Entrevista con la nueva ministra de Salud

Uboldi: “El primer gran desafío es poner en marcha el Cemafe”

El Centro Médico Ambulatorio se inaugura esta semana, pero su habilitación se hará en forma progresiva. Demandará una minuciosa integración de profesionales de los hospitales Cullen e Iturraspe, que quedarán sólo para mediana y alta complejidad. Niños, mujer, pacientes con enfermedades crónicas y salud mental, ejes de la nueva gestión.

2_A_IMG_4416.jpg

En el despacho ministerial. “El gobernador me convenció cuando me dijo que quería que le dé (al Ministerio) una impronta de mucha cercanía, y eso está muy bueno”, aseguró Andrea Uboldi.

Foto: Guillermo Di Salvatore

 

Lía Masjoan

[email protected]

Twitter: @lmasjoan

No es fácil encontrarla en su despacho, el que estrenó hace apenas unos días tras asumir como ministra de Salud de la provincia de Santa Fe. Inquieta, activa, apasionada del trabajo en territorio, va de oficina en oficina involucrándose en la tarea de cada área y poniendo a punto los ejes de los principales desafíos que tiene por delante. Los conoce de memoria: Andrea Uboldi está en la gestión ministerial desde 2008 (antes, en la Municipalidad de Rosario), ocupó cargos de tercera y segunda línea, pero con funciones clave, y el enorme camino recorrido le da la tranquilidad de que podrá avanzar sobre bases sólidas y duplicar la apuesta.

Fue ella quien, en 2009, comandó el operativo que logró controlar el brote de dengue en Hersilia y evitó que se propague a otras localidades. Algo que nadie creía posible por esos días críticos. Después siguieron titánicas tareas para concientizar a los santafesinos sobre la importancia de descacharrizar y advertir a los médicos los síntomas que deben sopesar para sospechar dengue y dar el inmediato alerta epidemiológico; y afrontar nuevas enfermedades como la gripe A, el chikungunya y el zika.

No fue fácil para el gobernador Miguel Lifschitz conseguir su “sí”. “A mí, me gusta estar en territorio y tener mucha presencia allí”, dice, ya sentada en uno de los sillones del enorme despacho de calle Juan de Garay al 2800. “Pero me convenció cuando me dijo que quería que le dé una impronta de mucha cercanía, y eso está muy bueno”.

—¿Con qué desafíos encara esta gestión al frente del Ministerio?

—El gran súper desafío en la capital provincial es poner en marcha el Cemafe (inaugura esta semana), que es el corolario para la secretaría de primer y segundo nivel de atención de poder tener un centro de especialidades ambulatorias. Es la apuesta fuerte para terminar con las largas colas a la madrugada para sacar turnos y pasar a un sistema informatizado; el contacto real de referencia y contrarreferencia con un médico de cabecera y que a partir de ahí se agende la necesidad de un especialista. La apuesta fuerte del Cemafe es que tengamos las especialidades para lo ambulatorio, que podamos hacer prácticas quirúrgicas en el día, tener área de rehabilitación, fortalecer el laboratorio y un hospital de día, donde se pueden hacer algunas prácticas y hasta quimioterapias.

—¿Cómo funcionará en la práctica?

—En el centro de salud habrá un equipo de gestión, que priorizará la situación de cada paciente según la urgencia del caso, sacará el turno vía Internet y le avisará cuándo y dónde tienen que ir; el paciente no tendrá que ir más al hospital a hacer cola a la madrugada.

—Implicará un cambio grande de hábitos, tanto para la población como para los equipos médicos...

—Es un proceso y vamos a tener que explicarles de qué se trata. Pero hay experiencias exitosas, como lo hicimos en Rosario, donde el hospital se queda con la mediana y alta complejidad en la internación, pero lo ambulatorio pasa por otro lado.

— ¿Y cómo se está reorganizando el proceso puertas adentro de los hospitales?

— Estamos haciendo reuniones con las direcciones de los hospitales Cullen e Iturraspe para definir cuáles son las áreas ambulatorias que migrarán completas, cuáles son las que van a migrar sólo una parte, qué profesionales van a quedar mitad en internación y mitad no, y eso es un mix para construir. Por ejemplo, un dermatólogo puede hacer sólo ambulatorio o puede también hacer interconsulta en el hospital, dividiendo su carga horaria. El servicio y la jefatura de los servicios van a quedar en los hospitales, pero todas las áreas de consultorio externo van a migrar; el hospital no va a atender más ambulatorio. Ya tenemos algunos acuerdos, como por ejemplo, que el área ambulatoria tenga los consultorios más lindos, con sistema informático tanto para turnos como para escaneo de historias clínicas, con la idea de tenerlas informatizadas más adelante, eso es lo que se viene. Es muy necesario unificar las historias clínicas de los centros de salud y los hospitales porque si no, se pierde información.

— ¿Necesitan reforzar personal?

—Sí, la apuesta fuerte es en las áreas más críticas de los hospitales que son recepción y administración porque también hay que cambiar el perfil. El sistema ambulatorio va a necesitar una incorporación progresiva de recursos o readecuación de los que estaban en otra área. Primero, vamos a ver quiénes de los que ya tenemos quieren pasar al Cemafe y cuántos recursos más se necesitan.

— Pero si todo esto todavía está en proceso, ¿hay posibilidades de que se inaugure esta semana como se anunció?

— Es que se inauguraría esta semana pero durante todo el mes de enero se harán pruebas de gases, es decir, oxígeno, aire acondicionado, entrenamiento en mantenimiento de escaleras mecánicas, ascensores y equipamiento; es un edificio inteligente que hay que poner a punto antes de que comience a funcionar a pleno. Entonces, pensamos empezar en febrero, pero muy de a poco porque es un mes de vacaciones y tenemos que compatibilizar recursos humanos entre hospitales y Cemafe.

—¿Y qué tienen pensado para estos grandes hospitales que van a quedar vaciados de la atención ambulatoria del día a día?

—Los hospitales van a quedar fortalecidos para la mediana y alta complejidad. Vamos a un nuevo formato de Iturraspe, que es otro de los desafíos que se vienen en esta gestión (no hay fecha para la inauguración del nuevo Iturraspe), al que tenemos que sumarle el de Coronda y el de Reconquista, que seguramente van a absorber parte de la demanda que llega desde el norte a Santa Fe y van a descomprimir a los hospitales locales.

Atención Primaria, la gran fortaleza

—¿Qué radiografía hace de la situación sanitaria de la provincia? ¿Qué situaciones hay que priorizar? ¿Qué se ha fortalecido en estos años pero cree que hay que mejorar?

—Se avanzó muchísimo con la estrategia de atención primaria, es una gran fortaleza de nuestro sistema de salud y un avance por las modalidades que teníamos antes en la provincia que nos permite que la gente no vaya directamente al hospital sino que tiene un lugar cercano a su casa donde puede empezar a hacer algunas cuestiones. Para fortalecer esa estrategia se necesitan equipos básicos territoriales y en este año se ha logrado avanzar porque antes se pensaba que sólo se necesitaba un médico y un enfermero, ahora necesitamos equipos de profesionales porque salud mental tiene un peso importante, las cuestiones sociales ameritan que se articule con municipios y comunas, y la conformación de esos equipos dependerá siempre de la realidad y las necesidades de cada lugar.

Un segundo aspecto es el trabajo en red, pudimos entender que en esa fragmentación que tenemos de hospitales, Samcos, Centros de Salud, vecinales, no necesitamos, por ejemplo, un tomógrafo en cada lugar si sabemos adónde derivar, y creo que también se ha fortalecido la red de traslados. La red de laboratorios está funcionando muy bien; antes una persona de Tostado con HIV tenía que venirse a Santa Fe a sacarse sangre, ahora viaja la muestra.

El tercer punto que se fortaleció es la regionalización de las maternidades, somos un ejemplo. Todos entendieron -la población y los equipos médicos- que para que una mujer tenga su bebé bajo condiciones seguras y pueda elegir un parto respetado, no puede tenerlo en cualquier lugar. Tenemos centros diseñados bajo una propuesta de la Organización Panamericana de la Salud y de Unicef de dónde deben estar las maternidades seguras y cómo categorizar dónde debe nacer un bebé. Por ejemplo, si acompaño un embarazo de alto riesgo, la mamá ya sabe que va a nacer en el Iturraspe, no podría nacer en Gálvez, no porque yo no quiera, sino porque la alta complejidad para ella está en el Iturraspe.

El sistema de información es otra de las fortalezas: hoy tenemos nominalizada a la población, sabemos con nombre y apellido y DNI qué vacunas tienen, cuántas dosis recibió y dónde. El Sistema de información de centros de atención primaria (Sicap) fue una revolución y vamos hacia una solución informática con historia clínica digital a futuro, con telemedicina. La base de la nominalización permitió facilitar un montón de procesos, encontrar gente que no teníamos, hacer seguimiento de pacientes crónicos, etc.

— Y sobre esta base ya lograda ¿en qué avanzaría?

— Lo que ya se logró hay que mantenerlo. El gran desafío que se viene es, en aspectos temáticos, la atención de los niños: desde el embarazo, su crecimiento y desarrollo. Ahora, por ejemplo, tenemos identificados a todos los prematuros y se les hace un seguimiento posterior para ver si tienen el control oftalmológico, auditivo y cardiológico porque son niños de muy alto riesgo en los que el Estado invirtió mucho dinero para salvarlos; antes, los teníamos perdidos en el territorio y nadie sabía si se murieron o dónde estaban ni cómo. Además, tenemos una estrategia para hacer seguimiento de crecimiento y desarrollo infantil que nos permite detectar signos de alerta y evaluar qué medidas tomar. Está relacionado con autismo, hiperactividad y peso, donde ya la desnutrición no es un problema sino que es la obesidad. Vamos a tener que pensar en alguna estrategia para esto que se está viendo en la provincia, y a nivel mundial. El desafío es cómo pensar en mayor actividad física para los niños y en un cambio de alimentación.

Los otros ejes son la atención de la mujer, centrándose en la decisión del embarazo, anticoncepción, seguimiento del embarazo, salud sexual y reproductiva; la salud mental, que ya se está trabajando en la desmanicomialización con dispositivos territoriales y nuestros hospitales no están cerrados, antes si alguien tenía un problema de salud mental ningún hospital los recibía y ahora hay equipos de soporte que acompañan a la guardia en su atención, con lo cual no tienen que ir necesariamente a un hospital psiquiátrico para su atención; y los pacientes crónicos, es decir, qué equipo los atiende, como lo empoderamos en su autocuidado y trabajar en los centros de salud en la importancia de la actividad física y alimentación saludable.

Cambios en el Gabinete

La flamante ministra tiene pensado dar a conocer esta semana los cambios que implementará en su gabinete y en la gestión de los hospitales. “Estamos en una transición de reevaluación de los cargos, hay mucha gente que continuará, quizás en otro lugar. Probablemente, la semana que viene anunciemos los cambios en el gabinete”, aseguró, sin adelantar todavía las decisiones que medita por estas horas.

Mensaje al personal de Salud

“La fortaleza que tiene este Ministerio es que nos conocemos todos”, dice Andrea Uboldi, antes de dejar un mensaje a todo el personal que integra las distintas áreas de la repartición. “Atrás de un expediente, de un llamado o un mail hay una cara que sé donde está. Esto no es menor porque así uno sabe qué necesidades priorizar, porque son infinitas y no se puede hacer todo”.

Para Uboldi, “éste es un ministerio de puertas abiertas, donde nos tenemos que reforzar entre todos”. Y relata una experiencia vivida en 2008, cuando ingresó a la gestión provincial: “Me marcó mucho cuando empecé una pregunta que me hicieron: ¿quién es el respaldo de los trabajadores? Y el respaldo es el Ministerio; cada trabajador que tenemos en el territorio es parte de este ministerio, siempre hay un otro a quien puedo llamar, si no me responde hay un otro más arriba y, sino, estará el ministro”.

2_B_100_7691[1].jpg

Hace 8 años. La tenacidad y dedicación de la Dra. Uboldi fueron clave para lograr “encapsular” el brote de dengue que asoló a la localidad de Hersilia en 2009. “Los estudios de laboratorio daban negativo pero yo estaba segura que era dengue”, contó.

Foto: Jose Zenclussen / Archivo

Perfil

La doctora María Andrea Uboldi es médica especializada en infectología. Desde 2008 ha sido directora provincial de Promoción y Prevención de la Salud, hasta principios de 2017 que asumió como subsecretaria de Primer y Segundo Nivel de Atención en Salud. Tiene una dilatada trayectoria y experiencia en la salud pública no sólo en Rosario, donde ocupó cargos en el municipio, sino en todo el territorio provincial. Es docente de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).