El oficialismo apunta a la primera minoría

¿Cambia el Senado?

El Frente para la Victoria perdería media docena de bancas. Y Pichetto ya dejó en claro que Cristina no integrará la banca del PJ.

Redacción de El Litoral

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Télam

El peronismo comenzó su proceso de reconstrucción con el objetivo de que Cambiemos no pase a ser la primera fuerza en la Cámara Alta y vea facilitada la elección de las presidencias de las comisiones, coloque a más senadores en esas reuniones y no necesite exclusivas negociaciones con el justicialismo para sacar leyes.

La costumbre del peronismo de aglutinarse luego de una derrota no tardó más que en otras épocas, aunque el escollo en esta ocasión es el sector que responde a la ex presidente y candidata a senadora por la provincia de Buenos Aires por Unidad Ciudadana, Cristina Kirchner.

“La situación no da para más”, se escuchó decir la semana pasada en el despacho del jefe de senadores del Frente para la Victoria, Miguel Ángel Pichetto, con referencia a la tensión que se vive en esa bancada que, hasta diciembre, tendrá a más de 40 senadores y que, si los números de las Paso se repiten a fin de mes, perderá, al menos, a media docena.

La división se dio de facto en varias votaciones, como la que autorizó el pago a los holdouts, la reparación histórica para jubilados y pensionados, y la recientemente sancionada ley Penal Empresaria. En esos casos, el bloque que encabeza el rionegrino votó dividido: la mayoría, en consonancia con el gobierno.

El cimbronazo más fuerte ocurrió en julio, cuando una parte del bloque, entre los que estaban incluidos algunos senadores que se habían ganado la confianza del rionegrino, como su vicejefe de bloque, el formoseño José Mayans, lo desautorizó abiertamente para votar en contra de la ampliación de los créditos Argenta para beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo.

La grieta interna

En reiteradas oportunidades, el senador rionegrino mencionó que la candidata de Unidad Ciudadana, tras elegir competir por fuera del peronismo, no podría integrar el bloque de ese partido en el Senado.

La grieta parece irreparable y, con ese panorama, Cambiemos está en condiciones de convertirse en la primera fuerza en el Senado, sentando a entre 24 y 26 senadores en el hemiciclo.

Ante la posibilidad de que los resultados de las Paso se repitan el 22, Cambiemos logrará triunfar en Santa Cruz, Jujuy y San Luis y, si las encuestas demuestran en las urnas lo que afirman, también obtendrá la victoria en la provincia de Buenos Aires, donde Esteban Bullrich y Gladys González compiten palmo a palmo con el binomio formado por la ex presidente y Jorge Taiana.

Además, el oficialismo obtendría el tercer senador en las otras provincias que renuevan bancas: Formosa, La Rioja, San Juan y Misiones. De 17 senadores, pasaría a 25. Y hasta podría sumar a algunos que se encuentran por afuera del sistema, como la fueguina Miriam Boyadjian, ya alejada del conglomerado que encabezaba Sergio Massa mayormente en Diputados; y el peronista Juan Carlos Romero, desplazado del poder salteño por los hermanos Urtubey: Juan Manuel (gobernador) y Rodolfo (senador por la mayoría).

Massa y menem

El bloque de Pichetto será rebautizado “Justicialista”: la derrota en las urnas y la diáspora "K" le quitará la mayoría absoluta. Por eso apuran los trámites para que vuelvan al redil peronistas que jugaron con Massa como el cordobés Carlos Caserio y el chubutense Alfredo Luenzo. También confían en que los formoseños Mayans y Teresa González se mantengan “adentro”; igual que la pampeana Norma Durango, cuya cercanía con el kirchnerismo se ocupan de desalentar. El riojano Carlos Menem, con su postulación a salvo de cualquier impugnación judicial, es contado como “parte histórica”.