Tres puntos que cortan la mala racha y vuelve todo a la normalidad...

Con poco ganó mucho

  • Orden y solidez defensiva, un buen cambio (el ingreso de Bernardi) y el aprovechamiento de una pelota quieta, fue suficiente para volver a la victoria.
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Perdido en el abrazo de sus compañeros está Guillermo Ortiz, quien por su pasado leproso apenas levantó la mano pero no gritó el gol. También se observa la camiseta 10 de Guanca, que fue el encargado de patear el córner que llegó a la cabeza del defensor rojinegro. Foto: Marcelo Manera

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Rosario)

Como siempre digo, el fútbol (y podríamos agregar la política para aquellos que gustan prenderse en esa clase de discusiones) es materia opinable y nadie tiene la verdad ni la última palabra. Se podrían elaborar algunos conceptos lógicos, pero no por eso terminantes. Por ejemplo, equipo que juega bien, gana. Esto no siempre pasa, porque a veces no es necesario jugar bien 90 minutos para ganar un partido. Hay otros factores que pueden ayudar y muchas veces bastan y sobran. Porque ante la pregunta de por qué ganó Colón, surgen espontáneamente dos respuestas: 1) porque fue ordenado y tácticamente correcto; 2) porque aprovechó su ráfaga favorable y lo liquidó a su favor.

Pudo haber ocurrido muchas cosas anoche. Así como Colón lo ganó y bien, porque no se discuten los merecimientos para un equipo que, en un ratito, lo hizo revolcar de lo lindo al arquero rival, también el partido podría haber cambiado de dueño si Newell’s aprovechaba su momento favorable -el del arranque del segundo tiempo- o hasta el empate se podría haber convertido en un resultado admitido por lo que fue el trámite, opaco en muchos momentos, que tuvo el partido.

Hay dos cosas que, desde mi punto de vista, fueron clave en el resultado final del partido:

* 1) El retorno a las fuentes en defensa, sobre todo por ese “triángulo de solidez” que siempre formaron Conti-Ortiz-Fritzler, y que Domínguez, inexplicablemente, desarmó en el partido ante Boca. Lo bueno es que el técnico se dio cuenta y le devolvió la titularidad a Ortiz rápidamente. El que tuvo que pagar los platos rotos es Galván, a quien nadie puede discutir por sus condiciones y es un jugador que le cumplirá cuando falte alguno de los titulares, pero la responsabilidad pasó por el técnico y su decisión, poco feliz, de cambiar algo que estaba funcionando bien. Anoche, los tres jugaron muy bien y fueron el punto fuerte del equipo.

* 2) La solución que le dio el ingreso de Bernardi. La primera modificación no se entendió demasiado, porque Domínguez cambió delantero por delantero (Vera por Chancalay), cuando el problema no estaba arriba sino en la recuperación, tenencia de pelota y generación de juego, algo que es responsabilidad mayúscula de los volantes. Pero el cambio de Bernardi se notó. Entró bien, se hizo cargo de la pelota, le dio algo que el equipo no había tenido (explosión, frescura, cambio de ritmo) y así Colón emparejó un partido que no había arrancado bien en el segundo tiempo, porque también Llop echó mano al pibito Torres, que le creó muchos problemas a Escobar.

Desde el momento de la entrada de Bernardi se vio lo mejor de Colón, al punto tal que, de no haber pateado un solo córner en más de una hora de partido, tuvo cinco casi en forma consecutiva, y algunos de ellos como producto de jugadas de gol. Colón había sido un equipo apático y sin profundidad durante todo el primer tiempo y los primeros 20 minutos del segundo. Pero en esa ráfaga de 15 ó 20 desde la entrada de Bernardi, contó con tres o cuatro situaciones claras, generalmente como consecuencia del juego aéreo, como por ejemplo el cabezazo de Conti y el de Guanca, que motivaron sendas intervenciones de un Pocjrnic que estaba “de regalo” en el partido hasta ese momento porque Colón no lo obligaba a intervenir.

Durante la semana, Domínguez dijo que “siento que estoy encontrando el equipo”, pero metió dos modificaciones de nombres (Guanca y Ledesma adentro, Vera y Bernardi afuera) y otra posicional (Chancalay de delantero y no de volante como ante Independiente), y al final de cuentas, el jugador que desequilibró y que condujo el mejor pasaje futbolístico del equipo, fue Bernardi, uno de los excluidos.

De todos modos y más allá de los nombres propios -que son esenciales para definir a qué quiere jugar un equipo- hay una idea colectiva que anoche imperó en varios pasajes del partido: la del orden táctico. Pero esto no le alcanzó a Colón para decir que el equipo jugó bien, porque durante una hora de partido no supo atacar. Arrancó bien Guanca pero después se apagó, Mariano González ocupó espacios pero no fue claro en el manejo de la pelota ni tampoco le dio profundidad al juego, lo propio pasó con Ledesma, y arriba, los delanteros terminaron absorbidos y sin entrar en juego porque la pelota no les llegó. Todo esto cambió con la entrada de Bernardi y cuando se abrió el partido. La apatía y la falta de cambio de ritmo que había tenido en el primer tiempo, fue un claro contraste con el aporte inestimable que le dio el volante al que Domínguez le quitó la titularidad en este partido.

 
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Ortiz hizo realidad aquello de la “ley del ex”. Su cabezazo le dio a Colón los tres puntos y sumó preocupación en el club del que es hincha. En la foto, marcando a Brian Sarmiento, de floja actuación y que se fue disgustado con Llop porque lo sacó. Foto: Marcelo Manera

 

BAJO LA LUPA

ALEXANDER DOMÍNGUEZ (5).- Prácticamente no tuvo trabajo. Entre la inoperancia de Newell’s y el buen rendimiento de sus zagueros, le ahorraron trabajo. Noche tranquila.

CEBALLOS (5).- De menor a mayor en la marca, terminó bien en ese aspecto pero desnudando falencias técnicas cuando debió jugar la pelota.

CONTI (7).- Uno de los pilares de la victoria. “Olvidó” hacerse amonestar e hizo lo imposible en la parte final del partido, pero no lo consiguió. Ganó de arriba y de abajo, y en las dos áreas.

ORTIZ (7).- Fiel ladero del capitán, retornó a ese buen nivel del año pasado y que inexplicablemente no fue correctamente advertido por el técnico, que le quitó la titularidad ante Boca. Además, marcó el gol de la victoria.

ESCOBAR (5).- No repitió lo de Independiente, ni en la marca ni tampoco en el juego. Escaso aporte con la pelota y complicado, sobre todo cuando entró Torres en el segundo tiempo.

GUANCA (5).- Se ve que Domínguez lo tiene para que juegue en distintas posiciones, tanto por los costados como por el medio. Arrancó de volante por derecha, lo hizo bien al principio pero después lo absorbieron.

FRITZLER (7).- Otro de los puntos altos del rendimiento individual. Siempre bien parado, recuperando mucho, repartiendo bien el juego y hasta animándose con algunas pelotas largas.

LEDESMA (5).- Se acomodó mejor en el final del partido que al principio. Se jugó a su ritmo, que a veces se transformó en demasiado cansino.

MARIANO GONZÁLEZ (4).- Aplicado en lo posicional, tratando de dar una mano pero sin preponderancia en el juego. Llegó hasta tres cuartos de cancha y nunca pudo prevalecer en los sectores de peligro para la defensa rival.

CORREA (4).- Poco aporte, aunque en su defensa hab+rá que decir que la pelota le llegó realmente poco. Tuvo menos movilidad que Chancalay.

CHANCALAY (5).- Es cierto que el pibe exigió poco, pero la responsabilidad de Domínguez es encontrarle la posición para que complique y se sienta cómodo. Lo ideal sería que se tire atrás —algo que le gusta— pero que piense y actúe como un delantero, con el objetivo de llegar al gol seguido. Aportó movilidad y pidió siempre la pelota.

VERA (5).- Movedizo aunque sin pesar adentro del área. Agregó posibilidades ofensivas para un equipo que, hasta el momento de su ingreso, no había atacado casi nunca.

BERNARDI (7).- Fue clave. Colón fue un equipo totalmente distinto desde su ingreso. Volvió a ser ese jugador explosivo y dinámico de los mejores tiempos el año pasado.

ALAN RUIZ.- Su ingreso se dio en un momento propicio, ya cuando Colón había cambiado el trámite del partido y lo inclinaba a su favor, pero se nota que le está faltando ritmo competitivo.

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Esta fue una jugada propicia para Colón, pero Ceballos no pudo dominar la pelota y se le fue larga. Ledesma le había puesto un lindo pase por encima de todos los defensores rivales. Foto: Marcelo Manera

síntesis

Newell’s 0

Colón 1

Cancha: Newell’s.

Arbitro: Pablo Echavarría.

Newell’s: Pocrjnic; San Román, Varela, Fontanini y Evangelista; Sills y Bernardello; Braian Rivero, Fértoli y Brian Sarmiento; Leal. A.S.: Ibañez. Estuvieron en el banco: Bianchi, Nadalín y Ribero. DT: Juan Manuel Llop.

Colón: Alexander Domínguez; Ceballos, Conti, Ortiz y Escobar; Ledesma, Fritzler, Mariano González y Guanca; Chancalay y Correa. A.S.: Marinelli. Estuvieron en el banco: Jonathan Galván, Bastía y Estigarribia. DT: Eduardo Domínguez.

Gol en el segundo tiempo: 36 Ortiz (C).

Cambios en el segundo tiempo: en el inicio Joaquín Torres por Rivero (N); 16 m Diego Vera por Chancalay (C); 19 m Bernardi por González (C); 29 m Enzo Cabrera por Sarmiento (N); 31 m Alan Ruiz por Correa (C) y 34 m Denis Rodríguez por Sills (N).

Amonestados: en Colón no hubo.

La reserva, un calco

Con un lindo gol del juvenil Braian “Tucu” Galván, Colón rompió el maleficio del año en reserva y le ganó 1 a 0 a Newell’s en el mismo estadio Marcelo Bielsa, ya que esta vez fue verdadero preliminar de Primera y se disputó antes del partido principal.

Así, el equipo de Luciano Calcagno descubrió la victoria en Rosario, después de perder con Boca en Casa Amarilla y contra Independiente el fin de semana pasado en Santa Fe.

Newell’s Old Boys, dirigido por Héctor Bidoglio (ex DT de Colón en inferiores) alistó a: Temperini, Manenti, Bagala, Luque, Barra, Pardo, F. González, Cacciabue, L. Cabrera, Barrenechea y Rotondi.

Colón lo hizo con: Ignacio Chicco, Garcés, Quiroga, Vigo, Medrano, Miguel, Saravia, D. González, Sandoval, Galván y Heredia.