Rosario

Megaoperativo para desbaratar al clan Funes

Germán de los Santos

A la madrugada, unos 300 efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) arribaron a Rosario con una orden de la Justicia federal: allanar, con el apoyo de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE), más de 40 domicilios para golpear al clan Funes, una de las organizaciones narcocriminales del sur de la ciudad que fue protagonista central del recrudecimiento de la violencia que se produjo desde principios de año cuando grupos vinculados a la comercialización de estupefacientes empezaron a luchar por territorio. Al cierre de ésta el número de detenidos superaba las 20 personas, pero los allanamientos continuaban.

Un hecho hasta ahora inédito en materia judicial, es que este megaoperativo fue coordinado entre el fuero provincial y el federal, con la supervisión de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), cuyo titular es el fiscal federal Diego Iglesias, que diagramó la investigación para golpear a una de las organizaciones que pretendían ejercer cierta hegemonía en el control del narcotráfico, tras las duras condenas que recibieron los líderes de Los Monos el 9 de abril pasado.

En este operativo se atacó al clan Funes y a la familia Ungaro, que es parte medular de esta organización de barrio La Tablada, con René, que está preso en Piñero, y Daniela, su hermana, quien era la pareja del narco asesinado en diciembre de 2013 Luis Medina. La ministra de Seguridad Patricia Bullrich se apuró a dar la noticia en la red social Twitter, cuando escribió que la PSA detuvo “a la socia de los Funes”. Se refería a Daniela Ungaro, quien hasta ahora nunca estuvo en el radar de las investigaciones federales, a pesar de las fuertes sospechas que existían de que esta mujer y sus hermanos manejaban parte del negocio narco en Rosario y en otras ciudades de la provincia. Y tenían relación con otras organizaciones. “Este es un paso muy importante en la lucha contra el crimen organizado, para que los rosarinos vivan más tranquilos”, repitió Bullrich.

Esta investigación que se originó en las oficinas de Procunar, y luego se coordinó con los fiscales federal Claudio Kishimoto y provincial Gisela Paolicelli, de la Unidad de Investigación y Juicio, tuvo un punto de aceleración, que también influyó en la autorización para allanar de parte del juzgado federal, tras el asesinato de Rubén Segovia, alias Tubi, anteayer en el pabellón 8 C del penal de Coronda.

La lupa de la Justicia está ahora en investigar de manera integral los crímenes y la venta de estupefacientes, como algo integral. Como sucedió en el caso de Los Monos la violencia extrema que usan estas bandas narcocriminales es para sustentar el negocio del narcotráfico.

Tubi, quien fue un referente de la banda de Los Monos en la barra de Newell’s, era uno de los brazos armados del clan Caminos, contrario a los Funes. Y tras su asesinato en su celda, el espiral de venganzas podría incrementarse en las próximas horas.

Los fiscales lo acusaron de tres homicidios cometidos en la segunda mitad de 2016, era el socio en barrio Tablada de Alexis Caminos, considerado jefe de una banda asentada en barrio Municipal. Ambos enfrentados a muerte con el clan Ungaro, dueño de barrio Grandoli, y sus socios en Tablada, los Funes. Todos barrios de zona sur que fueron testigos en los últimos 25 meses de sangrientos enfrentamientos entre facciones que más allá de las economías ilegales que se disputan (la venta de estupefacientes y los negocios de la barra brava de Newell’s) entraron en un espiral de venganzas del que no se salvan ni las madres.

Entre los puntos adonde llegó el despliegue policial, se incluye la Unidad Penitenciaria de Piñero, donde se encuentran detenidos algunos de los líderes de esos clanes, como René Ungaro, Alan y Lautaro Funes, y Carlos Jesús ‘Pelo Duro’ Fernández.