Exigencia de Independiente...

Sin opción de compra, lo de Brítez no se concreta

Spahn había arreglado un préstamo con cargo pero sin opción de compra para el Rey de Copas. Ahora, para que se haga el pase, debe ponerle un costo al pase de Emanuel.

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¿La última foto juntos? Ema Brítez a punto de sacar un lateral en la cancha de Patronato ante la atenta mirada de Leonardo Carol Madelón. Fue en el Presbítero Grella, el día que lo expulsaron, el entrenador se enojó y lo mandó al micro como “castigo”. Después, dijo que lo quiere como un hijo y que es líder en Unión. Entre todas las partes, acordaron una salida elegante: ¿irá a Independiente? Foto: Mauricio Garín

De la Redacción de El Litoral

Hay cuestiones que están aceptadas en el mundo del fútbol. Y bajo el inmenso paraguas de los famosos “códigos”, muchos se quedan callados y no dicen nada. Madelón no dirá que “se cansó” de algunas cosas de Brítez y Ema tampoco dirá que necesita “sí o sí” un cambio de aire. Pero Spahn sabe que es así desde hace un tiempo. Quizás la gota que colmó el vaso fue esa roja en el Grella y el último gran enojo del DT.

Está claro que Unión no intenta darle salida a Brítez porque reciba a cambio una gran cantidad de dólares. Todo lo contrario. Es más, El Litoral accedió a una rareza del pase: si en un año de préstamo, Brítez juega una cantidad “x” de partidos, Unión no recibirá nada.

Es que la idea fue hacer lo de Brítez para Avellaneda de la misma manera que se hizo lo de Damián Martínez para Santa Fe. Ejemplo: se pone un valor simbólico del préstamo, supongamos 80.000 dólares. Pero en la medida que el jugador tiene partidos como titular, se va descontando de ese monto (algo así como 5.000 dólares por partido). En consecuencia, en la medida que el jugador “prestado” (Damián Martínez acá o Ema Brítez allá) tenga acción, su club de origen lo muestra, lo pone en valor de vidriera pero no recibe dinero.

Así las cosas, considerando las varias competencias del Rey de Copas (esos 24 partido en 120 días), lo más factible es que finalmente Ema Brítez juegue en Independiente y Unión no cobre un peso por el préstamo.

¿Qué consigue Unión?: descomprimir la relación de Brítez por año e intentar hacerlo madurar en Independiente. Y obligarlo a volver en 365 días, negándole al Rojo toda posibilidad de comprarlo. Igual que lo de Damián Martínez.

De todos modos, en las últimas horas del año surgieron algunas complicaciones para que la operación se pueda concretar. Aunque de todos modos, por ahora, no está “caída”.

Por un lado, varios medios nacionales pusieron la lupa sobre los aspectos negativos de Brítez y no en sus cualidades. Ejemplo: subieron los videos de cada polémica o expulsión (tiene 11 rojas) pero no de los 9 goles que hizo, una cifra más que interesante para un lateral.

Y después las redes sociales rojas y cada Twitter partidario de Independiente criticaba a los dirigentes por incorporar a Brítez sin tener una opción de compra del pase dentro de un año.

Esto último fue clave para que la dirigencia —más allá del gusto deportivo de Ariel Holan— “frenara” el pase. En principio, el mismo “Yoyo” Maldonado le dirá a Luis Spahn que “vamos a avanzar con el préstamo de Brítez, siempre y cuando Unión le ponga a Independiente una opción de compra al final del vínculo”.

Como lo reconoció públicamente, a esta operación la manejó exclusivamente el presidente de Unión con el dirigente de Independiente. Ahora, en el medio del baile, será Spahn el que deberá bailar: ¿qué opción de compra le pondrá al jugador-hincha?.