En Santo Tomé

Quienes reciben agua del acueducto pagarán entre $ 120 y 150 más por mes

Es el resultado de la adecuación que hizo el Concejo Municipal de la ordenanza tributaria que regía para el distrito santotomesino en la materia. Estos valores, cercanos a los anticipados por el municipio en diciembre último, empezarán a regir a partir del próximo bimestre.

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Inauguración. El servicio de agua potable proveniente del sistema del Acueducto Desvío Arijón Norte I fue habilitado oficialmente en febrero pasado. Foto: Archivo El Litoral

 

Redacción El Litoral

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A partir de la adecuación de la ordenanza tributaria vigente en Santo Tomé, el Concejo Municipal definió recientemente el precio que tendrá el nuevo servicio de agua potable, proveniente del sistema de Acueducto Desvío Arijón, que se brinda en un sector del distrito desde febrero último (el grifo del Tanque

de Agua Central se abrió simbólicamente el 5 de ese mes). De tal forma, los frentistas que ya reciben el mismo, quienes equivalen al 60 por ciento de la ciudad servida con agua potable, empezarán a pagar, en promedio, entre 120 y 150 pesos más por mes, a partir del bimestre julio-agosto. El resto de los vecinos de la jurisdicción, los que seguirán consumiendo el agua extraída de las napas y potabilizada, no tendrán modificación en sus tarifas.

“Nosotros antes pagábamos solamente la distribución del servicio; a partir de ahora vamos a pagar esa distribución más el agua del acueducto”, explicó a este medio el concejal Martín Giménez, referente del radicalismo en el cuerpo legislativo, quien prefiere hablar de “restructuración tarifaria”, no de incremento de la tarifa, porque éste “no es un aumento” en el precio del agua, “mucho menos un tarifazo”, sino “el traslado del costo del nuevo servicio brindado por la provincia”.

Como se recordará, el gobierno provincial había otorgado al municipio local un período de gracia de cuatro meses, que finalizó el 5 de junio pasado. Durante todo ese tiempo se puso a punto el nuevo sistema, fundamentalmente para que se pueda controlar y solucionar el problema de las pérdidas existentes.

Un costo extra

En esos meses, en el seno del Concejo Municipal fueron analizadas las distintas alternativas planteadas por los ediles para encontrar la definición de la nueva tarifa de agua potable, a partir del proyecto de adecuación tarifaria girado oportunamente por el Ejecutivo. Al respecto, Giménez manifestó que de todas las mociones que había en el recinto, “ninguna tocaba la estructuración del precio”, lo que marca que se trataba de un proyecto simple, “que lo único que planteaba era trasladar el costo extra del nuevo servicio del acueducto a un precio que pudiera ser abonado por el vecino y a la vez pueda hacer sustentable el sistema”.

Por otra parte, el edil señaló que el importe que debe afrontar la Municipalidad de Santo Tomé por mes por el servicio del agua potable del asciende a 3 millones de pesos. Esa es la cantidad, aclaró Giménez, “que va a costarle al municipio el pago del agua del acueducto”. Una cifra, dijo, “que es necesario trasladar para poder pagar el agua”, porque de lo contrario el municipio “no podría hacer otras cosas, o brindar otros servicios”. No hay que olvidar que ahora, el municipio deberá pagarle a Assa el agua que consume, mientras que la distribución y el mantenimiento de las redes seguirán por su cuenta.

Para finalizar, cabe remarcar, tal cual lo corroboró el propio Giménez, que el precio que en definitiva va a tener el agua, que de por sí es de mayor calidad, estaba dentro de los cálculos hechos por el Ejecutivo local a fines del

año pasado (cuando se observó cierto cruce de opiniones entre la intendenta Daniela Qüesta y algunos ediles de la oposición por este tema). En aquella oportunidad se hablaba de entre 80 a 100 pesos, más el consumo del usuario, a lo que hoy en día hay que agregarle el índice inflacionario correspondiente.