133º aniversario de la Bolsa de Comercio de Santa Fe

“Hay un desafío brutal para nosotros”

Gustavo Vittori, vicepresidente de la entidad, planteó la necesidad de superar el “tiempo circular” -que nos relega en el fracaso- para afrontar un mundo en el que han cambiado los sistemas de producción y comunicación.

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“Miramos a los costados para ver cómo trabamos al que tiene una iniciativa, simplemente porque tiene un nombre que nos suena mal; la suma de subjetividades negativas da resultados espantosos”, advirtió Vittori.

Foto: Manuel Fabatía

 

Redacción de El Litoral

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“Hay un desafío brutal para nosotros si es que queremos salir adelante. Estamos ante un mundo cada vez más competitivo; la Argentina ha funcionado como una isla de gallos enfrentados, luchando por la miseria, no por la proyección hacia un mundo que está lleno de posibilidades”.

En el 133º aniversario de la Bolsa de Comercio de Santa Fe, su vicepresidente, Gustavo Vittori, habló ante un público de dirigentes políticos y actores económicos que expresan a sectores legitimados así como a antagonismos de la Argentina contemporánea, en su versión local.

Lo hizo con palabras firmes pero sentidas, en nombre del presidente de la institución, Olegario Tejedor, cuya mujer -Estela Cervera- atraviesa un delicado momento de salud.

“Esto no es una riña de gallos ni una pelea de reclamos que es lo que los Argentinos generalmente hacemos. Incluso más, celebro el haber saludado a Eduardo Matozo (Ciencia) y Julio Schneider (Obras Públicas) que siguen siendo ministros de este gobierno. Me recuerdan a la cohabitación de los alemanes que en la disputa por las ideas políticas y por el poder pueden convivir en función de una mejor sociedad”.

En la platea, estaban el gobernador Miguel Lifschitz y su vice Carlos Fascendini. El intendente José Corral no llegó por problemas con su vuelo (lo representó Carlos Pereira) pero también se encontraban entre otros Antonio Bonfatti, presidente de la Cámara de Diputados, el senador nacional Omar Perotti, los legisladores nacionales Gisela Scaglia y Hugo Marcucci y el candidato a concejal Emilio Jatón.

Vittori expuso que “tenemos que ser racionales. Estamos frente a una sociedad que es totalmente distinta a aquélla en la que nos formamos. Ha cambiado la familia, la pareja, cambiaron los sistemas de comunicación y producción. No podemos seguir pelando la guitarra para hablar de política y economía; hay que hacer números, ser serios”.

En esa línea, planteó “salir de las pequeñas circunstancias. A veces, las situaciones duras llevan a pensar en otros términos y así lo planteo. Con el tema del puerto, hay cuestiones por hablar, quejas, diferencias de opinión, pero eso será servido en una mesa de discusión positiva, con las cabezas abiertas, y a través de un ejercicio racional porque la Argentina ya no da para seguir improvisando, cosa que siempre nos lleva al mismo lugar.

“Desde hace un año -recordó- soy editor de la colección de fascículos de El Litoral por los cien años que vamos a cumplir el año que viene. Es un ejercicio impresionante porque es la visita a un tiempo circular; las cosas que uno lee de un gobernador en 1915 las escucha ahora. Las discusiones políticas vuelven y estamos en un lugar de suma cero. No es raro que tengamos la población con los niveles de pobreza que exhibe la Argentina; hemos fracasado y en lo que nos concierne, me hago parte del porcentaje que me corresponde y en la institución lo hacemos.

Lifschitz y la apertura al mundo

“Si miramos hacia adelante tenemos enormes desafíos que tienen que ver con hacer coincidir una economía sustentable en su desarrollo, abierta al mundo, porque nadie discute la necesidad de integrarnos y en todo caso podemos discutir en qué condiciones abrirnos a un mundo globalizado”, dijo el gobernador de Santa Fe.

Miguel Lifschitz reconoció que “está claro que tenemos que tener una economía mucho más competitiva, con eficiencia del capital y del trabajo. Es un esfuerzo compartido de Estado y sector privado, que requiere reglas del juego claras, poner los problemas sobre la mesa y afrontarlos: falta de infraestructura, costos de logística, trabas burocráticas, entramado de impuestos distorsivos en los tres niveles del Estado”.

El mandatario provincial lamentó el “momento particularmente difícil desde lo humano” que vive la BCSF, pero rescató la “historia y la tradición” de la entidad y su “representación legítima de un sector que ha sido el motor de la economía de nuestra provincia, de los mejores sueños e impulsos transformadores que esta sociedad ha tenido a lo largo de más de un siglo”.

Más allá del proceso electoral y de las “frustraciones” de los últimos 12 años y su legado de “corrupción inédita” a nivel nacional, Lifschitz habló de un “federalismo moderno”, de “calidad institucional” y de “agregar valor a la producción agropecuaria” defendiendo el entramado de las Pymes, todo para generar “empleo de calidad e inclusión de sectores marginados” en el marco de en un proceso virtuoso.

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Foto: Manuel Fabatía

El sentimiento y la historia

“Quiero tomar en la figura de Estela Cervera la inquietud de los santafesinos que tratan que esta ciudad sea mejor. Y honrar mi compromiso con Olegario”, dijo Vittori. La mujer de Olegario Tejedor -presidente de la BCSF- estaba dando cursos sobre obras del Museo del Prado en nuestra ciudad; y en los últimos días la sorprendió un desafío culminante a su salud.

Ella es descendiente de Ignacio Crespo, quien junto Ricardo Aldao compraron en 1910 la casa donde se terminó de construir dos años después -junto a la habilitación del puerto de ultramar- el edificio donde hoy funciona la Bolsa y donde había un activo mercado de granos.

Por esa situación particular, Vittori decidió postergar los planteos, en torno del traslado del puerto, del “formidable proyecto del nuevo laboratorio o de todas las cosas pendientes que tenemos para conversar. Lo vamos a hacer en un ámbito que pueda ser más reflexivo”, prometió.

A la celebración, asistieron representantes de las entidades intermedias santafesinas y de las Bolsas de Comercio y Cereales de Rosario, Córdoba, Entre Ríos y Bahía Blanca, entre otras.