Brasil

Por primera vez, un militar es nombrado ministro de Defensa

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El presidente brasileño, Michel Temer, brinda un discurso en Brasilia.

Foto: DPA

 

Redacción El Litoral

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El presidente de Brasil Michel Temer oficializó el nombramiento al frente del Ministerio de Defensa del general Joaquim Silva e Luna, quien se convirtió así en el primer militar en comandar la cartera desde su creación en 1999.

Silva e Luna, de 68 años, ya se desempeñaba como ministro interino desde febrero, cuando Raúl Jungmann, ex titular de la cartera, pasó a estar al frente del recién creado Ministerio de Seguridad Pública.

El nombramiento oficial del general fue publicado ayer en el Boletín Oficial de la Nación. Desde que el ministerio fuera creado por el ex presidente Fernando Henrique Cardoso, hace 19 años, nunca un miembro de las Fuerzas Armadas había estado a su cargo.

La decisión de Temer se inscribe en un contexto de crecimiento de la influencia del Ejército en Brasil.

La seguridad pública de la ciudad de Río de Janeiro está a cargo de los militares desde febrero, y Jaír Bolsonaro, un diputado que defiende abiertamente la dictadura iniciada en 1968, se ubica segundo en todas las encuestas de cara a las elecciones presidenciales de octubre, con el 20 por ciento de los votos.

Hasta 1999, existía un ministerio particular para cada uno de los tres componentes militares de Brasil (Fuerza Aérea, Ejército y Marina). Ese año, se creó el Ministerio de Defensa, cuyo objetivo fue “reforzar la articulación de las Fuerzas Armadas y darle más fluidez a su relación con otras áreas del Estado”, según se explica en su propia página web.

Más dinero

Temer, por otro lado, anunció una inyección de unos 10.500 millones de dólares en la economía con la liberación de recursos jubilatorios de un fondo de los empleados de las décadas de 1970 y 1980, con la cual pretende reanimar el crecimiento para este año, golpeado por el desabastecimiento provocado por la paralización de lo transportistas durante 11 días.

Según el Ministerio de Planificación y Presupuesto, la liberación de estos recursos para los trabajadores que los aportaron entre 1971 y 1988 tendrá un impacto potencial de una suba del 0,55 en el Producto Bruto Interno de 2018.

Temer firmó un decreto que permite a quienes aportaron entre 1971 y 1988 a ese fondo no deben esperar jubilarse para recibirlo: 28,7 millones de personas pueden ser alcanzadas por esta medida.

“Aquellos que van a tomar los recursos podrán inyectarlos en la economía y son valores preciosos. Los beneficiarios podrán pagar una deuda o hacer reformas, generando movimiento en la economía”, dijo Temer durante un discurso en un acto en el Palacio del Planalto en el cual libera los fondos de los fondos llamados PIS-Pasep.

El gobierno intenta minimizar las previsiones sobre la caída del crecimiento del PBI con la paralización y de los camioneros autónomos y de empresas de transportes registrada en mayo, que según el Ministerio de Economía causó pérdidas por 4.500 millones de dólares.

La semana pasada, los analistas del mercado financiero reunidos en el boletín Focus que todos los lunes divulga el Banco Central bajaron de 2,18% a 1,94% la previsión de crecimiento de Brasil, que en 2017 creció 1%.

Dejó Brasil una recesión de dos años que en total hizo caer la economía en 2015 y 2016 casi el 7%.