debate. Y necesitamos ser sujetos a la ley porque eso nos da la posibilidad de que nuestras actividades sean libres, proactivas y creativas”, reflexionó. “La sabiduría de sembrar es avanzar en eso. Tenemos derecho a un ambiente sano y equilibrado, como dice el artículo 41 de nuestra Constitución.

El cierre de la ceremonia de apertura del Congreso de Aapresid estuvo a cargo del ministro de Agroindustria de la Nación, Ricardo Buryaile. Luego de felicitar a los organizadores, el funcionario anunció que el evento reúne a cerca de 5 mil inscriptos y tiene a más de 40 países del mundo participando.

“Hace dos años no hubiese sido lo mismo este congreso en Argentina. Seguramente no lo fue. Hoy tenemos una Argentina donde podemos compartir o disentir, pero somos gobernantes que pensamos más allá de la ideología y pensamos por el bien común de la sociedad”, afirmó.

Buryaile valoró el esfuerzo de los productores de entregar una cosecha récord de trigo y maíz en un año complicado, con 18 provincias en emergencia agropecuaria y más de 6 millones de hectáreas bajo el agua. dijo. Tal como hizo el resto de los expositores, la problemática del hambre en el mundo y el desafío al respecto no escapó a su discurso.

Reglas de juego

“Cuando hablamos de deberes como productores o funcionarios, es que hay algo que podemos hacer por los 800 millones que tienen hambre. Hoy tenemos un 30 por ciento de desperdicios que tantos hermanos necesitan en el mundo. Debemos tomar cartas en el asunto”, sostuvo. “La superficie productiva es difícil que crezca: si queremos alimentar a la mayor parte de la creciente población mundial, este congreso nos muestra el camino, que es la tecnología apuntando a tres dimensiones: lo social, lo productivo y lo ambiental. Vamos a colaborar con eso”, expresó.

Tras reconocer que hacen falta reglas de juego clara en lo comercial, se comprometió a trabajar desde su área para generar políticas previsibles. Buryaile concluyó su discurso con una frase que buscó alentar a la preservación de los recursos: “Nadie cuida mejor al suelo que el productor porque es su capital. La tierra no la heredamos de nuestros padres, sino que se la pedimos prestada a nuestros hijos”, dijo.

El supermercado del mundo

“El cambio climático ha sido un gran impulsor de la Agricultura de Conservación”. Con esa máxima como punto de partida, el VII Congreso Mundial de Agricultura de Conservación tuvo su primer panel con la disertación de seis referentes de distintas partes del mundo. En el marco de la primera ponencia del VII Congreso Mundial de Agricultura de Conservación, se presentaron 6 importantes referentes mundiales de la actividad para exponer las experiencias científicas y personales al servicio de los demás integrantes del panel y del auditorio. Los académicos Rajendra Paroda, director del Consejo Indio de Investigación en Agricultura; Gerard Rass, miembro de la Asociación de Productores de Siembra Directa de Francia; Mariana Hill, directora de Recursos Naturales Renovables de Uruguay; Saidi Mkomwa, CEO de la Red de Conservación Agrícola de África, y Amir Kassam, Profesor de la Escuela de Agricultura, Política y Desarrollo en la Universidad de Reading, Reino Unido; se manifestaron en torno de “Aprendizajes Cruzados de Políticas Públicas para promover la AC en diferentes continentes.

 
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“Cuando hablamos de deberes como productores o funcionarios, es que hay algo que podemos hacer por los 800 millones que tienen hambre. Hoy tenemos un 30 por ciento de desperdicios que tantos hermanos necesitan en el mundo. Debemos tomar cartas en el asunto”

Ricardo Buryaile

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“No solo se trata de alimentar a la humanidad sino de proveer insumos para la industria y cuidar también a las personas, a los productores, los profesionales, las entidades, y las comunidades de ese entramado productivo que constituye un ecosistema social”

Miguel Lifchitz