Definiciones de la ministra de Educación, Claudia Balagué

“La Constitución es superior a la ley como un modo de afianzar derechos como el de la educación”

La ministra de Educación de la provincia, Claudia Balagué, explica los motivos que justifican una modificación de la Constitución de la provincia en virtud de las novedades que se produjeron en materia educativa en los últimos años. Comprender la educación “como un derecho humano y un camino de acceso a un proyecto de vida”, uno de los ejes.

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La ministra Claudia Balagué desmenuzó los problemas que se observan en la redacción de la actual Constitución de la provincia. Foto: Gentileza Prensa Gobierno de la provincia

 

}Guillermo Dozo

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La titular de la cartera de Educación, Claudia Balagué, en una entrevista con El Litoral revisa los motivos que sostienen una reforma de la Carta Magna provincial y, a la vez, muestra cómo quedaron desactualizados algunos de los conceptos que, a inicios de la década del 60, habían convertido a la Constitución de Santa Fe como una de las más progresistas.

—La Constitución de 1962 ya había introducido la educación como un derecho, cuál es la novedad en este proyecto que se impulsa desde el gobierno?

—La verdad es que desde 1962 a la fecha todos los temas educativos han cambiado muchísimo y se introducen muchos temas positivos en aquella Constitución, como la gratuidad de la enseñanza, la enseñanza pública, la posibilidad de acceso a todos. Creo que ésos son valores y hay que sostenerlos en la nueva Constitución y, por supuesto, reforzarlos y pasar a hablar de la educación como un derecho humano, como la posibilidad de que cada ciudadano pueda acceder y construir su proyecto de vida a partir de la educación porque en definitiva para eso es una herramienta sumamente útil: para construir ciudadanía, para formar en valores pero también para construir un proyecto de vida con un trabajo digno, con la posibilidad de construir a partir de esos valores educativos una comunidad socialmente más saludable. Volver a entrelazar lazos sociales, de volver a generar esas cosas que tanto necesitamos en momentos como los actuales. Y la educación contribuye muchísimo desde la escuela a conformar comunidad. En principio, comunidad educativa, pero también comunidad en general. Así que en mi opinión todas estas nuevas ideas, todas estos nuevos principios tienen que figurar en la Constitución.

Por otro lado, en la actual Constitución hay cosas que están totalmente fuera de lo que es hoy el sistema educativo. Está hablando del viejo preescolar y no habla del nivel inicial que conocemos en la actualidad y que, además, es obligatorio desde los cuatro años y que se ha universalizado desde los tres años. Éste es un dato muy importante y para tener en cuenta porque todos sabemos el enorme valor que tiene el nivel inicial. Y mucho menos habla de la educación secundaria obligatoria. Sabemos que necesitamos que los jóvenes estén en la escuela, que construyan con nosotros dentro de la escuela y que estos principios figuran en la Constitución en concordancia con las leyes que rigen en materia de educación. Necesitamos que exista una coherencia entre las nuevas leyes de educación y, por supuesto, la Constitución provincial.

—Cuando hablamos de la Constitución, generalmente entendemos los derechos. Pero también se establecen obligaciones. Y la educación tiene esta doble cara porque es un derecho pero también una obligación.

—Eso que yo referenciaba de la obligatoriedad es por ley. Eso quiere decir que esto está vigente, no quiere decir que, en la práctica, todos los chicos estén en la escuela secundaria y por eso muchas veces hay que desarrollar planes específicos, políticas de Estado muy específicas para lograr que esa obligación se convierta en una realidad, atender lo que pasa con los jóvenes hoy todos los días. Pero ambas cosas son importantes.

Otro tema importante es que la vieja Constitución tiene una falla muy grande que es no considerar la educación especial. La redacción de la actual Carta Magna habla de los chicos “atípicos”, un nombre muy extraño para los niños, niñas y jóvenes con discapacidad y, realmente, no los considera dentro del sistema educativo tal como hoy lo pensamos, es decir, que hay que integrarlos, que hay que incluirlos, en una escuela donde van todos los chicos, donde puedan encontrarse los diferentes y puedan compartir un momento todos juntos.

—Sí, en las escuelas de la provincia la integración es un trabajo notable.

—Sí, es un trabajo constante donde los docentes se han ido capacitando y formando para poder trabajar en conjunto. Hay docentes especialistas que aportan su mirada sobre cada caso en particular y sostener la trayectoria educativa de todos los chicos y también de los chicos con discapacidad, es un eje fundamental de política educativa hoy en todo el país.

Respecto de la escuela secundaria planeaba un sistema meritocrático y casi selectivo. Era para los chicos que tenían las capacidades, habilidades y posibilidades de acceder. Esto también es un diferencia muy grande. Hoy como recién decíamos, sin escuela secundaria ni siquiera hay posibilidad de un trabajo digno...

—Para el ciudadano común que escucha que no se hace la reforma porque todo puede hacerse mediante el dictado de leyes, ¿qué aval da la Constitución para que estos derechos merezcan ser incluidos en la redacción de una nueva Carta Magna para la provincia?

—Esto lo hemos hablado mucho en el gabinete, con el gobernador Miguel Lifschitz y él lo repite asiduamente: una ley puede ser cambiada por otra. En la Argentina, lamentablemente, estamos muy acostumbrados a los vaivenes políticos y a los cambios que ello supone. Sin políticas de Estado estables, duraderas en el tiempo que se vayan afianzado con cambios que, por supuesto siempre va a haber en los distintos gobiernos, pero hay una línea trazada de continuidad y de trabajo con la participación colectiva y con los grandes principios con los que todos acordamos. Lamentablemente esto no se da y la Constitución permite, de alguna manera, que se afiance mucho más que a través de una ley este tipo de derechos, como el derecho a la educación. Creemos que es sumamente importante para Santa Fe tener una Constitución actual, moderna con todo lo que se viene planteando en casa uno de los campos en los distintos ministerios y también en los diferentes estamentos del Estado que, de alguna manera, son partícipes de una nueva Constitución. Consideramos que es muy importante que esto se pueda lograr. Particularmente en el área de Educación, sin políticas de Estado, los avances son muy lentos porque transformar un sistema educativo por ejemplo en Santa Fe permite que confluyan 80 mil docentes, un millón de estudiantes y 5.000 escuelas. Todas esas transformaciones permanentemente hay que acompañarlas y darle un tiempo. Todos sabemos que queremos mejorar la educación pero se necesita un política de Estado sostenida en el tiempo y con una dirección sostenida.

Evoluciones e involuciones

—¿Cómo se garantiza el marco de transformaciones desde el aquí y ahora. Porque si no tal vez nos ocurra lo mismo que con la Constitución de 1962 que incluimos derechos que consideramos de avanzada pero que en una cantidad de años podemos descubrir que hay que cambiar.

—Es muy probable que eso puede suceder porque afortunadamente la sociedad evoluciona y avanza y piensa en estos nuevos derechos como pensábamos en los chicos con discapacidad, por ejemplo. Con seguridad van a surgir nuevos derechos como hoy estamos planteando. Por caso, la problemática de género. Ninguna Constitución puede dejar de lado estos grandes cambios sociales a partir de la participación de la mujer en paridad, en igualdad de condiciones. Ésta ha sido una lucha de muchísimos años, pero a la vez, es un cambio que se está dando ahora. Constituciones que se dieron en años anteriores no lo tuvieron tan en cuenta, tal como ocurre hoy. Seguramente habrá futuros cambios constitucionales. Esto es así. La evolución de la sociedad tiene que permitir esto.

Pero cuidado, también hay que estar muy atentos a las involuciones. Porque puede suceder, tal como se observa hoy en día, la posibilidad de que algunos de los derechos conquistados puedan ser restringidos. Por eso la sociedad tiene que estar atenta y ser partícipe de una construcción colectiva de lo que realmente quiere para tener una sociedad mucho más solidaria, más justa y más igualitaria. Esto depende de una construcción colectiva y una Constitución puede reflejar esto.

—¿Cómo puede evaluarse la estructura educativa de la provincia? ¿está en un nivel óptimo o cuánto le falta para llegar a ese nivel?

—Realmente falta para llegar a un nivel óptimo. Siempre decimos que acá hay un crecimiento paulatino y una mejora paulatina. Además, año a año se van fijando metas. Nos hemos fijado que la jornada ampliada esté presente en muchas escuelas primarias en la provincia de Santa Fe y lo hemos ido logrando con más de 250 escuelas en esa situación; nos hemos fijado metas de generar innovaciones educativas y lo hemos ido logrando a partir de que se incorpora la interdisciplina, la pedagogía emprendedora, que se incorporan comunidades de aprendizaje y una cantidad de dispositivos pedagógicos que se han estudiado y evaluado en la Argentina y en el mundo entero y que hoy están en funcionamiento en la provincia de Santa Fe y eso es sumamente interesante. Nos hemos propuesto mejorar la infraestructura edilicia para que esté acorde a esas innovaciones y la inclusión de todos los chicos en la escuela. Con planes como el Vuelvo a Estudiar hemos logrado que más de 18.000 chicos vuelvan a la escuela secundaria... Es un proceso de mejora continua, por llamarlo de alguna manera. Eso es lo que hay que seguir haciendo, fijando nuevas metas y seguir avanzando en esos procesos.

El modelo santafesino

—En cuanto a los modelos educativos, ¿en la provincia seguimos un modelo en particular o se nutre de experiencias diversas?

—Tenemos una combinación de cosas. Tenemos por un lado una gran impronta de innovación santafesina, de nuestros docentes de Santa Fe. Desde las hermanas Olga y Leticia Cossettini que han trascendido al mundo por su innovación pedagógica -que las tuvimos aquí y que siguen transmitiendo esas maravillosas ideas de la escuela activa, participativa donde los chicos disfrutan de lo que hacen y aprenden disfrutando del ambiente y de la naturaleza- esas cosas, combinadas con el arte -tenemos como referente a María de los Ángeles “Chiqui” González en la provincia de Santa Fe que hace un aporte enorme al sistema educativo-, todo esto es muy santafesino. Además la creatividad del docente santafesino junto con muchas otras cosas que hacen permanentemente las escuelas y que las comparte: tenemos un campus educativo virtual donde todos los docentes pueden compartir sus experiencias.

Por otro lado sí miramos las buenas experiencias del mundo entero. La educación es un tema mundial ya que en todos lados se discute cómo mejorar la educación y hay experiencias como la propuesta por la Universidad de Barcelona que se denomina “Comunidades de aprendizaje” que han llegado a la Argentina a través de Santa Fe. Somos la provincia que la está implementando y de allí el trabajo con libros, con tertulias literarias... Estuvimos hace muy poco en la Feria de Libro en Buenos Aires presentando un dispositivo de nueve clásicos de la literatura que están llegando a todas las escuelas de Santa Fe. Ya hemos distribuido 300 mil libros que son para los chicos, para trabajar en familia. Y se trabaja con este dispositivo pedagógico de comunidad. Lo mismo estamos comenzando a hacer con matemáticas, con un dispositivo muy particular para fortalecer el desarrollo de las matemáticas en la escuela también tomadas de una multiplicidad de experiencias y compiladas por la Universidad de Barcelona. Por eso digo que es una combinación porque está nuestra propia creatividad como de las experiencias exitosas en todo el mundo.