Mano a mano con Roberto Ayala en Kazán, luego de la eliminación

“En Argentina, jugar sin un ‘9’ no va”

El ex defensor de la selección, que estuvo en tres mundiales (1998, 2002 y 2006), dijo que “Messi transitó por lugares intrascendentes de la cancha” y que no le gustó para nada que se haya jugado sin una referencia de área. “Eso que hizo Sampaoli no va con la naturaleza y la forma de jugar de los argentinos. Y el equipo nunca se dio cuenta de lo que estaba pasando en la cancha”, señaló.

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Roberto Ayala mantiene la misma figura que en ese tiempo en que se había convertido en uno de los mejores zagueros centrales del país (¿o el mejor?). Habló con el enviado de El Litoral en Kazán.

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Kazán, Rusia)

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Este hombre que luce impecable, como si el tiempo no le causara ninguna consecuencia, que tiene 45 años y que no descarta, en el futuro, dedicarse a la política en Entre Ríos, su provincia. Este hombre que presentó en 2016 un proyecto junto a Gabriel Batistuta y José Chamot para asumir en las juveniles de AFA. Este hombre que jugó al fútbol hasta fines del 2010, cuando volvió mal a Racing, sin la fortaleza física ni la presencia como para imponerse en un fútbol argentino demandante. Este hombre que fue secretario técnico en Racing y en Valencia. Este hombre al que se lo recuerda por muchas cosas, entre ellas por haber sido un gran líbero, un caudillo en la defensa, admirador de Bielsa (aunque una lesión le impidió que pudiese jugar algún partido de ese Mundial 2002), autor del gol de cabeza que momentáneamente dejaba afuera de su Mundial a los alemanes en 2006 y que ocho años antes, en 1998, no percibió el pelotazo largo para Bergkamp en aquel partido en Marsella que significó la eliminación de la selección que dirigía Passarella en cuartos de final. Este hombre es Roberto Fabián Ayala, un paranaense que pasó de largo en Santa Fe —aunque se dice, sin que nadie lo haya confirmado por sí o por no, que alguna prueba tuvo en Unión— para recalar en las inferiores de Ferro y allí ganarle la pulseada a Griguol, que buscaba siempre defensores altos. Y Ayala no era, precisamente, uno de esos lungos que le gustaban al Viejo Maestro. Pero no pasó mucho tiempo para que se lo “metiera en el bolsillo” e iniciara una notable carrera, con muchos puntos altos como los que supo tener en River y, sobre todo, en el Valencia de España.

En Kazán, Roberto Ayala habló con El Litoral después de la eliminación de la selección nacional ante Francia.

—¿Se perdió bien, Roberto?

—Francia hizo su partido y lo hizo bien. No necesitó mucho, se respaldó desde el orden y la paciencia, pero con la pelota jugaba más directo, no hacía tantas transiciones en el medio con una tenencia intrascendente, y eso nos generó mucho peligro.

—¿Y nosotros?

—Argentina no se dio cuenta de lo que estaba pasando. Teníamos la pelota, pero la teníamos mal. No había ruptura ni pases entre líneas. O sea, éramos lentos y muy previsibles.

—¿Cómo evaluás el planteo de Sampaoli y la actuación de Messi?

—Messi transitó por lugares intrascendentes, en los que no gravitaba. El hecho de jugar sin referencia de área no me gustó. Argentina siempre tuvo, por historia, un “9” por adentro, alguien que se meta entre los centrales. Nos identificamos con esa clase de jugadores. En ningún momento me sentí identificado con lo que hizo Sampaoli. Siempre hemos jugado con un delantero de área. Tuvimos más posesión, pero en lugares en los que a Francia se la hacía sentir más cómodo. No nos sirvió para nada este tipo de estrategia.

—¿Dónde debía jugar Messi?

—Donde terminó el partido, habilitando o con posibilidades de definir la jugada.

—¿Cómo viviste este proceso?, ¿qué opinión tenés de Sampaoli y de su idea futbolística?

—En este proceso, creo que no tuvimos identidad, no la vi desde el juego, desde el funcionamiento. Sampaoli dice que el tiempo fue muy corto, pero es algo que se tiene que replantear él y el presidente de la AFA para intentar que, en citas como estas, quede bien sentado el prestigio del fútbol argentino. A mí no me disgustaba Sampaoli al principio y varias veces dije que estaba de acuerdo con la forma en que jugaban sus equipos, pero luego hubo algunas cosas que no me cerraron, como por ejemplo que se dedicó a adular mucho a sus jugadores.

—¿Le tenías más fe al equipo?, ¿pensabas que se podía llegar alto?

—Se venía en la búsqueda del título, porque Argentina siempre tiene que pelear por eso y máxime con Messi, pero no es fácil ser campeón del mundo. Era muy difícil que Argentina pudiera seguir avanzando, por la manera en que venía jugando.

—¿Es un fracaso entonces?

—Yo qué sé... No usaría la palabra fracaso, pero la realidad indica que el objetivo era mayor y nos fuimos varios partidos antes.

—¿Y ahora?

—No nos podemos quedar. Es creer en la generación que viene, hacer un buen trabajo en juveniles y, a los que están ahora y siguen, que mejoren. Esperar Copa América y Eliminatorias, porque cuesta mucho trabajo llegar a un Mundial. Y esto es algo que seguramente se sentirá mucho en el trayecto que se inicia a partir de ahora.

—¿Quién te gusta ahora?

—España (N. de R: la entrevista fue realizada luego del partido de Argentina y antes de la imprevista derrota de España frente a Rusia). Pero también Brasil y Bélgica. Brasil tiene muy buenos jugadores, de gran calidad. Bélgica es un equipo que ha mostrado bastante.

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La posición de Messi en el partido contra Francia fue muy criticada por Ayala, un pleno conocedor de las características del juego de la Selección, ya que disputó tres mundiales.

DIARIO DE VIAJE

Enrique Cruz (h)

Más de 1.400 personas transportan los trenes en este país. Por eso, un viaje largo de 12 horas como el de Moscú a Kazán, se soporta y muy bien. Máxime para alguien como yo, que cuando me toca viajar todos los fines de semana con Unión y Colón a cualquier punto del país en el que jueguen, salgo de la terminal dormitando y ya estoy profundamente “desmayado” cuando pasamos por la Plaza de las Palomas... Ni me entero cuando para en Santo Tomé y muchas veces me tienen que zamarrear cuando llegamos a Retiro.

El tema es que partimos temprano: a las 18. Había que hacer un poquito de tiempo y estaba jugando Rusia. “Vamos al comedor”, dijo un Néstor Clivati que cambia su semblante cuando advierte la presencia de un bar, un restaurante o algo que se le parezca, en cualquier parte y en cualquier momento.

Vagón 8. Comedor. Y victoria rusa. Empezó la joda. Pero joda de verdad. Los rusos abandonaron ese aspecto de serios e introvertidos para desatar la locura. Cantaron “Katyusha” (es el nombre de una legendaria arma soviética utilizada en la Segunda Guerra Mundial, hecha canción) y como vieron que los argentinos nos complacíamos ante semejante desborde de emoción (y de cervezas), aprendieron a entonar la ya famosa “vamos Argentina, sabés que yo te quiero, hoy hay que ganar y ser primeros, esta hinchada loca, dejó todo por la copa, la que tiene a Messi y Maradona...”.

(Enviado Especial a Kazán, Rusia)