Miguel Gómez, relator de jineteada

“El caballo es el mejor amigo del hombre”

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Campolitoral

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Nació en el norte, y su niñez estuvo enmarcada en una dura realidad de carencias. Para Miguel y sus 10 hermanos, el campo fue todo. Y allí tejió una entrañable amistad con el caballo, basada en un profundo conocimiento empírico del entorno.

Su vida tuvo una bisagra cuando siendo muy chico, pudo presenciar una jineteada. “En vez de mirar los caballos, me la pasé observando al relator”, recuerda con una sonrisa. Esa jornada campera lo marcó para siempre, porque descubrió su vocación. “El otro hecho significativo fue la colimba, que me permitió ver que había otro mundo más allá del campo”, agrega.

Hoy, Miguel es uno de los relatores de jineteada más reconocidos del país, y en un mano a mano con Campolitoral, explicó algunos de sus secretos. “El relator y el animador no son lo mismo. El relator describe todo lo que acontece en una fiesta campera, sobre todo en la jineteada que es uno de los deportes más tradicionales de nuestro país”.

Miguel sostiene que el relator y el animador se diferencian en su función. “El relator -como en mi caso- describe las acciones dentro de una pista de jineteada a través del micrófono. Pero animadores hubo pocos, es aquel que hace divertir a la audiencia con un comentario, un chiste o una palabra justa mientras relata la jineteada. Le cuenta a la gente las características del jinete, del potro, de la tropilla, etc. Son virtudes o dones muy especiales. Y a mí me influenció mucho Oscar Alcides ‘Guayaca’ Verdún”, reconoce con agradecimiento, en referencia a una de las leyendas del circuito gaucho.

Protagonista

Para Miguel, subir a un potro en un espectáculo. “Para mí, estar en esta fiesta significa un montón de cosas. Es la más tradicional relacionada al caballo, con quien convivimos, somos parte de esta historia, desde que lo trajo don Pedro de Mendoza que fue quien los trajo. Desde San Martín, el caballo fue un protagonista, siempre tuvo un rol muy especial, fue el único medio para el gaucho para usarlo en el trabajo rural, e ir a lugares lejanos. Y como al caballo no lo detiene nada, fue tan importante para nuestra gente. Ni el agua, ni el viento, ni el frío ni el calor lo detienen. Es el mejor aliado para poder moverse”.

En cuanto a las razas, sostiene que en esta fiesta conviven todas las razas, “pero el criollo ha sido el más usado por los esteros, los montes, es una raza con una gran capacidad de aguante; resiste a todo, pisos duros o blandos, es un caballo chico que se mantiene con muy poco pasto, al ser corto y bajo, el recado lo afecta tanto con un jinete montado por muchas horas, y además se mantiene con poco pasto”.

Finalmente, Miguel homenajea a su amigo sosteniendo que “el caballo es uno de los mejores amigos del hombre. Siempre y cuando uno tenga buena intención él te lo devuelve, si le faltás el respeto, el te lo devolverá también. Siempre devuelve el doble de lo que uno le propone. El caballo es protagonista de tantas historias tan ricas junto al hombre: en los momentos más crueles o en el trabajo de cada día de nuestros gauchos”.