Macri refuerza el “ala política”

Sanz: retorno sin candidatura

Hace pocas semanas, el presidente preparaba el escenario para su reelección. Una buena dosis de “argentinidad política y financiera” puso el tablero político en estado de emergencia.

Redacción de El Litoral

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Télam

El ex presidente del Comité Nacional de la UCR, Ernesto Sanz, ya decidió no encarnar ninguna candidatura en 2019 y limitar a un “rol de consulta” su participación en la “mesa chica” del Gobierno, a la que retornó luego de estar poco mas de un año y medio alejado de la Casa Rosada.

“No voy a ser candidato a nada, ni ocuparé cargos en el gobierno”, avisó el ex senador nacional en una reunión privada que mantuvo días atrás con su entorno más íntimo, una determinación que también excluye ocupar posiciones en la estructura orgánica de la UCR, partido que presidió dos veces. Sanz fue precandidato presidencial en dos oportunidades.

En el radicalismo, tomaba fuerza la idea de exigirle al PRO ocupar la vicepresidencia para 2019 y eso alimentó rumores. Pero ahora -en la vertiginosa argentina-, la urgencia es el respaldo político a un presidente que tiene por delante el ajuste de las cuentas públicas, la protesta opositora en la calle y la minoría en el Congreso. Esto sucede mientras se corre de su lugar central el mayor puntal del presidente, Marcos Peña, y Dujovne negocia con el resistido FMI.

El miércoles, Sanz tuvo su primera aparición pública como integrante de la Mesa de Coordinación del Ejecutivo y posó para las fotos, en la residencia de Olivos, junto al titular de la Cámara Baja, Emilio Monzó; el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.

De ese encuentro, también participó el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales. Hace una quincena de días, Macri decidió reconfigurar las mesas de decisiones del gobierno con la incorporación de Fernando Sánchez (Coalición Cívica) y de Sanz en la de Coordinación; en tanto determinó que Monzó y Frigerio vuelvan a recuperar protagonismo en la Mesa Política. A menos de un año de la asunción de Mauricio Macri a la Presidencia, Sanz -uno de los cofundadores de la alianza gobernante Cambiemos- se alejó de los salones de la Casa Rosada por diferencias con el jefe de Gabinete, Marcos Peña.

Sanz participa del Grupo Olimpia, un think tank de análisis económico-técnico y acción política que se reúne mensualmente y integrado por buena parte de los radicales cercanos al ex titular del Comité Nacional, entre ellos, Facundo Suárez Lastra, Jesús Rodríguez, Marcelo Stubrin, Lilia Puig de Stubrin, Karina Banfi, Maximiliano Abad y el jefe del bloque Cambiemos en la Cámara de Diputados, Mario Negri. “La idea es aportarle al partido y a Cambiemos una visión sobre políticas públicas y el fortalecimiento institucional de la coalición”.

Hemorragia

El nuevo escenario que se abrió a partir de diciembre con la sanción de la reforma previsional, a la que se sumaron la discusión por las tarifas y la corrida cambiaria de la primera quincena de mayo, convencieron al presidente de la necesidad reforzar al “ala política” del gobierno y, en ese plan, volvió a pensar en Sanz. “Cuando el enfermo está sangrando hay que detener la hemorragia”, fue las frase elegida cerca del ex senador para graficar cuáles fueron los motivos que empujaron al sanrafaelino a volver a ocupar un lugar en las instancias de decisiones de la administración de Macri.

Duranbarbismo en retroceso

“El duranbarbismo y la lógica del vamos por todo amarillo duró hasta diciembre. Desde la reforma previsional hasta acá, hubo una disrupción en la coalición, que para el presidente no pasó inadvertida”. En un viaje a Mendoza y en medio de las turbulencias con el dólar, Macri le pidió al gobernador de esa provincia y presidente del Comité Nacional, Cornejo, que “intercediera” ante Sanz para que el ex senador retornara al gobierno, algo que el ex jefe de la UCR sintió como una “reivindicación interna”.

Sanz se había sentido “destratado” por Cornejo y por buena parte de sus correligionarios, que lo acusaban de “cortarse solo”. Ése fue otro de los motivos de su alejamiento y sigue siendo una de las razones por las que Sanz decidió mantener bajo perfil hasta ahora y permanecer la mayor cantidad de tiempo en Mendoza junto a su familia.