Llegan cartas

Desaparición de “la Setúbal” en 50 años

ALDO ESTEBAN DOMINGO DUCRANO CASALI

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A este artículo lo conocí en el final de la publicación del 06/04/18.

Cursaba entre 1967/72, turno nocturno de la Escuela Nacional de Comercio D. G. Silva de esta ciudad. Entre esos años, nos visitó el Ing. Cabral, de gran renombre en el gobierno provincial de Santa Fe. Trabajaba como funcionario de una de sus áreas, en todo lo relacionado al agua. Con dolor, nos comentó que varias veces había presentado el proyecto de endicar “la Setúbal” para regular el ingreso de agua y la gran cantidad de sedimentos, todos provenientes de los afluentes que la alimentaban, en especial desde Potrerillos, Leyes y otros muchos, incluso el Paraná. Esta propuesta perseguía el objetivo de evitar las grandes inundaciones hacia la ciudad de Santa Fe y no permitir que los sedimentos lleguen a cegar en un futuro este espejo de agua tan rico. ¡Nadie le hizo caso!, se le rieron, le tomaron el pelo. Presentó varios proyectos y presupuestos, pero nadie le dio curso.

Muchos años después, reflotó el proyecto -siendo ya jubilado-, pero nadie lo acompañó. Con posterioridad “algunos avivados” pretendieron utilizarlo copiando al máximo su propuesta, pero igualmente, nada se hizo ni nadie apoyó la opinión. Todo esto, porque como dijo “el tano”: “¡eh, summo cosi, summo aryentinos...!” y “¡viva la patria!”. Total, seguimos perdiendo, pagando por lo no hecho (ejemplos: desde Paraná a Santa Fe, el Salado en 1992, 1996 y el 29/04/2003), total “lo que roban de noche, crece de vuelta de día”.

Se nos va a secar “la Setúbal” por desidia, por esperar la catástrofe en lugar de trabajar en tiempo y forma, con honradez, prontitud y respeto a la prioridad, en beneficio de toda la comunidad.