Ladrones violentos

Un robo de terror en barrio Sur

A una mujer y su hijo les tiraron gas pimienta y los maniataron. Les llevaron dinero. Ocurrió en Jujuy al 3000.

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“En este barrio, los robos se producen de manera constante; parece una zona liberada”, opinó Estela, una de las víctimas.

Foto: Danilo Chiapello

 

Danilo Chiapello

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Una mujer de 57 años y su hijo, de 36, padecieron una verdadera noche de terror a manos de un grupo de delincuentes que los atacaron en su vivienda de Jujuy al 3000, en el corazón de barrio de Sur.

Como suele ocurrir, todo comenzó de manera inesperada. Eran las 21.30 y el hombre se encontraba en la puerta, aguardando un remís para ir a trabajar. En un momento, ingresó a la casa para buscar un bolso, pero fue entonces cuando aparecieron en escena tres sujetos que irrumpieron también en el inmueble.

Uno de los malvivientes tiró gas pimienta en la cara del hombre, para luego maniatarlo con un cable y taparle la cara con una sábana. Segundos después, igual suerte corrió Estela, la madre, que fue sorprendida cuando regresaba del lavadero.

Lo que siguió fue una odisea que se prolongó durante media hora, que fue el tiempo que estuvieron los malvivientes dentro de la casa.

En ese lapso, sometieron a sus víctimas a todo tipo de amenazas para que les entreguen “dinero y joyas”, según narraron hoy las víctimas a El Litoral.

Con gas pimienta

* “Eran las 21.30 y yo había pedido un remís para irme a trabajar. Estaba en la puerta y entré para buscar mi bolso. En eso aparecieron tres tipos, que se me vinieron encima. Uno de ellos me roció la cara con gas pimienta y se quedó conmigo”, relató el dueño de casa a este diario.

“El otro agarró a mi mamá, que venía del lavadero. Le tapó la boca, la agarró de los pelos y la hizo sentar. Nos hicieron sentar a los dos en un banco. A mí me ataron las manos con un cable y me taparon la cara con una sábana. A mi madre la maniataron con los cordones de mi zapatilla y también le taparon la vista con un trapo en la cabeza.

“Después empezaron a ‘revoltijear’ toda la casa. Nos pedían plata y joyas. Me acordé de que tenía una plata guardada, pero antes le di mi billetera y mi celular. Ellos seguían buscando por todos lados. Los traje hasta el dormitorio, les entregué un dinero que tenía, pero ellos no quedaron conformes, me pedían más.

“Abrieron otros roperos y hicieron un desastre por toda la casa. Estimo que estuvieron como media hora adentro de la casa, hasta que se fueron. Primero salieron dos y luego el restante, que les había dicho a su compinches ‘me quedo un ratito más’. Una vez que se escaparon no se escuchó el motor de ningún vehículo”.

Quien primero logró zafar de sus ataduras fue la mujer, ya que no había sido reducida con tanta fuerza. Luego ayudó a su hijo a liberarse.

A cara limpia y sin armas

De los atacantes se supo que fueron tres hombres, de entre 25 a 30 años, los que actuaron a cara descubierta. Tenían entre 25 y 30 años y vestían de manera desprolija.

Si bien el trato que tuvieron con sus víctimas fue violento, se supo que en ningún momento exhibieron armas de fuego.

“La situación de este barrio es malísima en cuanto a la seguridad. Hace unos días vaciaron un negocio en Entre Ríos y Francia (El rey del yopo) y siempre nos enteramos de robos en casas de familia. Tenemos la comisaría cerca, pero aquí roban de manera constante. A nosotros nos tocó vivir esta media hora de terror. Me parece que esto es una zona liberada”, cerraron.