Todo lo que dejó el no a jugar contra Israel...

La trama de una suspensión

Las razones políticas, las amenazas, el miedo y el alivio de evitar cualquier lesión. Sampaoli y los jugadores no veían con agrado el amistoso del sábado, que no se jugará.

La trama de una suspensión

Los jugadores de la selección en el “limbo” del predio del Barcelona y la tranquilidad de no movilizarse a tan pocos días del Mundial. Era lo que querían.

Foto: Gentileza AFA

Redacción de El Litoral

Télam

Argentina, luego de la cancelación del partido amistoso que debía celebrarse el sábado contra Israel en Jerusalén, que la dejó sin la posibilidad de gozar de un ensayo previo antes del debut en el Mundial de Rusia, intentará sacarle provecho al “limbo” en el que se quedó en Barcelona, en la recta final de su preparación.

En ese contexto, salvo que se dé una sorpresa, algo que nunca se puede descartar debido a que existen presiones por compromisos económicos vinculados al polémico duelo que no se resolvieron, el seleccionado ya no disputará ningún partido antes del estreno frente a los islandeses el próximo 16 de junio en Moscú. Candidatos había, selecciones de poca jerarquía como Malta o San Marino, pero se cuenta con muy poco tiempo para organizar un partido de estas características, más allá de que Torneos, la empresa que cuenta con los derechos de televisión en Argentina, insistió en que puede preparar en 24 horas la transmisión, un negocio del que dependen muchos otros contratos firmados. No obstante, la cuestión crucial es que después de la tormenta de las últimas horas que obligaron a cancelar el viaje a Israel, Sampaoli no quiere saber nada de otro partido, prefiere mantener a los jugadores en un contexto de calma, protegidos por la rutina futbolística, y practicar con el Sub-20 de cara el estreno en Rusia.

El presidente de la AFA, Claudio Tapia, presentó la cancelación del partido, decisión que oficializó al mediodía del miércoles en el búnker de la selección en el Hotel Princesa Sofía de Barcelona, como una decisión que tomó él, por “responsabilidad”, a raíz de las “acciones y amenazas” de las últimas 72 horas. En una breve comparencia sin preguntas, Tapia sostuvo que esperaba que la decisión se entendiera como un “aporte a la paz en el mundo”.

“Los que nos tratan de ignorantes nos subestiman. Porque hace más de 70 años que existe este conflicto. Lo que sucedió en las últimas horas nos llevó a tomar esta decisión”, insistió, luego de que el presidente de la Federación Palestina de Fútbol, Yibril Rajub, advirtió que los hinchas árabes y musulmanes quemarían imágenes y camisetas de Messi si el astro jugaba el amistoso.

Al respecto, la Federación de Fútbol de Israel aclaró en su cuenta oficial de Twitter que ese organismo había elevado una queja ante la Fifa solamente contra la Federación Palestina, luego de que trascendiera mediáticamente que habían impulsado sanciones contra Argentina.

Tapia suspendió el partido a pesar de los contratos firmados, porque no le quedaba otra opción, después de que los jugadores, solidarizados con Messi, decidieron no jugar contra Israel. La gota que rebalsó el vaso fue la protesta de un pequeño grupo de una ONG, que el martes se concentró en la Ciudad Deportiva Joan Gamper con camisetas de la selección argentina con manchas rojas de pintura, para pedir a los jugadores que “no manchen de sangre la camiseta”.

Megáfono en mano, gritaban los nombres de los jugadores, y el capitán lo escuchó clarito: “¡Messi, no vayas a Israel!”, “No manches la camiseta con sangre”. El resto de la historia pasó por una reunión entre los jugadores referentes del plantel con Tapia, para comunicarle que no irían. La decisión era definitiva, de ahí que se informó a la parte israelí, que activó los cauces políticos para revertir la situación. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, llamó al presidente Mauricio Macri, para evitar que se suspendiera el partido, pero el mandatario argentino le contestó que no podía hacer nada. También le quitó el aval a Tapia, poniéndose del lado de los jugadores, según trascendió. Fue así como el presidente de la AFA se quedó sin partido y la selección sin un plan a las puertas del Mundial.

Un puñado de miembros de la ONG a favor del boicot a Israel, se concentraron a las puertas del hotel para mostrar su agradecimiento. Llevaron una camiseta de la selección con la inscripción: “Gracias por estar del lado correcto de la historia”. En el entorno del técnico le vieron el lado positivo a todo el drama y la tormenta que generó el cambio radical en el cronograma de la selección. “Nosotros preferíamos no ir, tenemos una planificación alternativa; por lo tanto, podemos seguir adelante con la preparación sin problemas”, aseguraron a Télam desde el cuerpo técnico de Sampaoli, quien nunca estuvo a favor de ese duelo y prefería disputar un amistoso en Barcelona.

“También se corren menos riesgos de sufrir lesiones a pocos días del debut”, apuntan en el entorno del DT. El problema es que Sampaoli no tendrá esos 90 minutos para darle rodaje a algunos jugadores que no llegaron a la concentración en óptimas condiciones, como Sergio Agüero, o Lucas Biglia. Tampoco podrá probar al arquero de River Plate, Franco Armani, quien aún no debutó con la selección argentina. La próxima vez que la selección salte al terreno de juego será el 16 de junio en su estreno en el Mundial ante Islandia. Ya no habrá tiempo para probar, estará todo en juego.

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Jorge Sampaoli, en el fondo, no quería jugar en Israel más allá de que le hubiese permitido ver en acción a algunos jugadores, caso Armani, que arranca el Mundial sin un solo partido como internacional argentino.

Foto: El Litoral

25 años del Vélez del “Pelado”

Tomás Rodríguez

Tras el retorno de Francia de Carlos Bianchi, el máximo ídolo del rico historial de Vélez Sársfield, donde fue campeón como futbolista y DT, la entidad de Liniers rompió el 8 de junio de 1993 una larga racha de cuarto siglo sin títulos locales, al adjudicarse el Torneo Clausura e inauguró un lustro dorado de triunfos y éxitos argentinos, continentales y mundiales.

En 1943 Vélez obtuvo el torneo de segunda división (hoy Nacional “B”) -escoltado por Unión- conformando el equipo campeón con Miguel Rugilo (el “León de Wembley”); Víctor Curutchet y Blas Angrisano; Héctor Cuenya, Antonio Herrera y Armando Ovide; Eduardo Heisecke, Marco Aurelio, Juan José Ferraro, Alfredo Bermúdez y Angel Fernández, bajo la conducción técnica de don Victorio Spinetto.

Unión, el subcampeón, de excelente campaña, tenía en sus filas a Jacinto Díaz, J. A, Pérez, A. Medina, Hernán López, G. Pérez, Carmelo Bonacci, Ruidíaz, Carlos Verga (padre del basquetbolista Carlucho Verga), José Eduardo Martínez, Gabino Ballesteros y J. Rodríguez. También actuaron: Carlos Vinsac y J. Lozano.

En 1953, Vélez fue subcampeón de River Plate, con figuras de prestigio del fútbol argentino, como Carlos Adamo; Oscar Huss y Ángel Allegri; Domingo Scrugli (Rafael García Fierro), Jorge “Finito” Ruiz y Armando Ovide; Ernesto Sansone, Norberto Conde, Juan José Ferraro, Osvaldo Zubeldía y Juan Carlos Mendiburu.

Vélez convirtió en ídolos al talentoso santafesino Daniel Willington (jugó en inferiores de Sportivo Guadalupe antes de radicarse sus padres en Córdoba, fichando en Talleres), donde en 212 juegos anotó 65 tantos y al goleador histórico (106 tantos) y emblema, Carlos Bianchi.

Recordamos esa alineación de 1968 dirigida por el “Colorado” Manuel Ernesto Giúdice: Miguel Ángel “Gato” Marín; Luis Gregorio Gallo, Iselín Santos Ovejero, Eduardo Enrique Zóttola y Luis María Atela; Alberto Ríos, José Demetrio Zolórzano y Daniel Alberto Willington; José Luis Luna, Carlos Bianchi y Omar Wehbe. También actuaron: Mario Lorenzo Nogara, Roque Nieva, Antonio Roberto Moreyra, Osvaldo Biaggio, Jorge Osvaldo Pérez y Juan Carlos Carone.

La experiencia de Bianchi como entrenador fue inolvidable y lo proyectó como el hombre de fútbol más importante en la historia del club; incorporó pocos jugadores y vendió por más de 10 millones de pesos, valorizó las inferiores, plantó un equipo ofensivo y supo mantenerlo con oportunos recambios. Sentó una escuela magníficamente continuada por Osvaldo Piazza y Carlos Ischia.

En Vélez dirigió tres años, llevándolo al primer lugar en el orden nacional e internacional; obteniendo los torneos Clausura de 1993 y 1996; Apertura 1995; Libertadores e Intercontinental 1994 e Interamericana en 1996.

Con un mediocampo muy firme Bassedas, Basualdo, Compagnucci, M. Gómez y Pico), un arquero infranqueable (el paraguayo Chilavert), una defensa segura y expeditiva (Almandoz, Pellegrino, Sotomayor y Cardozo) y delanteros letales (el “Turu” Flores y el Gallego” González, además de dos juveniles prometedores: Patricio Camps y Martín Posse), el conjunto de Liniers dio la sorpresa y se llevó merecidamente el torneo Clausura de 1993, cumpliéndose, este 8 de junio, 25 años de esa proeza, festejada con mucho fervor y alborozo por el pueblo velezano.

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Claudio Tapia y el “aporte para la paz mundial” que anunció cuando confirmó la suspensión del partido ante Israel.

Foto: El Litoral

Maradona en Colombia

El astro argentino Diego Armando Maradona permanece internado en una clínica de la ciudad colombiana de Cali con el objetivo de ser tratado de una inflamación en la rodilla derecha y también para un chequeo general de su estado de salud antes de iniciar su tarea como comentarista de la Copa del Mundo de Rusia para la televisión venezolana.

“Maradona tiene un bloqueo y una inflamación de la rodilla derecha; estamos atentos a hacerle un procedimiento no quirúrgico que consiste en drenar la inflación y colocar factores de crecimiento autónomo con una tecnología bastante novedosa”, explicó el médico ortopedista colombiano Germán Alberto Ochoa.

El campeón del mundo de México 1986 no quiere sufrir inconvenientes durante el mundial: “Es un tema de puesta a punto del funcionamiento de sus articulaciones para el próximo viaje a Rusia, en unos cinco o seis días”, agregó Ochoa, quien hace una década lo trató por una lesión en la rodilla izquierda, consignó Ansa.