llegan cartas

La corrupción mata venga de quien venga

MARIO PILO DNI. 6.263.421

Cuando uno advierte que aún hoy Cristina mantiene una intención de voto del 25 al 30 por ciento en el orden nacional, advierte también que para las masas empobrecidas y excluidas de la Argentina y para algunas elites seudoprogresistas y pacatas la corrupción es un problema y discusión de los ricos, que ven menos capitales de qué apropiarse, y que los robos para la corona, que practicó el kirchnerismo, son sólo justas expropiaciones del capital con lo que una y otra vez se reproduce aquello de: “el negro roba pero reparte”. El robo si fuera contra nuestra propiedad lo perseguiríamos con ansias vengativas; cuando lo hacen los populistas y nacionalistas no importa porque se roba a la oligarquía estatal. Nadie está dispuesto a reconocer que la corrupción, venga de quien venga en manos del Estado, mata privando de remedios, de hospitales públicos, vaciando obras sociales, dejando sin luz, servicios, combustibles; mata con el transporte, como en el caso de la Tragedia de 11, mata con malas obras públicas en rutas y sendas, etc., etc. Tampoco advierte esta gente que los corruptos se hacen millonarios a costa de la gente y dejan a sus familias ricas y con altos cargos públicos, mientras se empobrece a los más pobres.

Esta lógica de la ilógica alguna vez cambiará. Es mi esperanza. De lo contrario entendamos que la Argentina sólo es viable como república bananera -estilo Venezuela- y no como república plena.