Arrancó la segunda fase

CRAI sumó una victoria trascendente

En el inicio del Top 8, prevaleció de manera inobjetable ante GER, uno de los candidatos a pugnar por el título regional.

César Miño

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Con una producción que no merece más que reconocimientos, CRAI venció a Gimnasia y Esgrima de Rosario por 32 a 22, iniciando de manera inmejorable la zona Campeonato del Regional del Litoral 2018, conformada por los únicos ocho equipos en condiciones de pugnar por el título de uno de los certámenes más importantes del país.

Sin dudas, fue el partido que todos esperaban: impregnado de vértigo, intensidad y, en grandes pasajes, con marcado equilibrio: de principio a fin y con un final tan atrapante como todo lo previo.

GER arrancó con su libreto en plenitud: pelota viva y juego continuado, desde todas las posiciones; pero una y otra vez chocó contra la solidez defensiva de su anfitrión, que sería uno de los argumentos capitales del plausible triunfo.

Hubo una excepción a la regla: sobre la mitad de la etapa, la primera imperfección de CRAI, permitió que su atildado adversario apoyara el primer try del partido, después de un movimiento “típicamente mensana”.

Inmediatamente comenzó a funcionar en plenitud el pack de forwards santafesino, que resultaría otro de los argumentos fundamentales para el éxito final. Una y otro vez, su accionar generó una supremacía en materia de posesión y territorio, que deparó inicialmente en el try de la igualdad.

Luego, en el penal que estableció la primera diferencia a favor (13 a 10); hasta que en tiempo adicionado, por la misma vía los rosarinos sellaron el 13 a 13 de la etapa inicial.

El complemento

El kick-off del segundo tiempo puso en marcha el creciente predominio de CRAI, aferrado a los argumentos antes citado, pero con una serie de elementos que también pueden señalarse como de imprescindible importancia.

Primero, la eximia conducción de Estanislao Bay, quien esta vez se limitó a ser un medio scrum que sapientemente marcó el rumbo de su equipo, ya que por las características del encuentro, no hubo margen para sus habituales (y generalmente letales) incursiones individuales.

Segundo, con algunas actuaciones que merecen ser puntualizadas sobre los méritos colectivos: Joaquín Schierano y José Dogliani, entre los forwards; Jorge Qüesta y Facundo Beltramino, entre los backs.

De ese modo, no extrañó que CRAI fuera construyendo de manera inexorable una victoria de altísima cotización, ante un adversario de categoría. El paso de los minutos lo refrendaron, más allá que en el descuento, un buen ensayo visitante haya acotado la diferencia a solo siete puntos.

Esa circunstancia inesperada, abrió las puertas a un final que no hizo más que engalanar el triunfo Gitano: con el tiempo cumplido, tuvo la paciencia y certeza para asegurarse el control de la pelota (como en todo el contenido), generó un penal y con notable valentía, arriesgó a pedir postes, para dejar sin bonus a su adversario.

La certera conversión de Beltramino (muy recuperado en su juego: a su natural seguridad en la plaza de fullback, sumó decisiones adecuadas y lució la certeza que otrora distinguió a sus kicks).

CRAI tiene motivos para festejar: no solo por la altivez del éxito, sino también por la manera en que accedió a la que entendemos puede catalogarse como la victoria más importante en lo que va del año.

Fundamentalmente, porque aquella ante Duendes, fue conseguida en una instancia inferior a la que ahora transita el interuniones 2018.