Audiencia preliminar

Se acerca el juicio oral a los hermanos Lanatta y Schillaci

El fiscal Estanislao Giavedoni adelantó que pedirá penas de 15 años de prisión para los tres prófugos que en el verano de 2016 pusieron en vilo a los santafesinos.

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Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci no estuvieron en la audiencia, pero sí deberán hacerlo ante un futuro juicio oral.

Foto: El Litoral

 

Redacción de El Litoral

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La Justicia santafesina dio un paso más en cuanto al esclarecimiento de una serie de delitos atribuidos a los hermanos Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci, protagonistas de la triple fuga de un penal de la provincia de Buenos Aires que finalizó en el verano de 2016 en territorio costero.

Este miércoles, el juez penal Nicolás Falkenberg estuvo a cargo de la “audiencia preliminar” celebrada en tribunales, aunque sin la presencia de los imputados, que permanecen alojados en la cárcel de Ezeiza por cuestiones de seguridad.

El fiscal del caso, Estanislao Giavedoni, explicó luego que “el objeto de la audiencia preliminar es básicamente el de la presentación y ofrecimiento de pruebas -testigos, prueba documental e información que brindan los distintos registros-, eso le permitirá al juez trazar la ruta de lo que va a ser el futuro juicio oral y como se va a desarrollar”.

Puntualmente, “es un caso donde están acusados los hermanos Lanatta y Cristian Schillaci por hechos que ocurrieron en nuestra jurisdicción, por lo que interviene la justicia ordinaria”, señaló el representante del órgano acusador.

Además del juez y el fiscal, participaron de la audiencia el defensor Regional del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal (Sppdp) de Santa Fe, Leandro Miró, y la Dra. Magalí Mazza, del mismo organismo. Ambos fueron quienes se hicieron cargo de la defensa de los prófugos y viajaron a Helvecia, donde quedaron alojados los tres hombres más buscados de la Argentina, apenas cayeron en manos de la policía provincial.

Máxima seguridad

Por el lado de la acusación, el fiscal Giavedoni explicó que si bien para un eventual juicio oral los imputados “van a tener que estar presentes”, en esta ocasión se hizo una excepción -prevista por la ley-, ya que “desde la Procuraduría General de la Nación se informó sobre los inconvenientes que generaba el traslado de los detenidos para esta audiencia”. “Además, se contaba con la expresa anuencia por parte de ellos al abogado defensor para la realización de la audiencia”, aclaró.

A groso modo, Giavedoni destacó que los delitos atribuidos al trío son los de “privación ilegítima de la libertad en dos oportunidades, robos calificados en poblado y en banda calificado por la utilización de armas de fuego y portación y tenencia de armas de fuego” y que a pesar de que los tres se encuentran privados de la libertad por hechos más graves ocurridos en otras jurisdicciones, igualmente “se solicitó la prisión preventiva para eventuales circunstancias que se puedan dar en el proceso”. “En casos hipotéticos que alguno de ellos quede en libertad por alguna de las causas que tiene, en relación a ésta, también estaría resolviéndose la prisión preventiva”, agregó.

“Estado de necesidad”

Además, el fiscal fue consultado acerca de la teoría de la defensa de los prófugos, que sostuvo que existiría un “estado de necesidad exculpante”, y que por ello pedirán la absolución.

“Nosotros cuando hacemos la presentación de las pruebas tenemos que informar el motivo de por qué lo hacemos, en el caso de la defensa lo que van a intentar probar está relacionado con un estado de necesidad exculpante digamos, que sería que ellos hicieron lo que hicieron porque se encontraban en un estado de necesidad y que los impulsaba a realizar esas conductas. Eso va a tener que ser probado y valorado después por los jueces, ya que el juicio va a estar integrado por tres jueces”, abundó Giavedoni. Por contrapartida, “la teoría de la fiscalía va a ser otra y está dirigida a la condición de los hechos concretos que entendemos que se sucedieron”.

Por ello, “vamos a pedir 15 años de prisión” para cada uno de los acusados, porque “para nosotros existió la comisión de un delito y no existirían elementos para excusarse de haberlo cometido sin el dolo suficiente”.

Los hechos

El 31 de mayo de 2016, el fiscal Estanislao Giavedoni y el defensor Leandro Miró viajaron al Complejo Penitenciario Federal Nº 1 de Ezeiza para formalizar la audiencia imputativa contra Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci.

Los hechos que se les atribuyeron entonces fueron el robo de una camioneta VW Amarok propiedad del laboratorio Bayer y la privación de la libertad de su conductor, un ingeniero agrónomo de la firma, el cual fue sorprendido el 7 de enero de 2016 en zona rural mientras realizaba un control a campo.

Con ese vehículo, el trío que acababa de ser descubierto por Gendarmería, logró llegar hasta Santa Fe, donde mantuvo cautivo al ingeniero durante más de 24 horas, en pleno centro de la ciudad.

Luego aprovecharon un momento de distracción de sus perseguidores y escaparon rumbo a la costa por la Ruta 1, hasta que fueron nuevamente advertidos y comenzaron a quedar cercados.

En esa circunstancia, protagonizaron un vuelco con la Amarok en cercanías de la localidad de Campo del Medio, donde bajo amenaza de muerte robaron otra camioneta el 9 de enero, esta vez una Toyota Hilux de un productor rural.

Esa mañana, Martín Lanatta se entregó en un campo cerca de Cayastá, mientras que sus cómplices fueron descubiertos el 11 de enero dentro del molino arrocero Spaletti, donde se presume que mantuvieron cautivo a un empleado, hasta que finalmente se entregaron.

En cuanto a la calificación legal, encuadraría dentro de las figuras de “privación ilegítima de la libertad calificada”, “robo calificado por ser cometido en banda y en poblado y con la utilización de arma de fuego” y “tenencia de arma de fuego de guerra”.