llegan cartas

Infinitas gracias

MARÍA ALEJANDRA ALASIO

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Hace dos años, leyendo el diario, me enteré de que el Ministerio de Educación de la provincia de Santa Fe había instrumentado un nuevo y moderno método de inclusión para aquellas personas que no habían podido terminar el secundario. Entonces comencé a leer que se trataba de un nuevo modelo nada tradicional, y así tomé conocimiento sobre la Plataforma Educativa, no presencial, virtual, con tutores en línea y un gran equipo interdisciplinario compuesto por profesionales sumamente calificados y comprometidos. Decido entonces saber cómo llegar a él.

Mi hijo de 33 años, Ramiro, padece el trastorno de Asperger (trastorno, no enfermedad). Siempre tuvo intentos fallidos de terminar su secundario, con fracasos repetidos, y pensé “esto va justamente a encuadrarse en su problemática”. Fue entonces que me dirigí a la Regional IX y fui atendida por un ser extraordinario que entrevistó a Ramiro y quedamos a la espera de su aceptación. Luego de algunos días, la profesora Mariel Loréfice nos comunicó que Ramiro podía matricularse en el plan. Es un verdadero desafío, pero con mucho entusiasmo se inscribió en el plan de estudios. Y nada queda al azar, porque inmediatamente una tarde llegó caminando a nuestra casa, un ser comprometido, sensible, maravilloso, el licenciado Sebastián Schneider. Sin tiempos y con la simplicidad de los grandes pedagogos habló con Ramiro y le explicó sobre el proyecto de una manera tan simple pero clara a la vez. Esto era un verdadero reto, no solo para él, sino para todo su entorno familiar. Luego conocimos a su referente de aula, Cecilia Sager. Ellos dos a partir de ese momento comenzaron la ardua tarea de volver a insertar a Ramiro en el mundo educativo. Claramente había pasado mucho tiempo y Ramiro, desorientado, temeroso y con muchos fracasos repetidos tenía que tener un acompañante pedagógico que volviera a trabajar con él en una Plataforma tan dinámica que resultaba a veces difícil de comprender. Pero como soy una persona de fe, sigo creyendo que los milagros existen a diario; sólo hay que darse cuenta de que se producen en nosotros, y éste fue uno de ellos. No fue fácil conseguir un pedagogo comprometido y dispuesto a colaborar en este tipo de abordaje educativo.

A través de su psiquiatra, la Dra. María del Sol Gastaldi, y su preocupación por Ramiro, me contacté con la licenciada Lucía Ferrando, un ser tan comprometido con su trabajo que cuando aceptó trabajar con Ramiro nunca miró el reloj contando su tiempo. Con él se dedicó a transmitir ideas, haciéndolo razonar y pensar por él mismo, sólo orientándolo. Descubrimos que Ramiro tenía guardados, seguramente sólo para él, saberes de muchos años que estaban ocultos en su mente; tal vez producto de rechazos, malos tratos, discriminación, marginalidad en todos los establecimientos que concurrió. Fue como si de su mente salieran mariposas llenas de conocimientos adquiridos y que decidió soltar. Este ha sido un gran año para él. Sus calificaciones son excelentes, y la devolución de sus tutores lo invita a seguir esforzándose cada día más. Por todas estas razones y como somos seres agradecidos de lo que la vida nos da, agradecemos por este medio a la ministra de Educación Balagué y a todo su equipo de colaboradores. Darle sólo gracias, gracias, infinitas, porque esto debe conocerse y difundirse. Hay muchos Ramiros, con sueños, y deben saber que la provincia cuenta con esta herramienta única e inclusiva que ha sido premiada en Latinoamérica. No todo está mal, destaquemos también lo que se ha hecho bien. Gracias a todo el equipo del Vuelvo; al equipo de profesionales que acompañan a mi hijo, que hoy es otra persona, que me puede deslumbrar con sus conocimientos, dándome la enseñanza de que cuando hay amor todo se puede.

Y sobre todo esto es un mensaje para aquellas tantas personas que no han podido terminar su secundario, no pierdan esta oportunidad...

¡Sigo creyendo en los milagros!