Llegan cartas

¿Qué nos pasa Santa Fe?

MARTA SNAIDERO

DNI 12.215.210

No sabemos si nuestra ciudad será la que antiguamente pronosticaron que desaparecerá bajo el agua. Por el fenómeno que sea, natural o desidia humana, el descontrol lleva a situaciones irreparables y no sería un despropósito pensar que vamos en ese camino. Me permito hacer la siguiente enumeración.

La basura en principio, es trasladada a otros barrios, depositada en las vías de un tren fantasma o en el cesto vecino. Me pregunto, ¿cuántos cestos hay por cuadra? Y encima, las empresas de recolección de residuos que los recogen, lo hacen donde y cuando quieren.

Por otra parte, las motos pareciera que pueden comprarse con permiso para pasar semáforos en rojo. También hay empleados municipales fumigando sobre pasto cortado hace meses y no recogido, hay agua nauseabunda estancada que promueve la radicación de insectos y éstos, enfermedades.

Quienes poseen vehículo, deben cambiar con asiduidad los amortiguadores de sus autos al “caer” en sendos pozos. La ciudad “socia” de compañías de seguro parece estar convertida en una pista con obstáculos.

Se aprueban suculentos presupuestos provocando endeudamiento, “desconociendo” resoluciones emanadas del Concejo, en donde se “sugiere” al poder ejecutivo atender a puestas en valor con menor inversión.

Boletas, facturas y otros servicios que no llegan a destino. Señalética borrosa y numeración domiciliaria escasa y no muy visible.

Se apoya la construcción de un puente Santa Fe-Paraná cuando el tan prometido Santa-Fe-Santo Tomé sigue causando estragos en horas pico; todavía gris, siempre gris.

Sobran multas por causas inventadas. Una vez que figuras en una, entras a la lista de “infractores” aunque ya no lo seas.

Hay acuerdos en paritarias que rápido son mentiras, y sumas fijas para activos discriminan a los pasivos.

Por último, nuestros muertos, muertos están. ¿Será por ello que no interesa dónde van a parar? Cajones afuera de los nichos, árboles creciendo en techos de mausoleos, cremaciones que se vuelven famosas por confusión de tumbas.

Tan sólo algunos “errores” humanos. Espero que estos dos mandatos de la gestión actual sean aprovechados para comenzar a arreglarlos y así Santa Fe no desaparecerá bajo las aguas algún día.