Protocolo de la red sindical

Cuando la violencia es laboral

  • El instructivo aspira a prevenir situaciones de acoso y a brindar herramientas para denunciarlas. Cuenta con el aval de la Provincia, la Nación, la Defensoría del Pueblo y la OIT.
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Lorena Ruiz (Viales), María Rosa Menapace (Sadop), Martín Barrero (ATE), Natalia Ocampo (La Bancaria), Romina Carrara (ATE) e Indiana Zalazar (Viales). Foto: Guillermo Di Salvatore

 

Redacción de El Litoral

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Presiones, amenazas, abusos de distinto tipo. A veces consiste en una recarga excesiva e indebida de tareas, a veces en el relegamiento absoluto. En ocasiones es física, siempre es psicológica. La violencia laboral y el acoso se configuran de diversa manera y a través de distinto tipo de conductas. Operan de modo intempestivo, o insidioso, arremetiendo contra las defensas de los afectados o socavándolas paulatinamente, víctimas del miedo o de una naturalización que les impide reaccionar.

Ante un panorama extendidamente pernicioso, y frente a las dificultades que a veces entraña identificar y reconocer los casos, la Red Sindical por Ambientes de Trabajo Libres de Violencia elaboró un protocolo de actuación, acompañado por un manual instructivo y por la habilitación de los canales necesarios para prevenir y también para actuar ante los hechos consumados.

“Tenemos un instrumento que ordena las actuaciones, fundamentalmente en los sindicatos, que no tenían unificado un protocolo de intervención. Tanto la Defensoría del Pueblo, como el Ministerio de Trabajo tienen el suyo, que está también encuadrado en el marco legal, las competencias, los límites y demás”, explica Romina Carrara (ATE). Y añade: “Lo que construimos acá, con mucho esfuerzo, es un instrumento común que tenga también la intervención de estos organismos, que lo legitiman, le dan más fuerza politica, y en la experiencia lo ordenan”.

El protocolo es el resultado del trabajo mancomunado de una treintena de sindicatos, durante un año y medio, y con un arduo esfuerzo para conciliar experiencias, unificar criterios y cumplir una serie de objetivos, para contar con un instrumento común, “que sirva de orientador y dé seguridad en las acciones, porque muchas veces lo que se plantea es qué hacer y cómo”.

“Buscamos la visibilización de una problemática que existe. Cada trabajo tiene sus características, pero buscamos el común denominador, que es la respuesta que le queremos dar a los trabajadores”, añade Natalia Ocampo (La Bancaria). Y aclara que “la violencia se puede presentar de distintas formas: física en algunos rubros, psicológica, verbal. Y esto nos sirve además como herramienta estadística, para establecer la importancia que tiene el tema y diseñar los abordajes”.

“Esto es algo nuevo para todos, así que más allá del protocolo, tenemos compañeros que son profesionales (por ejemplo en psicología), que nos ayudan a capacitarnos. Y está el objetivo de tener un observatorio, como hay en Rosario”, agrega.

Martín Barrero (ATE) explica que, precisamente, “el protocolo viene a ser un ordenador de las acciones que venimos llevando adelante como red, con la participación de más de 30 sindicatos”. Y se sustenta en una estructura en función de la cual los empleados de los gremios estatales acudan a la Defensoría del Pueblo, los del sector privado al Ministerio de Trabajo de la Provincia, y quienes revistan en el Estado nacional, a la Oficina de Asesoramiento en Violencia Laboral del Ministerio de Trabajo de la Nación.

El protocolo también prevé la conformación de un equipo interdisciplinario, con profesionales de la salud, abogados, sicólogos, trabajadores sociales, “y además intervenir dentro de cada uno de los ámbitos, a través de los delegados gremiales”, aclara Barrero. Por lo demás, la red sindical cuenta con un correo electrónico, para la recepción de consultas.

No naturalizar

María Rosa Menapace (Sadop) coloca el énfasis en la capacitación, orientada precisamente a la prevención y la generación de ambientes libres de violencia. Y consigna que, aunque se piense lo contrario, ésta se registra muchas veces en el ámbito escolar. “Tenemos muchos casos, de parte del representante legal -o sea, en el ámbito privado, de los dueños de las escuelas-, pero a veces también desde la Dirección. Eso lo tenemos que trabajar, porque atenta contra la integridad de la persona. Generalmente, es violencia psicológica, y tenemos que estar en condiciones de responder a eso”.

“Me parece importante destacar que el equipo siempre trabajó con el objetivo de actuar de manera confidencial”, aporta Lorena Ruiz (de Viales, y psicóloga). “La persona tiene todo un trabajo previo hasta que se decide a contar, de brindarle un acompañamiento y un soporte. Porque si en el después se la deja sola, todo este trabajo y todo este protocolo son en vano. Y antes hay que ayudar a que tome conciencia de la situación, que le pueda poner el nombre”.

“Se ha naturalizado mucho, se piensa: ‘Es mi trabajo, es mi jefe’. El miedo a perder el trabajo, y la repetición de conductas, operan para que la persona soporte injusticias y vaya cediendo sus derechos”, añaden los miembros de la red.

HOJA DE RUTA

La Red Sindical elaboró un Manual sobre violencia laboral para organizaciones sindicales. Gran parte de su contenido fue estructurado en conjunto entre la Oficina de Asesoramiento sobre Violencia Laboral (OAVL) del Ministerio de Trabajo de la Nación y más de 115 organizaciones sindicales, en el marco del acta compromiso “Por un trabajo digno sin violencia laboral”. El texto define la violencia laboral como una forma de abuso de poder que tiene por finalidad someter o excluir a un trabajador de su lugar de trabajo, y que se puede manifestar en violencia física, acoso sexual, violencia o maltrato psicológico. “En todos los casos, hay intencionalidad que orienta las acciones y que, en pocas palabras, es la anulación del otro”.

Además de describir la forma en que se expresan esas manifestaciones, establece las consecuencias que la violencia tiene sobre el trabajador, el grupo laboral, la organización y la sociedad. Indica acciones de prevención y de actuación ante situaciones de esta naturaleza, repasa las estrategias de acompañamiento y representación, y aporta recursos para identificar los casos.

7

trabajadores

de cada 10 que denuncian violencia laboral se encuentran bajo tratamiento médico, psicológico o psiquiátrico.

+ información

Para descargar materiales de difusión y de interés sobre violencia laboral, se puede ingresar en: www.redsindical.com.ar