Tribuna de opinión

Argentina real

Juan José Sagardía

Hemos cumplido el primer semestre del año. Si analizamos las gestiones actuales del gobierno nacional y de los gobiernos provinciales, desde enero de 2016 llevan administrando los destinos del pueblo treinta meses y, a la postre, nos damos cuenta que seguimos chapaleando en el barro y que sigue siendo el Estado el único responsable del bienestar del pueblo: vivir sin trabajar en función de subsidios recibidos.

¡Pobre pueblo! Hubo, es verdad, quienes supieron implementar la política del subsidio -que significa corrupción-, para que una parte subsista sin trabajar y otra mínima parte de empresarios aproveche dicha política para engordar indecorosamente sus bolsillos sin hacer las inversiones que les correspondían.

De esa manera, con los subsidios como gran política de empobrecimiento, pero con el concepto que los servicios son baratos, todos contentos: los que no trabajan y los que trabajan.

Lógicamente a quién le importa como queda el Estado o qué futuro tenemos.

La política del subsidio sólo sirve para empobrecer a la población, y se quita presupuesto -por ejemplo- a la educación, que es el pilar de un pueblo libre.

De esta manera al pueblo se lo aliena en el hoy, se le quita el futuro y se lo transforma en un pueblo aleccionado, como se hace con los animales. El patrón pasa a ser el capo político o el capo narco -no lo sabemos-, pero lo que sí sabemos es que nos disciplinamos para el hoy, donde no hay futuro.

Los que gobiernan actualmente parecen zombies, dejan que todo fluya y ahí, cerca, el pueblo es responsable de lo que acontece, sin comerla ni beberla.

El actual gobierno nacional está nocaut y mareado... y los opositores simulan no ser responsables de nada, pero son responsables de todo. Aplauden que se desquicie la economía que impacta en nuestro diario vivir.

¿Qué quieren lograr, adónde quieren llegar...?, hay un pueblo trabajador, que no es el que representa la CGT, una mayoría que trabaja de buena fe y que está cansada de las tropelías de las que es objeto. Los políticos que gobiernan desde los últimos días de 2015, lo hacen pensando electoralmente, primero en las elecciones de medio término de 2017 e inmediatamente después trabajando para 2019, para determinar si son o no reelectos y así tener la posibilidad de gobernar en otra oportunidad.

Lo más lamentable es que para eso pagamos nuestros impuestos y así nos devuelven el sacrificio que hacemos.

Tarea para el hogar

Por ello propongo para mañana, o mejor para ayer, que el gobierno nacional deje de hablar de las bondades del 2019, ya lo hicieron con el 2018 y así nos va; que llame a los veinticuatro gobernadores y se reúnan un día, una semana, un mes, sin atender ninguna obligación -hay quien los reemplaza-, se saquen las caretas y frente a nuestra Bandera resuelvan la actual situación.

Que cada uno deje de lado sus intereses políticos y hablen de la patria.

Que cada uno vea cómo puede vivir por su cuenta; que bajen la mayoría de los impuestos que afectan a la población productiva y trabajadora y que quienes integran los gobiernos nacional y provinciales vivan como lo hacen los jubilados y la clase trabajadora.

Hablen de austeridad, todos hablan de la pobreza, pero ¡oh, casualidad! todos los que cubren un cargo político son pudientes... ¿qué saben de la pobreza?... la pobreza parece ser un buen negocio político.

Eliminen todos los impuestos y volvamos a empezar. Que mantengan el Impuesto a las Ganancias, de modo que cada uno aporte por lo poco o lo mucho que tiene de ingresos. Es necesario para que funcione que todos trabajemos en blanco.

Si no alcanza para subsidios, para sueldos, no abonará las cifras correspondientes, de esa manera todos nos deberemos ocupar de que todos trabajen en blanco, por cuanto de esa actividad en blanco que paga los impuestos correspondientes se pueden cobrar los sueldos de los estamentos oficiales.

Quitando el IVA, el impuesto al cheque, a los combustible, a los vehículos y todos los cientos de impuestos que hay, se lograría el valor real de los servicios y de los productos.

¿Cómo hace el Estado para pagar subsidios si la caja le da déficit? ¿Crean emisión monetaria?

La pregunta es... ¿quién los autoriza a emitir?

Piden préstamos internacionales en dólares, y en vez de promover la inversión, venden esos dólares a los timberos.

Es momento de revisar las facultades del Poder Ejecutivo, para evitar excesos.

Cada gobernador, como una tarea del hogar, debería hacer una reunión amplia con intendentes o responsables de los municipios o comunas, para que les enseñen a los gobernadores cómo gobernar con austeridad. Lógicamente, es momento de que en todos los gobiernos se disminuya la cantidad de agentes con cargos políticos, que son muy notorios, hecho que debería replicarse en el Poder Legislativo y Judicial.

Somos una población de trabajadores empobrecidos con un Estado millonario, con papeles impresos sin valor, que dilapidan la disponibilidad.

Debido a la riqueza natural que tenemos, somos un país rico, con una población media con poder adquisitivo, pero solamente hablamos de la pobreza, mientras que a los pobres hay que generarles trabajo. Si se eliminan los subsidios la gente por necesidad sale a buscar trabajo, a generar nuevas oportunidades, pero si reciben subsidios ¿quién tiene ganas de tener inventiva para subsistir? ¿Cómo hicieron nuestros abuelos, cómo hacen los hermanos bolivianos, peruanos, que al llegar a nuestra patria tienen trabajo y logran generar un capital... cómo hacen?, habría que preguntarles y la respuesta no es difícil: lo logran con trabajo.

Me duele pero todos los que gobiernan la nación o las provincias son tibios y es bueno recordar que Jesús echó del templo a los tibios.

No se animan a tomar las medidas que corresponde, de tipo administrativas y económicas. Todo lo hacen con el centímetro del próximo acto electoral. Al centímetro los políticos lograron cambiarle el nombre y se denomina centimelectoral.

Todos son responsables, los que estuvieron e hipotecaron a la Nación y empobrecieron al pueblo y a la producción. Los que están se parecen al técnico de la Selección de Fútbol en el Mundial de Rusia: son caros, no se entienden entre ellos y no logran resultados.

Dentro de lo que llamamos democracia -es una democracia unitaria- generen más democracia, hablen con los intendentes, con los gobernadores, para que el pueblo se entere de qué se trata.

Deseo que los políticos dejen de usar al pueblo como escudo de su inoperancia. Todo aquel que no esté de acuerdo que lo manifieste con una propuesta, porque estar en contra, sin una propuesta, en nada ayuda, solamente entorpece.

Hay un dicho que dice: “No sé de qué se trata, pero desde ya me opongo”. Esto es lo que hace la oposición.

De la Patria y del pueblo ¿cuándo vamos a hablar?