Anuncio del presidente Trump

Estados Unidos fortalecerá su posición militar en Afganistán

Dijo que su posición era el retiro pero que fue convencido por sus asesores de seguridad nacional de permanecer para evitar que los talibanes derroquen al gobierno de Kabul.

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El conflicto militar en ese país lleva más de 15 años.

Foto: DPA

 

De la Redacción de El Litoral

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Telam

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, informó anoche que fue convencido por sus asesores de seguridad nacional de que es necesario fortalecer la capacidad militar para evitar que el Talibán derroque al Gobierno de Kabul respaldado por Washington al aludir a un posible aumento del número de soldados norteamericanos en Afganistán.

“Mi instinto original era el retiro”, sostuvo Trump en su discurso -pronunciado en la base del Ejército en Fort Myers, en el estado Virginia, y transmitido por televisión- en el que advirtió sobre los riesgos asociados a un retiro apresurado desde el conflicto militar más prolongado de su país.

Al respecto precisó que su nuevo enfoque busca evitar que Afganistán se convierta en un refugio para milicianos islamistas decididos a atacar a Estados Unidos.

Trump no detalló cuántos soldados estadounidenses enviará a Afganistán, pero el secretario de Defensa, James Mattis, tiene planes de desplegar unos 4.000 efectivos adicionales a los 8.400 que están destinados allí actualmente, precisó un despacho de la agencia Reuters.

El conflicto militar de Estados Unidos con Afganistán lleva ya más de 15 años transcurridos desde la invasión que siguió a los atentados del 11 de septiembre de 2001 y dos años y medio después de que el anterior mandatario, Barack Obama, decretara el fin de la guerra.

Horas antes del anuncio, el secretario de Estado, Rex Tillerson, habló por teléfono con altos representantes de Afganistán, Pakistán e India para explicarles la nueva estrategia hacia el sur de Asia que finalmente anunció el presidente estadounidense en su discurso a la nación.

También Trump expuso una posición más dura en la política de Washington hacia Pakistán de acuerdo con lo que se esperaba por considerar que el mencionado país de la región conflictiva es utilizado por los talibanes como refugio.

En las horas previas al discurso presidencial el secretario estadounidense Tillerson habló con el primer ministro paquistaní, Shahid Khaqan Abbasi; con el canciller indio, Sushma Swaraj, y con el jefe de la diplomacia afgana, Salahuddin Rabbani.

“El tema de las conversaciones fue cómo le gustaría a Estados Unidos trabajar con cada país para estabilizar el sur de Asia mediante una nueva e integrada estrategia regional”, dijo la vocera del Departamento de Estado norteamericano, Heather Nauert, en un comunicado citado por la agencia de noticias EFE.

Tanto el secretario de Defensa estadounidense, James Mattis, como otros influyentes jefes militares habían abogado por incrementar la presencia militar de Estados Unidos en Afganistán, lo que significará un giro importante con respecto a la estrategia diseñada por Obama, quien declaró unilateralmente el fin de la guerra a finales de 2014, pero se vio obligado a mantener un contingente militar limitado en Afganistán ante los constantes combates y atentados en todo el país.

Estados Unidos mantiene actualmente 8.400 militares en ese país de Asia Central.

Por otra parte, Mattis adelantó hace unos días que la nueva estrategia tendrá un “enfoque regional”, mientras que otras fuentes del Pentágono hablaron de una “estrategia para el sur de Asia”, recordó la agencia de noticias DPA.

El gobierno de Trump ha acusado a Pakistán de abrir sus fronteras e, inclusive, de apoyar al movimiento insurgente talibán, lo que les otorga un refugio de los constantes combates en territorio afgano y les permite escapar a los avances de las fuerzas estadounidenses.

El deterioro de la situación en Afganistán fue una de las principales críticas en materia de seguridad que Trump le hizo a Obama durante la campaña presidencial del año pasado.

Desde la retirada de la mayor parte del contingente militar estadounidense, a finales de 2014, los talibanes lograron recuperar el control de alrededor del 11% del país y puso en duda la legitimidad del Estado en otro 30%, según recientes informes de inteligencia de Washington.

Además, la situación humanitaria no para de empeorar. Cada mes la ONU registra una cifra récord de muertes de civiles y, en lo que va de año, unos 200.000 afganos tuvieron que abandonar sus hogares para escapar de los combates, lo que explica por qué siguen llegando miles de refugiados de ese país a Europa.

“Será su cementerio”

“Si los estadounidenses no retiran sus fuerzas de Afganistán, no está lejos (el día en que) Afganistán se convertirá en el cementerio del siglo XXI del imperio estadounidense”, advirtió el portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, tras el anuncio de Trump. “Mientras que un soldado de Estados Unidos permanezca en el país (...) continuaremos con nuestra yihad contra ellos con la moral fuerte, con plena voluntad y más sobriedad”, remarcó, redoblando la apuesta. Además, argumentó que la “liberación del territorio afgano de los invasores” supone una obligación religiosa y moral para los afganos. “Era necesario que América pensara en retirar sus fuerzas en lugar de continuar la guerra”, aclaró el portavoz talibán, que señaló que Afganistán no representa “ninguna amenaza para nadie”.

Corea del Norte amenaza con represalias

Un portavoz de la unidad del Ejército popular norcoreano estacionada en Panmunjom, en la frontera con Corea del Sur, amenazó hoy a Estados Unidos con “represalias y castigos sin miramientos” por las maniobras militares en el país vecino.

“Estados Unidos será responsable de las consecuencias catastróficas que acarrean este tipo de maniobras bélicas agresivas y desconsideradas”, indicaron los medios estatales citando al portavoz del Ejército.

Mientras tanto, el comandante del comando del Pacífico de Estados Unidos, Harry Harris, destacó la importancia de hallar una solución pacífica al conflicto.

“El punto de partida más importante es el diplomático”, dijo Harris en la base de Osan, al sur de Seúl, según los medios surcoreanos. “Esperamos encontrar una solución diplomática para el desafío de Kim Jong-un y estamos trabajando en ello”, añadió refiriéndose al líder norcoreano.

Este trabajo debe estar basado en un fuerte esfuerzo militar y una “fuerza combativa creíble”, señaló. El almirante supervisa la maniobra junto a otros comandantes estadounidenses.

Las fuerzas armadas de Estados Unidos y de Corea del Sur iniciaron el lunes el ejercicio de once días “Ulchi Freedom Guardian”, que llevaba planeado desde hace tiempo.

Durante el ejercicio se realizan simulaciones asistidas por computadora de una guerra en la península coreana.

El comandante de las Fuerzas de Estados Unidos en Corea (USFK), Vincent Brooks, rechazó las exigencias de Corea del Norte de poner fin a las maniobras conjuntas. Los dos aliados continuarán con los ejercicios hasta que “haya una razón para no hacerlo”. Y destacó: “Estos ejercicios son muy importantes”.