SEGUNDA TEMPORADA DE “SIETE LLAVES”

Costumbres argentinas

La obra que dirige Antonio Germano es una comedia centrada en una familia que se reúne un domingo a la mañana para tomar una serie de decisiones. Se presentará los días 6, 7 y 28 de abril.

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Situaciones absurdas, cómicas y grotescas son las que forjan la obra de Germano.

Foto: Gentileza producción / José Gunsset

 

Redacción de El Litoral

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La obra teatral “Siete llaves”, que se estrenó el año pasado bajo el formato de “sainete contemporáneo”, iniciará su segunda temporada a través de una serie de funciones que se desarrollarán durante el mes de abril. La primera será el viernes 6 desde las 21.30 en la sala ubicada en Estanislao Zeballos 3074. Luego se trasladará, los sábados 7 y 28 de abril, al espacio de San Jerónimo 2673.

La obra, escrita y dirigida por Antonio Germano, está ambientada un domingo a la mañana en el seno de una familia que discute su destino en el patio. “Chistes y risas entre sueños por la herencia, las elecciones de vida, la competencia entre cuñadas y una rara enfermedad del papá, generan situaciones absurdas, cómicas y grotescas”, dicen los realizadores.

El elenco está integrado por Claudio Casco, Gustavo Lauto, Alejandra Digliodo, Roberto Trucco, Vilma Romero, Julio Di Santi y Ariel Eier Pic. El diseño y realización de vestuario estuvieron a cargo de Osvaldo Pettinari, la escenografía la montó Ariel Eier Pic, el diseño gráfico está a cargo de Marina Gómez Romero, la fotografía es de José Gunsset, el sonido y la iluminación de Nicolás Sánchez, la producción y prensa son de Rosana Balbuena.

Influencias

En una entrevista concedida el año pasado a El Litoral, Germano comentaba que la idea de la obra pasaba por “rescatar una forma de comedia que fue muy popular en la Argentina, tanto en teatro como en cine y televisión. La gente puede recordar ‘Esperando la carroza’ como película muy conocida o en televisión ‘Los Campanelli’, ‘Los Benvenuto’. O sea, la típica comedia que sucede el domingo a la mañana. Los sainetes clásicos argentinos de 1900, en su mayoría, empezaban la trama a la mañana y la terminaban a la noche con un baile de tango y milonga y unas puñaladas. Eso era lo clásico y lo tradicional. Después se fue transformando en eso que era ir los domingos a la casa de mamá, más o menos ‘Los Campanelli’. Esa costumbre terminó, los argentinos fuimos cambiando, las familias son más chicas y ahora el sainete estaría en una eventualidad. En este caso, Pipi ha quedado sola en la gran casona familiar y convoca a todos los hermanos porque dice que papá se va a morir. En realidad, papá no se va a morir, no quiere morirse. Lo que quiere ella es rehacer su vida y que sus hermanos se hagan cargo del papá. Y ahí se producen todos los enredos y el humor. Básicamente, la idea es transmitir ideas a través del humor y la risa”.