Unión jugó muy bien, en el mismo nivel que aquella vez ante Racing...

Para colgar en un cuadro

Literalmente, el equipo de Madelón lo borró de la cancha a Banfield y lo superó claramente. El primer tiempo fue de gran nivel futbolístico; en el segundo, con algo más de paridad, el Tate dio la sensación siempre de estar más cerca del tercero que el rival del descuento.

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Genio y figura. Nelson Acevedo y la vista fija en la pelota, su mejor aliada en la tarde-noche del sur del Gran Buenos Aires. Otra vez, el chaqueño jugó un gran partido, fue figura y se llevó los mejores elogios.

Foto: Ignacio Izaguirre

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Buenos Aires)

Muy bien Unión. El primer tiempo, como aquella actuación de finales de enero ante Racing, fue casi perfecto. Anticipo permanente en la defensa, orden, buen juego, rotación, desborde por los laterales y gol. Ni siquiera necesitó de sus “ases” (Gamba-Soldano) para irse al descanso ganando 2 a 0. Y después, si el marcador no se modificó con algún gol más, fue simplemente porque se falló en el último toque. Más allá de lo que ocurrió en el arranque del segundo tiempo, con un Banfield que emparejó un poco el trámite y tuvo algunas jugadas de peligro frente al arco de Nereo Fernández, la sensación fue que Unión siempre estuvo más cerca del 3 a 0 que Banfield del 2 a 1.

Literalmente, Unión lo borró de la cancha a Banfield en el primer tiempo. Lo sometió. Lo convirtió en un equipo “fantasma”, con dos delanteros que quedaron atrapados allá arriba sin intervenir o teniendo que retroceder demasiado para tocar la pelota. Para ello, la idea de equipo corto, compacto, con la línea de cuatro apretando a espaldas de los volantes, con muchísima intensidad e inteligencia para saber por dónde atacar, se convirtió en el común denominador de un Unión que le puso mucho entusiasmo al partido.

¡Tremendo partido de Acevedo! En el mismo nivel de aquel partido con Racing y manejando totalmente los tiempos. Está comprobado que Unión funciona con Acevedo como termómetro futbolístico del equipo. Si él anda bien, el resto no tiene ningún pretexto para no andar bien. Además, respaldado en otro muy buen desempeño de Mauro Pittón, movedizo e inteligente para desprenderse de esa línea de volantes, apareciendo en sectores ofensivos y sorprendentes para el rival.

Unión controló y dominó ese primer tiempo de principio a fin. Y la inteligencia a la hora de atacar se dio por la insistencia a aprovechar las espaldas de Bettini (así llegó la jugada del primer gol) y generando sociedades por los laterales para hacerle el 2-1 al marcador rival. Puso la pausa en los momentos necesarios, aceleró cuando era debido y además jugó con mucha precisión y confianza, empezando por los de atrás, que al momento de marcar casi no tuvieron fallas.

La entrada de Dátolo para tratar de ganar un poco más de posesión de pelota en el medio le dio algo de resultado a Omar Piccoli. Por lo menos, se vio un Banfield con una actitud distinta en el primer pasaje del segundo tiempo. Debió aparecer Nereo para evitar el gol (ya antes lo había hecho en el primer tiempo con el partido 0 a 0), pero no se dio en el marco de un cambio de dominador del partido. En todo caso, hubo cierto emparejamiento que duró un ratito. Madelón lo advirtió rápidamente y le dio aire al mediocampo con Zabala y con De Iriondo. El equipo se fue acomodando a las circunstancias, sobre todo cuando entró el volante de marca y tuvo que cambiarse de carril Zabala y debió correrse Mauro Pittón a la derecha. Unión no cambió su ambición ni tampoco la relegó. Siguió yendo al frente siempre y, como ya se dijo, estuvo más cerca del 3 a 0 que Banfield del 2 a 1.

¡Muy bien Unión! Sobre todo porque el equipo recuperó del todo la memoria y coronó una actuación, desde el plano futbolístico y más allá de la victoria que se valoriza muchísimo por el rival, similar a la que había tenido con Racing. El primer tiempo fue de lujo. Lo convirtió a Banfield en un verdadero partenaire, asumiendo un protagonismo total del partido. Y en el segundo tiempo controló todo y no dejó de pensar, ambiciosamente, en el arco de enfrente.

Pero lo bueno, lo más rescatable, es que la recuperación se acentuó, se hizo progresiva y siempre dando pasos importantes y hacia adelante. Venía de jugar bastante mal tres partidos, levantó en el clásico, hizo bien los deberes (mejor que ante Colón) en cancha de San Lorenzo, recuperó eficacia y goleó a Temperley y lo de este partido fue, sin dudas, como para colgar en un cuadro.

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Los goledores de la noche. Mauro Pittón y Franco Fragapane fueron claves en la construcción del resultado y coronaron, en la red de Banfield, la supremacía absoluta de Unión en todo el partido.

Foto: Ignacio Izaguirre

Síntesis

Banfield 0

Unión 2

Cancha: Banfield.

Árbitro: Andrés Merlos.

Banfield: Facundo Altamirano; Gonzalo Bettini, Renato Civelli, Jorge Rodríguez y Claudio Bravo; Mauricio Sperduti, Eric Remedi, Enzo Kalinski y Juan Pablo Álvarez; Pablo Mouche y Darío Cvitanich. A.S.: Cambeses. Estuvieron en el banco: Ortiz, Linares y Villagra. DT: Omar Píccoli (interino).

Unión: Nereo Fernández; Brian Blasi, Yeimar Gómez Andrade, Jonathan Bottinelli y Bruno Pittón; Santiago Lebus, Nelson Acevedo, Mauro Pittón y Franco Fragapane; Lucas Gamba y Franco Soldano. A.S.: Castro. Estuvieron en el banco: Balbi, Vitale y Gallegos. DT: Leonardo Madelón.

Goles en el primer tiempo: a los 29 min, Mauro Pittón (U); a los 42 min, Fragapane (U).

Cambios en el segundo tiempo: antes del comienzo, Jesús Dátolo por Álvarez (B); a los 12 min, Diego Zabala por Lebus (U); a los 26 min, Julián Carranza por Sperduti (B); a los 34 min, Luciano Gómez por Betini (B) y Manuel de Iriondo por Gamba (U) y, a los 43 min, Rodrigo Gómez por Fragapane (U).

Amonestados: en Unión no hubo

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Era lo que le faltaba. Franco Fragapane había estado cerca en varias ocasiones y sólo pudo convertir contra Belgrano en Santa Fe. Pero apareció en toda su dimensión para conectar el centro de Blasi como si fuese un “9” y sellar el resultado. Además, casi convierte el segundo de su cosecha pero se lo tapó el arquero.

Foto: Ignacio Izaguirre

BAJO LA LUPA

NEREO FERNÁNDEZ (6).- Dos buenas atajadas, una en cada tiempo. La del primero fue un remate de Sperdutti. La del segundo, un cabezazo complicado que se le metía abajo.

BLASI (7).- Su mejor partido desde que llegó a la primera de Unión. Sólido en la marca —salvo alguna distracción— y eficiente en la subida por el lateral. Le puso la pelota a Fragapane en el segundo gol.

GÓMEZ ANDRADE (7).- No perdió nunca, ganó siempre y anticipó toda la noche frente a delanteros complicados como Mouche y Cvitanich. Se le achaca una mano adentro del área que fue dudosa. Calculó mal, saltó antes y le pegó.

BOTTINELLI (6).- Tiempista, transmitiendo mucha sobriedad y tranquilidad. Ha vuelto a ser el defensor implacable y seguro de casi todo el torneo.

B. PITTÓN (6).- Bien otra vez. Fuerte, impasable y confiado para pasar al ataque. Es un jugador que aporta variantes de juego y ataque.

LEBUS (5).- Aplicado desde lo táctico, ordenado y con mucho despliegue. No anduvo bien con la pelota. Se notó algo de nerviosismo o inseguridad en el manejo. Casi convierte un gol (cabezazo que tapó Altamirano).

M. PITTÓN (8).- Se comió la cancha, marcó un gol, apareció por cualquier parte y por sorpresa, marcó y corrió una enormidad. Estuvo en un gran nivel, apenas tapado por la labor de excepción de Acevedo.

ACEVEDO (8).- Cuando juega bien, el equipo juega bien. Ya ese concepto sirve para demostrar la gran trascendencia que tiene en el equipo. Otro que se comió la cancha. Fue el jugador que manejó el partido a gusto y placer.

FRAGAPANE (7).- Se le dio el gol, como ponerle la frutilla al postre después de actuaciones muy provechosas para el equipo pero no tanto para su lucimiento personal. Tremendo despliegue y gravitación. Muy buen partido.

GAMBA (6).- Se movió por todo el frente de ataque, fue inteligente para picar a espaldas de los marcadores de punta y así armó la jugada del primer gol. Como siempre, bien e importante, por más que no convierta.

SOLDANO (6).- Casi los mismos conceptos que para su compañero de ataque. Estuvo cerca del gol en un centro de Bruno Pittón que no alcanzó a conectar por muy poco.

ZABALA (6).- Entró bien, con ritmo, como demostrando que el desgarro sufrido en el clásico ya forma parte del pasado. Arrancó por derecha y terminó por izquierda.

DE IRIONDO.- Le dio equilibrio y aire al mediocampo. Madelón apostó a su ingreso para no sufrir contratiempos. Lo consiguió.

GÓMEZ.- Apenas la posibilidad de un mano a mano que terminó con un foul en su contra y un tiro libre que rebotó en la barrera. Poco tiempo en la cancha.