El sábado 28, en La Moreno

“Transfrappé” de Mar del Plata a Santa Fe

El elenco encabezado por Marcelo Mariani y el santafesino Matías Ramírez trae lo mejor de sus dos espectáculos de la temporada estival. En la entrevista, Ramírez cuenta los desafíos del humor y el transformismo, en una propuesta independiente a la altura de los nombres mediáticos.

“Transfrappé”  de Mar del Plata a Santa Fe

Marcelo Mariani como Moria Casán, Matías Ramírez en la piel de Mamá Cora y Guillermo GH, encarnando a Susana Giménez, integrantes de un encuentro único.

Fotos: Gentileza producción

 

Ignacio Andrés Amarillo

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El próximo sábado 28 de abril desde las 22, en La Moreno (Marcial Candioti 3341) se presentará “Transfrappé”, espectáculo de humor y transformismo llegado desde la temporada marplatense encabezado por Marcelo Mariani, con actuación estelar del santafesino Matías Ramírez; completan el elenco Guillermo GH, Junior Asensos y José María Godoy.

El valor de las entradas anticipadas es de 300 pesos; se pueden comprar en la sala, o solicitarla a domicilio al celular 342 468-8227 o al Facebook Matías Ramírez.

Experiencia

En diálogo con El Litoral, Ramírez contó: “Vengo haciendo temporadas desde que salí del ‘Bailando’, hace nueve años. Siempre contratado por alguna empresa de Buenos Aires; en este caso me llamó para ‘Transfrappé’ Marcelo Mariani, la cabeza del espectáculo, quien hace 22 años que está haciendo en la calle Rivadavia de Mar del Plata teatro independiente en trasnoche”.

“Este año fui convocado para hacer dos espectáculos distintos: uno se llama ‘Los elegidos’, dentro de ‘Transfrappé’, y el otro ‘Los victoriosos’. Hacíamos un día uno y al siguiente el otro; el mismo elenco con distintos personajes, distintos cuadros”, destacó.

—Un trabajo tremendo, tener preparado en la cabeza...

—Tener distintos cuadros cómicos estaba bueno. Sí, se mantenían los personajes principales, que eran Susana Giménez, Moria Casán y Mamá Cora. En una parte Mamá Cora hacía su monólogo y en el otro espectáculo se encontraba con Susana. El éxito fue todas las noches, a sala llena, localidades agotadas en el Teatro Victoria de la calle Rivadavia. Es un show cómico-musical, con mucha interacción con el público, muchos cuadros cómicos, se maneja mucho el transformismo e imitaciones: además de las que nombré se hace a Liza Minelli, Raffaella Carrà... La idea es traer a Santa Fe lo mejor de los espectáculos.

Noche a noche

—¿Cómo es el público de la medianoche?

—Era estar todo el tiempo en el teatro y manejarse: en las temporadas se vive más de noche que de día; durante el día dormíamos. Después era arrancar a las nueve de la noche y terminar el espectáculo a las tres y media de la mañana, a veces a las cuatro (porque había un espectáculo antes del nuestro y entregaban siempre tarde). En Mar del Plata no se nota mucho, porque la gente anda todo el tiempo.

—Es un público que está con la cabeza liberada.

—En el trasnoche la gente termina de comer, de pasear, y a lo último se pone a ver un espectáculo; y teníamos competencia alrededor. Arrancábamos a las 0.45, y a las 0 ya teníamos localidades agotadas. Como es un teatro independiente, todos los días era un volver a empezar: llegábamos y no sabíamos con qué nos podíamos encontrar, porque la gente decide comprar las entradas a lo último.

—¿Cómo fue la difusión? ¿Boca a boca?

—A lo primero uno apuesta a la marquesina, que era gigantesca, de seis metros por tres. Encima estaba en una de las esquinas principales de Mar del Plata, que es Rivadavia y Santa Fe. También invitábamos gente en la puerta, como todos los espectáculos, con volanteos, llamábamos, yo salía de Mamá Cora, Marcelo salía de Moria y Guillermo GH de Susana Giménez o Dalma Maradona. Entonces la gente se enganchaba.

¿Qué pasa con el teatro independiente? Que como no somos famosos, ni mediáticos, la peleábamos de esa manera. Y la gente consume mucho más este teatro que el que tiene algún famoso y uno quiere conocerlos. El contenido es mucho más gracioso y más llevadero a veces que algún espectáculo que convoca por estar en la pantalla. Hacíamos juegos en la calle, el juego de la Oca, Mamá Cora con dos personas.

En movimiento

—Ahora, condensaron para Santa Fe. ¿Qué dejaron?

—En realidad los dos espectáculos están muy buenos, desde las aperturas que eran totalmente distintas, con juegos de luces (todos los cuadros tenían pantalla atrás). Seguramente, se va a dejar el encuentro de Susana, Mamá Cora y Moria Casán que se suma. Se van a hacer Raffaella Carrà (una que es Raffaella y otra el doble de Raffaella, que se pelean los bailarines, ¡un quilombo hacen...!). Va a haber una clase de una maestra que habla de todo. Hay cuadros de una playa, vivencias, mi monólogo (que hago como Matías Ramírez, no como un personaje). Muchos cuadros cómicos, interacción con el público... Pimpinela, Valeria Lynch.

—¿Cuánta gente en escena?

—Somos cinco personas en escena que entramos y salimos todo el tiempo. No hay ningún bache. En el transformismo, tenés que estar bien con el maquillaje, la transpiración, la ropa... Arriba del escenario explico una parte del transformismo, cómo estamos corriendo atrás, cómo nos maquillamos...

—Tenés que sacarte y ponerte los maquillajes...

—Cambiarte la peluca, peinarla, sacarla. Hasta se escapa goma espuma por acá y por allá. La ropa, los corsets, que a veces no prenden... Es una corrida atrás que la gente nos ve que salimos al toque.

—¿Cuánto lleva montar un espectáculo así?

—Bastante tiempo. Entre las fotos, los vestuarios, que son carísimos (no usamos lentejuelas, usamos strass de cristal), los trabajos en pantalla; toda una producción terrible que hace Marcelo. Terminamos la temporada y ya estamos pensando en la siguiente.

—¿Y ensayos?

—El único de Santa Fe soy yo, uno era de La Pampa. Era viajar los fines de semana a ensayar mañana, siesta, tarde y noche, dormir y de nuevo. Y llegar a Mar del Plata y ensayar ya en el teatro y con el vestuario: si llegás o no a cambiarte.

—Calibrar los tiempos...

—El tema es estar con los vestuarios, ocupar todo el espacio. Uno de los chicos pasó de largo en una de las coreografías y lo tapaba la bambalina. Otro se estaba cambiando no llegó a ponerse la peluca pero tuvo que salir igual, un montón de cosas que pasan... en los ensayos.

Teníamos camarines lejos, y otros tres al lado del escenario. Era llevar dos percheros llenos de ropa, pelucas, tacos, terrible. Mamá Cora tenía que entrar desde el público, tenía un camarín aparte.

Artista

—Son nueve años de hacer temporada. ¿Qué balance hacés de esta etapa profesional?

—Creo que fui creciendo, y eso lo noté en esta temporada, que disfruté muchísimo (hay temporadas que por ahí uno no las disfruta, a veces por los compañeros que te tocan). Hubo una temporada que hicimos con ShowMatch que no disfruté tanto como ésta, con gente medianamente mediática; pero la remamos para que la gente vaya y la pase bien.

—¿Qué te imaginabas cuando fuiste a los primeros castings?

—Cuando era chiquito quería ser payaso de circo. Siempre quería ser actor, viajaba a Buenos Aires y quería ver a algún actor, algún famoso. Se me cambió del día a la noche todo: estaba acá un martes y el jueves ya tuve que estar viajando al “Bailando” en avión, estar con las figuras, de un día para el otro. Ahí me di cuenta de que era parte de ese mundo, que no era un cholulo más que no tenía que estar pidiendo sacarse fotos.

—“Yo pertenezco acá”.

—Sí, me sentí muy cómodo ahí, muy bien. Después empecé a conocer más a las figuras, porque lo que muestran son personajes, nada que ver con la vida real. En esta temporada, estuve en un evento con todos los famosos de todas las temporadas del “Bailando”: era estar con todos, hablar, intercambiar ideas. Con Carmen (Barbieri), con Federico Bal... “Soy parte de esto y no soy el público común”, me siento parte del mundo artístico.

—¿Qué se viene para el verano que viene?

—Gracias a Dios ya tengo todo hablado para hacer nuevamente la temporada con “Transfrappé”. Vamos a ver qué nuevo espectáculo sale, porque Marcelo te viene con “Hacemos dos espectáculos”, o tres, y los hacemos.

—O uno para cada día de la semana...

—Es capaz. Empezamos descansando el martes, después a pedido del público no descansamos más, tuvimos que hacer de lunes a lunes; lo disfrutamos y lo aprovechamos. Vamos a ver, seguramente personajes nuevos.

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Junior Asensos y José María Godoy complementan el elenco de esta apuesta por el humor.

Fotos: Gentileza producción