Jerusalén capital de Israel

Sin acuerdos en la Liga Árabe sobre cómo responder la decisión de Trump

La Liga Árabe le pidió al presidente estadounidense, Donald Trump, que se retracte de reconocer a Jerusalén como capital de Israel, luego de un tenso debate en el que Palestina y Líbano reclamaron sin éxito que se sancione a Estados Unidos.

Redacción de El Litoral

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Télam

“El consejo solicita a Estados Unidos que anule su decisión sobre Jerusalén y que trabaje con la comunidad internacional para que Israel se comprometa a aplicar las decisiones internacionales y a poner fin a la ocupación ilegal e ilegítima de todos los territorios palestinos y árabes ocupados desde junio de 1967”, indicaron los ministros de Asuntos Exteriores de la Liga Árabe.

Esa posición, expresada en un documento que finalmente recibió el respaldo de todos los países de la Liga, fue la que impulsaron los cancilleres de Arabia Saudita y de los Emiratos Árabes Unidos, en contraste con quienes reclamaban más medidas de presión. En una sesión cargada de condenas y advertencias sobre las consecuencias de la nueva postura estadounidense, que coincidieron en calificar de “nula”, sólo el ministro de Exteriores libanés, Yebran Basil, propuso imponer sanciones a Washington.

“Los países árabes tienen que recuperar una política árabe unida para tomar medidas firmes como respuesta a la decisión estadounidense y contra cualquier decisión similar de otro país que decida trasladar su embajada a Israel empezando por medidas diplomáticas, pasando por políticas y llegando a sanciones económicas y financieras”, dijo Basil.

El ministro tunecino, Khemaies Jhinaoui, pidió a los presentes que pusieran fin a sus diferencias para formar un frente unido; una llamada similar a la del representante iraquí, Ibrahim al Yafari, que exhortó a sus colegas a que no se limiten a pronunciar discursos.

Los contrapuntos fueron la expresión de la tensión entre la delegación palestina, por un lado, y la saudí y la jordana, por el otro, que tuve eje en la negativa de estos dos últimos países de incluir cualquier medida de boicot a Estados Unidos.

Finalmente, los miembros de la organización panárabe se limitaron a mostrar su compromiso a seguir de cerca la evolución de los acontecimientos y a celebrar una reunión antes de treinta días. En esta línea, barajaron la posibilidad de celebrar una cumbre de jefes de Estado en Jordania, si la situación lo requiere.

Además, los países árabes se han comprometido a solicitar al Consejo de Seguridad de la ONU que emita una resolución que recoja que el paso dado por Washington contradice la legislación internacional.

En el comunicado final de la reunión, que fue convocada de manera extraordinaria por Jordania, los ministros también subrayaron que este cambio en la política de Estados Unidos hacia el conflicto palestino israelí supone un giro peligroso que coloca a Washington del lado de “la ocupación” y que lo aleja de su papel como mediador.

Sobre este punto, calificaron el anuncio de Trump de “violación peligrosa de la legislación internacional y de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU” e instaron a la comunidad internacional a que reconozca el Estado palestino con Jerusalén como capital.

El resultado del encuentro no se desvió demasiado de los puntos desgranados por el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abulgueit, que en su discurso de apertura calificó el anuncio de Washington de “nulo”.

“Esta decisión es nula y sus consecuencias son nulas y no va a cambiar el estatus de Jerusalén”, dijo Abulgueit antes de dar la palabra a los ministros.

“Evitar una espiral de violencia”

El Vaticano pidió a los líderes mundiales que se comprometan a evitar “una espiral de violencia” en Jerusalén, luego de los enfrentamientos por la decisión estadounidense de trasladar a esa ciudad su embajada a contramano de las recomendaciones de la comunidad internacional.

Además, ratificó su “convicción” por una solución “de dos Estados” para los territorios en disputa entre Israel y Palestina.

“La Santa Sede sigue con gran atención la evolución de la situación en Oriente Medio, con especial referencia a Jerusalén, una ciudad sagrada para los cristianos, para los judíos y los musulmanes de todo el mundo”, expresó en un comunicado del Vaticano.

“Al expresar su pesar por los enfrentamientos que han causado víctimas en los últimos días, el Santo Padre renueva su llamado a la sabiduría y la prudencia de todos y eleva oraciones fervientes para que los líderes de las naciones, en este momento de particular gravedad, se comprometan a evitar una nueva espiral de violencia”, puntualizó.

El Vaticano reclamó que se responda “con palabras y acciones, al anhelo de paz, de justicia y seguridad de las poblaciones de esa tierra atormentada”.

El documento, en línea con el llamado a respetar el “status quo” de Jerusalén lanzado el miércoles por Francisco, aseguró que “las preocupaciones sobre las perspectivas de paz en la región son el tema estos días de diversas iniciativas, incluidas reuniones urgentes convocadas por la Liga de los Estados Árabes y la Organización para la cooperación islámica”.