Perdió en tiempo de descuento ante un equipo que está “dulce”...

Colón se llenó de bronca e injusticia

No jugó un buen partido, pero tampoco fue menos que Godoy Cruz. Era un empate clavado hasta que llegó la jugada del final, cuestionada por casi todos.

Colón se llenó de bronca e injusticia

Juega bien pero muy lejos. Nadie puede dudar de la jerarquía técnica de Alan Ruiz, algo que queda en claro cada vez que acaricia la pelota con la zurda. Pero terminó casi de doble cinco al lado de Bastía, a 50 metros del arco rival, en una posición donde es muy complicado que lastime. El técnico le dio la continuidad necesaria para que agarre ritmo, porque venía de estar “parado” en Portugal. Debe jugar 30 metros más adelante.

Foto: Gentileza Diario Los Andes

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Mendoza)

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Duele por lo injusto, porque fue en el tiempo de descuento y cuando el partido se moría con un empate para el que Colón había hecho méritos suficientes. Sin jugar bien, esto también vale la pena decirlo. Pero en un contexto de chatura, las virtudes (pocas) y los defectos (bastantes) de uno y otro se habían repartido en forma equitativa. Godoy Cruz lo iba ganando por oportunista en el primer tiempo. Y Colón emparejó el trámite e hizo lo suficiente para empatarlo en el segundo tiempo. Era eso, un empate clavado y justo. Pero una vez más, el fútbol se encargó de demostrar que los goles no se merecen, sino que se hacen. Y en una jugada aislada, Godoy Cruz se quedó con todo cuando no había hecho más que Colón en el balance final del partido.

Ni Godoy Cruz fue el “cuco” que parecía en la previa, ni tampoco Colón dio la imagen de “improvisación” o de equipo “disminuido” por las ausencias notorias con las que afrontó el partido. Se emparejó todo. La estrategia de Colón fue regalarle la salida a los defensores mendocinos y empezar a apretar en el mediocampo. Le costó sostener el dominio de la pelota y muchas veces se buscó sorprender con pelotazos ante el adelantamiento del rival. Godoy Cruz supo desde el inicio que debía hacerse dueño del trámite, pero fue sólo una sensación con poca concreción. La cuestión era abrir la cancha, desbordar por afuera y meter centros. Si bien Colón no dio una imagen total de seguridad, en defensa, se las compuso para no desequilibrarse. Y el gol llegó como consecuencia de una jugada ensayada (tiro de esquina al primer palo para aprovechar la gran confusión entre delanteros que entran y defensores que intentan sacar una pelota que llega a gran velocidad).

Sin embargo, Colón había contado con un par de situaciones. La cabeza y el pie izquierdo de Estigarribia habían tenido sus chances como para igualar el partido. Teniendo poco la pelota e incurriendo en imprecisiones, es cierto, pero con algunas aproximaciones que hicieron tambalear la estructura defensiva de un equipo que parecía más peligroso en la tabla y por los antecedentes, que por lo que mostraba en la cancha.

Por eso, apenas bastaron algunos pequeños retoques, un toque de frescura con la entrada de Chancalay y, sobre todo, una actitud que cambió y que transformó a Colón en un equipo más ambicioso a partir de los 15 minutos del segundo tiempo. Godoy Cruz empezó a hacer todo lo posible para que Colón le empatara el partido. Se replegó. Desaparecieron del partido Pol Fernández y Álvaro González, que habían complicado en el primer tiempo. Le cedió la pelota y el terreno a Colón. Y el partido cambió de dueño.

Cuando el pibe Chancalay metió el remate esquinado que dejó sin chances a Burián, daba la impresión de que el partido estaba para cualquiera y que si Colón se animaba y tenía contundencia, podía dar vuelta la historia. Se había quebrado el rival, estaba partido y sin rumbo futbolístico. Mientras tanto, Colón se había quedado con un equipo netamente ofensivo en los nombres y en la idea. Alan Ruiz se volcó por derecha, Heredia se paró de doble cinco para acompañar a Bastía y Chancalay se abrió por izquierda, quedando la dupla Vera-Correa arriba. Todos nombres con juego y con vocación ofensiva, que habían sido el manotazo de Domínguez para empatar el partido, pero que servían para buscar redoblar la apuesta.

El partido se abrió, pero nunca dio la sensación de que alguno de los dos se podía quedar con el premio mayor. Era un empate que, más allá de la obligación lógica de Godoy Cruz por ser local (no correspondida en el juego y ni siquiera en la postura de equipo dominante, que tampoco la tuvo en el segundo tiempo) y la de Colón por estar mejor posicionado en esa parte final, parecía inamovible. Sin embargo, Santiago García demostró por qué es un jugador desequilibrante y en la única que tuvo para definir adentro del área marcó una clara diferencia con Vera, por ejemplo, que desperdició una situación similar cabeceando a las manos de Burián después de un lindo centro de Escobar desde la izquierda.

Era un empate clavado y justo; terminó siendo una victoria inmerecida de Godoy Cruz. No sirve como aliciente para Colón, porque no hubo una mejoría futbolística ostensible ni nada que se le parezca. Pero es la realidad. Godoy Cruz tampoco jugó un buen partido y quizás en eso haya tenido algo que ver Colón. Por eso, entre la liviandad de ambos se generó un partido de pocos atractivos y que tuvo dos tiempos bien definidos. Lo suficiente como para justificar un empate que, en el final, se terminó quebrando e inclinando a favor del que supo tener contundencia en el momento más complicado. Solamente por eso lo ganó Godoy Cruz.

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Tenía la llave del partido. Si bien al gol lo hizo “el Morro” García, los honores de potrero fueron todos para Ángel González que se la llevó con picardía, dejó parado a Conti y con un “tres dedos” espectacular lo dejó el moreno mano a mano con el ecuatoriano Alexander Domínguez para sentenciar el 2-1 sobre la hora en el Malvinas Argentinas de Mendoza.

Foto: Télam

BAJO LA LUPA

ALEXANDER DOMÍNGUEZ (4).- Le faltó más reacción en la jugada del primer gol. Dio la impresión de esperar demasiado el desenlace de la jugada. Tuvo parte de responsabilidad. No cortó antes el trayecto de la pelota.

TOLEDO (5).- No estuvo tan seguro, ni en la marca ni tampoco en el juego. No aportó ni claridad ni sorpresa cuando se proyectó al ataque.

CONTI (5).- Otro que no estuvo a la altura de lo que venía haciendo y de la seguridad que casi siempre mostró. La prueba evidente es cómo quedó descolocado y dando la sensación de salida a destiempo en el segundo gol del Tomba.

ORTIZ (5).- El mismo concepto que para su compañero de zaga. No estuvo en el nivel que se le conoce.

ESCOBAR (5).- Alternó buenas y malas, tanto en defensa como en ataque. Se complicó un poco con la movilidad de Alvaro González.

GUANCA (4).- Flojo partido. No aportó nada, ni en la contención ni tampoco en el armado del juego. No logra demostrar en la cancha la confianza que se gana con el técnico durante la semana.

BASTÍA (5).- Mucho despliegue y amor propio. En ese aspecto, “el Polaco” no falla. Se la “bancó” incluso cuando Domínguez arriesgó y terminó el partido con un mediocampo plagado de jugadores de juego y ataque.

FACUNDO SILVA (5).- Trató de empujar al equipo, aun con sus imprecisiones y la falta de ritmo competitivo. Estaba cansado cuando se fue reemplazado, más allá de que Domínguez buscó más juego con Heredia.

ESTIGARRIBIA (4).- Su virtud fue aparecer en un par de ocasiones por izquierda con chances de convertir. Su defecto fue no haber aprovechado estas situaciones.

ALAN RUIZ (5).- Por momentos jugó muy retrasado. Cuando recibió la pelota cerca del área supo complicar. De todos modos, se nota que todavía le está haciendo falta “una marcha más”.

CORREA (5).- Pocas chances para aprovechar adentro del área. Se movió por todo el frente de ataque pero tampoco contó con situaciones claras para capitalizar su olfato goleador.

VERA (4).- No fue su ingreso, precisamente, el que colaboró para que el partido se inclinara a favor de Colón. Coincidió con eso, pero no fue por lo que él aportó.

CHANCALAY (6).- Le dio frescura, cambio de ritmo y gol al equipo. Le pegó muy bien desde afuera del área para convertir el empate parcial que no se pudo sostener en el final.

HEREDIA.- Su regreso al equipo terminó siendo negativo porque se lesionó y probablemente se despida hasta el torneo que viene.

Síntesis

Godoy Cruz 2

Colón 1

Cancha: Estadio Malvinas Argentinas de Mendoza.

Árbitro: Fernando Rapallini.

Godoy Cruz: Burián; Abecasis, Viera, Cardona y Angileri; Angel González, Serrano, Elías y Pol Fernández; Garro y Santiago García. A.S.: Ramírez. Estuvieron en el banco: Felipe Rodríguez, Báez y Lencinas. D.T.: Diego Dabove.

Colón: Alexander Domínguez; Toledo, Conti, Ortiz y Escobar; Guanca, Bastía, Facundo Silva y Estigarribia; Alan Ruiz y Correa. A.S.: Marinelli. Estuvieron en el banco: Clemente Rodríguez, Jonathan Galván y Leguizamón. D.T.: Eduardo Domínguez.

Goles: en el primer tiempo, a los 27 min, Cardona (GC). En el complemento, a los 33 min, Chancalay (C) y a los 47 min, Santiago García (GC).

Cambios: en el segundo tiempo, a los 14 min, Vera (C) y Chancalay (C) por Guanca y Estigarribia; a los 20 min, Henriquez (GC) por Serrano; a los 27 min, Heredia (C) por Silva; a los 32 min, Ramis (GC) por Garro y, a los 43 min, Riolfo (GC) por Pol Fernández.

Amonestados: en Colón, Bastía y Conti.

Incidencia: a los 47 min del segundo tiempo, fue expulsado el preparador físico de Colón, Pablo Santella.

Implacable de local

Con un partido menos (11 de Boca contra 10 de Godoy Cruz), el equipo mendocino está segundo en la tabla de los que más puntos sumaron en condición de local en esta Superliga.

Esa hipotética tabla la encabeza Boca con 30 puntos y le sigue Godoy Cruz con 27, producto de 9 triunfos en 10 partidos.

Los mendocinos ganaron todo lo que jugaron en el Malvinas Argentinas, salvo el partido con Racing cuando cayeron derrotados en el último minuto. De locales, son implacables.