Al borde de la guerra nuclear

Se cumplen 55 años de la crisis de los misiles

El descubrimiento por parte de misiles soviéticos en Cuba puso al mundo en vilo durante una semana. El 22 de octubre de 1962 el presidente Kennedy hizo público esta situación con un discurso desde el salón Oval.

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Fotografía de la portada de un periódico e la época con el anuncio del estado de guerra en Cuba y al fondo un cohete empleado durante la crisis de los misiles de 1962.

Foto: DPA

 

Guillermo Nova - DPA

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Nunca Estados Unidos y la Unión Soviética estuvieron tan cerca del enfrentamiento nuclear como en octubre de 1962, cuando los estadounidenses descubrieron misiles soviéticos en Cuba.

“La decisión de instalar los cohetes fue una iniciativa soviética para evitar la invasión de Estados Unidos”, afirmó a dpa Tomás Díez Acosta, militar retirado y el mayor especialista en la isla sobre la “Crisis de Octubre”.

El 14 de octubre de 1962 un avión espía U-2 sobrevoló territorio cubano y consiguió fotografiar rampas de lanzamiento de misiles con un alcance que les permitía destruir cualquier ciudad de la costa este norteamericana, desde Miami hasta Nueva York pasando por Washington.

Dos días después, el presidente John F. Kennedy era informado de la situación junto a un pequeño círculo de consejeros que durante una semana guardaron el secreto. Para ganar la batalla era necesario no perder la iniciativa y sorprender al enemigo.

“Esas bases no pueden tener otro objetivo que proporcionar capacidad para perpetrar un ataque nuclear contra el hemisferio occidental”, afirmó Kennedy el 22 de octubre en un discurso a la nación desde el despacho oval.

Se barajaron varias opciones: la negociación política, ataques a objetivos cubanos seleccionados, el bloqueo naval y la invasión militar. Finalmente, el jefe de la Casa Blanca se decidió por la implantación de un bloqueo naval escalonado, es decir, poner en ‘cuarentena‘ a la isla.

Casi un centenar de buques estadounidenses se desplegó alrededor de Cuba y decenas de escuadrones aéreos patrullaron con el objetivo de interceptar los cargueros soviéticos que pudieran llevar armamento a la isla.

El objetivo era ganar tiempo para evitar una guerra que una vez comenzada podría desembocar en un holocausto nuclear.

La inteligencia estadounidense no sabía que ya había en Cuba desplegados más de 40.000 militares soviéticos, incluidos miles de soldados que pertenecían a las poderosas Tropas Coheteriles soviéticas que habían llegado a la isla dentro de la “Operación Anádir”.

El gran problema que tuvieron los militares cubanos y soviéticos fue esconder unos cohetes que tenían 24 metros de largo.

En aquella época, la Unión Soviética iba por delante de Estados Unidos en la carrera espacial, pero en la competencia armamentística eran los norteamericanos los que estaban a la cabeza. Más de 2.000 misiles eran capaces de alcanzar Moscú frente a los 340 soviéticos que podían llegar a Estados Unidos.

“Un error de cálculo nos habría puesto en guerra”, rememora Tomás Díez, investigador del Instituto de Historia de Cuba, que se retiró del Ejército cubano con el grado de teniente coronel.

Durante una semana se vivieron los momentos más tensos de la Guerra Fría. Ambas partes no querían la guerra pero tampoco podían mostrarse cediendo ante el “enemigo”. El 27 de octubre un avión espía estadounidense U-2 fue abatido sobre Cuba. El piloto murió. La tensión llegó entonces a su mayor momento.

Finalmente Kennedy y el entonces dirigente de la Unión Soviética, Nikita Jruschov, negociaron a espaldas de Cuba una solución al conflicto. La Unión Soviética retiraría los cohetes y Estados Unidos se comprometería a no invadir Cuba y a retirar sus misiles de Italia y Turquía que amenazaban a Moscú.

La solución al margen de Fidel Castro no gustó en La Habana y en los actos políticos los cubanos comenzaron a cantar “Nikita, mariquita lo que se da no se quita”.

“El comportamiento de Nikita Jruschov durante la crisis de octubre de 1962 golpeó duramente la imagen que los cubanos nos habíamos hecho de la dirigencia soviética”, dijo a dpa Juan Sánchez, ex embajador cubano y actualmente profesor del Instituto Superior de Relaciones Internacionales de Cuba.

Las negociaciones a espaldas de los líderes cubanos “introdujeron en el subconsciente de la dirigencia cubana la certidumbre de que era imposible confiar totalmente los intereses de nuestra seguridad nacional a las manos de nuestros aliados”, afirmó Sánchez.

Pese a las desavenencias entre ambos países, durante décadas continuaron siendo dos aliados comunistas. “Se perdió un momento histórico, pero desde entonces los soviéticos nos suministraron gratuitamente todo el armamento, estaban en deuda con nosotros”, señaló el investigador militar Tomas Díez. Aunque la sombra de la desconfianza hacia la dirección soviética se mantuvo.

“Esa sensación de incertidumbre nos llevó a concebir la doctrina de guerra de todo el pueblo, cuya esencia es la defensa de nuestra soberanía con fuerzas propias”, recuerda Sánchez, que fue embajador cubano en varios países de la Europa del Este.

Se desclasificarán los archivos secretos sobre el presidente Kennedy

A partir del próximo jueves 26 de octubre se desclasificarán los documentos relacionados con el asesinato del ex presidente estadounidense John F. Kennedy, el 22 de noviembre de 1963, según dejó entender hoy el presidente Donald Trump en un tweet.

El plazo de 25 años impuesto por el Congreso expira el 26 de octubre. Las miles de páginas de estos documentos han sido secretas durante décadas, lo que dio aún más alas a las teorías conspirativas.

Varias informaciones indicaron que hubo esfuerzos sobre todo de parte de la CIA para impedir que una parte de esta documentación saliera a la luz, pero el presidente Donald Trump tuiteó que probablemente aprobará la publicación de los “archivos JFK”. El mandatario es el único que puede bloquear la desclasificación de esos documentos alegando intereses de seguridad nacional.

Las investigaciones de la denominada Comisión Warren concluyeron que el asesino de Kenndy, Lee Harvey Oswald, que después fue asesinado, actuó solo. No obstante, durante todos estos años hubo todo tipo de teorías conspirativas, desde que la mafia pudo estar implicada, pero también se señaló a Cuba, a los soviéticos, a una trama militar-industrial, así como el que fuera su sucesor Lyndon B., que pudo haber actuado aliado con la CIA, el crimen organizado y el lobby del petróleo.

Los expertos consideran que la desclasificación de los “archivos JFK” no aportarán claves nuevas sobre lo que sucedió entonces. Los documentos sí podrían arrojar luz sobre por qué la CIA estuvo investigando a Oswald antes del asesinato, si cometió algún error y después trató de encubrirlo.

La ley de 1992 que dio lugar a que los documentos estuvieran clasificados durante 25 año fue el revuelo que provocó la película Oliver Stone, “JFK” y las teorías conspirativas que proliferaron. Como consecuencia de ello en los años 90 se publicaron ya millones de páginas de documentos de las actas sobre Kennedy.