El delantero chileno se presentó este lunes a la mañana a entrenarse con la U...

Enrique Cruz (h)

Santa Fe. Domingo 29 de julio. 13.10 del mediodía. Fuente bien informada.

—¿Se hace?

—Creemos que sí. Están reunidos desde ayer. El tema de los impuestos fue un obstáculo que parece superarse.

—Estamos sobre el cierre de la edición, ¿con qué salimos?

—Poné lo que quieras, pero siempre en potencial.

—¿Y la conferencia que está anunciada en el aeropuerto a las 18?

—La van a suspender porque a Santa Fe no va a llegar. Directamente se va Buenos Aires y se suma al plantel.

—¿Lo anotan?

—Sí. Por eso sólo están Burián y Godoy en la lista de viajeros. El tercero es Pinilla. Y si nos permiten el cuarto cupo, va Zucculini.

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Santa Fe. Domingo 29 de julio. 16.54 de la tarde.

—¿Novedades?

—Humo blanco. Se hace. Suspenden la conferencia de prensa, pero viene.

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Santa Fe. Domingo 29 de julio. 17.20 de la tarde.

—¿A qué se debe el llamado?

—A que están todos sorprendidos y sin entender nada... ¡No viene!... Se lo dijo telefónicamente a su representante.

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Hasta aquí, más o menos, la reconstrucción de la historia del pase frustrado, por el momento —algunos estiman que para siempre—, de la llegada de Mauricio Pinilla a Colón. El sueldo estaba arreglado. Surgió una diferencia con los impuestos el sábado. Las reuniones fueron incesantes y a El Litoral le aseguraron que se puso muy duro en muchos momentos, pero al final se arregló. No fue económica la razón que tuvo Pinilla para desistir de algo que estaba arreglado. Se comenta también que hasta habían intercambiado regalos y presentes entre las partes. En media hora o menos, todo quedó en la nada. Se volvió a fojas cero. O menos que eso.

¿Qué pasó? Sin dudas que el escándalo que se armó en Chile desde el momento en el que Pinilla abandonó la concentración de la U —que el sábado perdió 4 a 0 ante Antofagasta de visitante—, las redes sociales, las declaraciones de ex jugadores y el ambiente mediático hizo que la situación se calentara y mucho.

Las razones esgrimidas fueron “de índole familiar”. Eso implica que el revuelo causado por su salida de Universidad de Chile —convengamos que es ídolo en ese club y uno de los jugadores más importantes del plantel de Kudelka— hizo que el futbolista cambiara intempestiva e inesperadamente de opinión. Algo que terminó sorprendiendo a todos, ya que Ronald Fuentes —otro ídolo de la U—, actualmente gerente deportivo de la institución, anunció oficialmente que Pinilla dejaba de pertenecer al plantel profesional.

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¿Qué se dice en Chile?, algunos medios optan por esta postura, la de una situación “familiar” que le hizo cambiar la opinión y la decisión que había adoptado el delantero, de 34 años y con una extensa trayectoria que contempló, por ejemplo, nueve años consecutivos de permanencia en el fútbol italiano.

Pero hay otra versión. Por ejemplo, el colega “La Tercera” señala que “pese a que Azul Azul oficializó su salida, el atacante optó por no fichar en Colón de Santa Fe. El pago de impuestos de su salario frustró el traspaso. Se aferró a no haber firmado el finiquito en la U”, es lo que expresa el diario en su copete principal.

Y agrega: “Mauricio Pinilla poco a poco fue dando señales. El delantero, quien el viernes le presentó a Azul Azul la carta formal de Colón de Santa Fe, club que estaba dispuesto a pagar la indemnización de U$S 500 mil para ficharlo, y el cual el futbolista quería reforzar por las próximas dos temporadas, comenzó a echar pie atrás en su idea de sumar una nueva experiencia en el extranjero. El berrinche en el que el futbolista le dejó claro a la concesionaria que quería que le igualaran el vínculo en la cantidad de años, y no hasta diciembre de 2019 como habían acordado hace menos de un mes, lentamente quedaba en el olvido.

En Argentina, estaban ilusionados con sumar al campeón de América. Esperaban presentarlo ayer en Santa Fe. A las 18, los medios locales estaban citados en el aeropuerto Metropolitano para conocer al refuerzo bombástico de la temporada. Incluso, la dirigencia ya estaba realizando gestiones para poder contar con su presencia en el duelo que medirá a Colón ante San Paulo, en el Morumbí, este jueves, por la Copa Sudamericana.

Sin embargo, horas antes de la presentación, la gerencia de comunicaciones del club suspendió la actividad: “Por razones de logística el futbolista Mauricio Pinilla arribará al país directamente en Buenos Aires. De este modo, queda suspendida la conferencia de prensa pactada para el día de la fecha”, informó. Hasta ese momento, un detalle más de la mediática salida del atacante del club al que le juró amor eterno.

Sin embargo, en el transcurso de las horas de este domingo, Pinilla comenzó a dudar de su decisión. Durante la mañana, el concuñado del ariete, Rodrigo Mardones, subió una fotografía a las redes sociales entrenando con el todavía 9 estudiantil. Y con un mensaje que abría aún más interrogantes: “¡Ojo!, Pinilla es mi concuñado y sigue siendo jugador de la U... para los que aún no lo entienden”, lanzó.

Lo cierto es que Pinilla, desde su casa en San Carlos de Apoquindo, se fue enterando de los líos que se presentaron durante la negociación con el cuadro sabalero. Mauricio Valenzuela, su agente, estaba en Santa Fe cerrando la operación. Y al delantero no le gustó el cambio de las condiciones. No quería asumir el costo de los impuestos. Y pese a que el cuadro transandino finalmente cedió en su posición, el atacante desconfió y prefirió seguir en el país para cumplir su contrato en Universidad de Chile.

Desde La Cisterna, quedaron consternados con la voltereta del atacante. Al delantero ya no lo tenían en los registros. Es que al 9 estudiantil no le importó quitarle el piso a Ronald Fuentes, gerente deportivo del club, quien hizo oficial su salida luego de acordar las condiciones con Mauricio Valenzuela, su agente: “Queremos informar que Mauricio Pinilla deja de ser jugador de Universidad de Chile, después de recibir una oferta y alcanzar un acuerdo con Colón de Santa Fe”, dijo el funcionario de Azul Azul. “Hemos decidido darle la libertad pues para él es un contrato mucho más ventajoso que el que tiene actualmente, en lo deportivo y en la cantidad de años de duración del mismo. Le deseamos mucho éxito en este desafío. Seguramente le irá bien”, agregó. El gerente, incluso, llegó a informar a los directores de Azul Azul de la transacción que se llevó a cabo.

Pese a la oficialización que le hizo el club en relación a su salida, Pinilla nunca asumió su partida. Por eso mismo, en el aeropuerto, al retornar de Antofagasta, fue enfático al momento de señalar que seguía perteneciendo a la U. No había firmado el finiquito, lo que finalmente terminó siendo su gran aliado en su frustrada salida.

Según sus cercanos, el atacante sólo pidió permiso para resolver su futuro en Santiago. En Antofagasta, incluso, el atacante pagó su pasaje para volver lo antes posible a la capital para exponer la oferta a su familia. El club le ofreció un traslado vía LAN a las 21. El jugador optó por viajar en la aerolínea SKY, a las 17. “‘Pinilla no se despidió de nadie acá. Nunca nos dijo que se iba. Nos dijo que no era seguro, que tenía que arreglar unas cosas’, dicen desde el plantel”, fue la crónica de dicho diario que reproducimos en forma textual para que se sepa qué se piensa y se dice en el vecino país.

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Lunes. 9.30 de la mañana. Santa Fe. La misma fuente bien informada.

—¿Qué cambio?, si es que cambió algo...

—Nada. Si no hay contrato laboral firmado no hay transferencia de derechos económicos y federativos. El jugador no firmó el finiquito de su contrato con Universidad. Y hoy lunes se va a presentar a entrenar. No sé qué pensará Kudelka. Pinilla y Araos eran titulares y se los sacaron. Ahora, le dicen que Pinilla vuelve. Sigue siendo todo muy irregular.

—¿Queda alguna opción?

—Los dirigentes de Colón esperan que el jugador recapacite. Se aferran a una luz de esperanza que no sé si se va a dar. Se arrepintió luego de haber visto y escuchado el escándalo y la repercusión en las redes sociales. No dimensionó que la gente se le iba a dar vuelta de esa manera.

—¿Entonces?

—Entonces nada. Esto no se hace... Bah... Eso creo...

Colorín colorado... Este cuento, ¿habrá terminado?