Operaban en Barranquitas y Villa del Parque

Piden juicio oral para 17 miembros del clan narcofamiliar Maldonado

El fiscal Federal Nº 1, Gustavo Onel, firmó esta semana el requerimiento de elevación a juicio para la mayoría de los integrantes de una red de distribuidores barriales que actuaba en el oeste de la ciudad capital y tenía ramificaciones en la costa.

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La banda fue desbaratada en agosto del año pasado, cuando la Justicia ordenó 17 allanamientos en inmuebles en Santa Fe y San Javier.

Foto: Archivo El Litoral

 

Redacción de El Litoral

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Un total de 17 personas integran la lista de imputados para los cuales el fiscal Federal Nº 1, Jorge Gustavo Onel, pidió juicio oral esta semana. La encabeza un supuesto albañil de 29 años apodado “Bam, Bam” y cuyo nombre es Héctor Eduardo Maldonado. Para la acusación, Maldonado y su pareja Jaquelina Estefanía Lanche (25), lideraban la organización narcocriminal que fue puesta patas para arriba el 19 de agosto del año pasado, cuando la Justicia ordenó una veintena de detenciones y allanamientos masivos en las ciudades de Santa Fe y San Javier.

El “clan Maldonado”, como se lo conoce en la zona oeste de la ciudad capital, comenzó a ser investigado a partir de una denuncia anónima del 20 de enero de 2017, ante la Brigada de Drogas de Santa Fe. Escuchas telefónicas y filmaciones son la base de la prueba que permite relacionar a todos y cada uno de los integrantes de la red. Además, hubo un destacado trabajo de inteligencia, que da cuenta del entramado familiar que nutría al grupo delictivo, tanto en Santa Fe como en la ciudad costera, donde la empresa criminal tenía sus ramificaciones.

Lazos de familia

El fiscal Onel pidió la elevación a juicio para 17 de sus miembros: Héctor Eduardo Maldonado (29); su esposa Jaquelina Estefanía Lanche (25) que tenía un comercio de venta de ropa; el padre del primero, Marcelo José Alberto “El Diablo” Maldonado (58), Fabiana Ayelén Zabala (27), Micaela Anahí Galván (23), su madre Angélica Dora Galván (49), Mario Alberto “Baroko” Sosa (33), Carlos Matías “Colorado” Leguizamón (38), Fernando Manuel Ponce (23), Agostina Julieta Eusebi (21), Héctor Nicolás Molinari (30), Tamara Ayelén Gallay (22), María Alejandra Cicuttini (42) -madre de Gallay-, Nicolás Héctor “Monito” Kopp, Leonardo Víctor “El Sabalé” Aboli (26), Claudio Eusebi (25) -hermano de Agostina E.-, y Lucas Antonio Roble (23). Asimismo, solicitó el sobreseimiento para tres mujeres y dos hombres que se encontraban procesados en el marco de la causa.

Para la fiscalía “los hechos fueron cometidos en forma organizada”. El Dr. Onel destacó además “la estrecha vinculación familiar que posee la mayoría de los imputados”. En ese análisis, Héctor Eduardo Maldonado aparece como “cabecilla” de la red, por su rol “de aprovisionamiento” de los demás integrantes. También puso de resalto que la mayoría de los invocados vive en los barrios Barranquitas o Villa del Parque, que era el radio de acción de la banda.

Cocaína y marihuana

El día de los allanamientos el 19 de agosto del año pasado, la Justicia determinó que Maldonado y su pareja Lanche tenían en su poder 104 gramos de cocaína y casi medio kilo de marihuana, en su domicilio de calle Bolivia 4070. Al padre de Maldonado le encontraron -en su casa de la avenida Perón al 4022- unos 6,76 gramos de cocaína. Si bien la cantidad no era mucha, en su dormitorio y otras dependencias de la casa, la policía secuestró 269 tubos eppendorf para el fraccionamiento de la sustancia ilegal. En otro allanamiento en Gaboto al 4500 encontraron en poder de Fabiana Zabala otros 14 gramos de cocaína, una balanza digital y 244 tubos eppendorf más. Micaela y Angélica Galván (hija y madre) tenían 241 gramos de marihuana para la venta y 15 gramos de cocaína, en una casa de calle Córdoba y Terraplén Irigoyen. El concubino de Micaela Galván -Nicolás Molinari- vendía drogas desde el penal de Coronda, con la complicidad de su mujer, por ese entonces en libertad. A Mario Sosa le sacaron 51 gramos de marihuana de una casa de calle Córdoba al 4342; y Leguizamón fue apresado con 54,6 gramos de marihuana en pasaje Público al 3927 de Villa del Parque. Ayelén Gallay, su pareja Ponce (sobrino de Maldonado) y Cicuttini (madre de Gallay) se dedicaban a hacer el delivery de la droga, dijo el órgano acusador en una apretada síntesis.

Delitos atribuidos

En ese esquema, diez de los integrantes de la banda (H. Maldonado, J. Lanche, M. Maldonado, F. Zabala, M. Galván, A. Galván, F. Ponce, M.A. Sosa, C. Leguizamón y A. Eusebi) fueron acusados por el delito de “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, agravada por la participación de tres o más personas” en carácter de autores.

Otros seis (Molinari, Gallay, Cicuttini, Kopp, Aboli y C. Eusebi) fueron acusados por el delito de “comercio de estupefacientes agravado”, cinco en calidad de coautores y uno -Eusebi- como partícipe necesario. En tanto al último de los implicados (Lucas Roble) le cupo solamente la figura de “comercio de estupefacientes”.

Cuaderno naranja

Producto de los allanamientos, la policía secuestró un cuaderno de color naranja, de la casa de la calle Bolivia 4070 donde residían “Bam, Bam” Maldonado y Lanche. Allí “se refleja sin dudas la red de relaciones y vínculos que tenían los imputados”, dijo el fiscal Gustavo Onel en el requerimiento de elevación a juicio. Entre los elementos que llamaron la atención a los investigadores surge que la fuente de ingresos del núcleo familiar Maldonado-Lanche era un pequeño comercio de venta de ropa en Barranquitas a cargo de la mujer y el oficio de albañil del hombre. Sin embargo, los jóvenes ya poseían dos viviendas y se movilizaban en autos diferentes -un Renault Megano y un Sandero Stepway-.

Ramificación del clan

Producto de las primeras escuchas, los investigadores debieron ampliar su radio de análisis al departamento San Javier, donde al parecer el clan Maldonado tenía una estructura de reventa en las inmediaciones del Club Central.

Micaela Galván era el nexo con San Javier, a través de su cuñada Agostina Eusebi, a quien le secuestraron 26 gramos de cocaína en una finca ubicada a unos 100 metros del centro deportivo. También su hermano Claudio Eusebi participaba del negocio, aunque del allanamiento en su casa no se secuestraron drogas. Los demás involucrados en la reventa eran Lucas Roble, Nicolás Kopp y Héctor Aboli.