Plan Nacional de Hábitat

Cómo serán las viviendas sociales que se construyen en el ingreso a la ciudad

Son dos bloques de tres pisos, que sumarán 29 departamentos en Iturraspe y el acceso a la autopista. La obra se financia con fondos nacionales, tiene un avance del 35% y estará destinada a familias que viven en zonas de riesgo hídrico.

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En marcha. En el primer bloque de edificios ya se colocó la estructura metálica y los pisos de los distintos niveles.

Fotos: Guillermo Di Salvatore

 

Redacción El Litoral

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El avance en la construcción de dos bloques de viviendas sociales en Barranquitas, en el acceso a la autopista Santa Fe - Rosario, comienza a perfilar cómo va a quedar un sector de la ciudad en el que se concentra una importante inversión de recursos municipales, provinciales y nacionales, con obras como el Jardín Municipal, la Escuela de Trabajo, la comisaría (seccional 28º), el cierre de trama de la ciudad, que se está ejecutando en este momento, y la Reserva Urbana del Oeste.

Con fondos del Plan Nacional de Hábitat, los trabajos en el primer edificio marchan a buen ritmo y ya está colocada la estructura que sostiene los tres pisos, con el techo y los pisos. En el segundo bloque se realizaron los trabajos de pilotaje y vigas de fundación, luego de algunas dificultades que hubo que superar por las características del terreno. Se van a construir 29 departamentos en total, con unidades de 2 y 3 dormitorios, y habrá viviendas adaptadas para personas con movilidad reducida.

“Estimamos que el avance en los trabajos es del 35%, pero en las próximas semanas se van a instalar las estructuras metálicas del segundo edificio, que se están terminando en el taller y se va a producir un adelanto muy significativo”, le destacó a El Litoral Marcelo Pascualón, secretario de Planeamiento Urbano del municipio.

Cuando comenzó la obra, el municipio informó que las unidades estarán destinadas, en principio, a familias santafesinas que no cuentan con vivienda propia, y se priorizarán aquellas que se encuentren en situación de vulnerabilidad y que estén asentadas en el entorno del barrio donde se construyen.

Los departamentos contarán con cocina, lavadero, baño, área de estar y balcón con asador. En el edificio que estará sobre Iturraspe, de Estrada al oeste, habrá 14 viviendas —12 de dos dormitorios y 2 adaptadas para discapacitados—; mientras que en el que estará sobre Iturraspe, de Estrada al este, tendrá 15 viviendas: 3 de tres dormitorios, 10 de dos dormitorios, 2 adaptadas para discapacitados y 18 cocheras, con espacio de guardado para bicicletas.

“La obra también va a estar acompañada con veredas y espacios públicos, como la plaza Perú”, contó Pascualón. Un adelanto de cómo van a quedar los edificios se puede ver en Aristóbulo del Valle y Larrea, donde está a punto de terminarse un bloque de las mismas características.

Un sector en plena transformación

Pascualón recordó que la zona en la que se construyen los edificios atraviesa una importante transformación: al edificio del Jardín Municipal se suma la Escuela de Trabajo y la obra de cierre de trama —la costanera del oeste—, que se está ejecutando y llegará hasta la zona de la concesionaria Amium, al final de avenida Perón.

En este sector de la ciudad, uno de los más vulnerables por la situación social, el municipio también encara un desafío importante: conformar la Reserva Urbana del Oeste, con fondos europeos.

Cómo serán las viviendas sociales que se construyen en el ingreso a la ciudad

Proyecto. Esta imagen digital muestra cómo debería quedar este sector cuando se termine la obra.

Foto: Gentileza Municipalidad de Santa Fe

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En obra. El plazo de los trabajos, que se adjudicaron a la empresa Dinale, es de 420 días.

44 millones

de pesos invierte el gobierno nacional para construir los dos bloques de edificios.

La línea de alta tensión

Entre los dos edificios de viviendas sociales pasa una línea de alta tensión de la Empresa Provincial de la Energía (EPE). La construcción de los bloques parece respetar la franja de seguridad de una línea —se recomienda que sea de 5 a 8 metros— que debería ser trasladada lo antes posible. “La EPE tiene un proyecto para moverla afuera del barrio, hacia un sector que no esté densamente poblado”, contó Marcelo Pascualón, secretario de Planeamiento Urbano del municipio. La línea se instaló en la década del 70’, cuando la zona no estaba tan poblada, pero ahora atraviesa un sector en el que vive mucha gente (en 2014, cuando hubo un accidente fatal, un relevamiento de El Litoral constató que había viviendas precarias que se habían construido debajo de la línea, como sucede en otros sectores de la ciudad).