Según el Indec

La industria trabaja casi “a media máquina”

En julio las fábricas utilizaron apenas el 60,1% de la capacidad instalada.

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Redacción de El Litoral

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Desde enero de 2016, cuando comenzó a difundirse esta serie con una nueva metodología, solamente en febrero de ese año se registró un índice levemente inferior (60%) por las vacaciones y la recesión de aquel momento. En cambio, en febrero de 2017, aún con vacaciones, el índice fue del 64,4% superior en 4,3 puntos al de julio pasado.

Con la “vieja” serie del Indec habría que remontarse a 2002 para encontrar un mes de julio con una capacidad ociosa superior.

Las industrias que se ubicaron con mayor capacidad ociosa o con menor utilización de su potencial de producción fueron la automotriz (48,1%), sustancias y productos químicos (50,8%), metalmecánica ( 51,1%), textiles (53,6%), caucho y plástico ( 54,3%), edición e impresión (58,6%), alimenticios y bebidas (58,9%).

En niveles superiores al nivel general figuran las industrias metálicas básicas (86,3%), papel y cartón (73,8%), tabaco ( 73%), minerales no metálicos (71,4%) y refinación de petróleo (66,2%).

Con relación a un año atrás, hay sectores con retrocesos de dos dígitos. Por ejemplo textiles retrocede 11,9 puntos, refinación de petróleo 18,2 puntos como “consecuencia de paradas técnicas”, según el Indec. A ello hay que sumarle tabaco ( -10,1 p.p) y caucho y plástico (-10,7) puntos.

Por encima de los valores de julio de 2017 están “industrias metálicas básicas” (+10,4 puntos) por el mayor crecimiento de la producción de acero crudo y la industria automotriz (+2,6 puntos) atribuible a un incremento de las exportaciones.

El Informe del Indec señala que la industria metalmecánica, sin automotores, registró en julio “un nivel de utilización de la capacidad instalada de 51,1%, inferior al de julio de 2017 (59,2%), a partir de la disminución de los niveles de producción de tractores, cosechadoras, sembradoras e implementos agrícolas, de algunos sectores de consumo durable (en particular la línea blanca) y del segmento de envases de metal”.

Derrumbe del consumo

En tanto, de la mano de una inflación implacable que deja rezagado el poder adquisitivo de los consumidores, las ventas en supermercados y almacenes se desplomaron, en promedio, 2,3% en agosto. Así, el acumulado anual, se ubicó en una baja del 0,4%.

Los datos corresponden a la consultora especializada Scentia y mostraron que la caída fue mucho más abrupta en el interior del país, donde el consumo masivo cayó 3,1% que en el ámbito del AMBA, que registró una baja del 1%.

De acuerdo con estos registros, las ventas resultaron menores en los comercios tradicionales (-4,1%) que en las grandes cadenas de supermercados (-0,6%), que siguen enfrentando la crisis con una batería de descuentos con tarjetas de distintos bancos y de fidelización.

Las principales bajas se dieron en productos de limpieza, que caen 7,6% interanual; higiene y tocador (-5,6%) y bebidas sin alcohol, que lo hacen a un ritmo del 4,3% internaual.

Según Scentia, la previsión de la caída del consumo masivo para este año es del 2%. En tanto, para las consultoras Kantar Worldpanel y Ecolatina, la caída del consumo será -debido al impacto de la devaluación- peor que la proyectada. Los pronósticos pasaron del -0,5 /0,7% a mitad de 2018, al -1,2%, en agosto.

IPC de septiembre rondaría el 6 %

Mientras se aguardaba para hoy la publicación del IPC de agosto, que rondará el 4 %, el número más alto desde mayo de 2016, las consultoras privadas ya realizan estimaciones con respecto a lo que sucederá con el comportamiento de precios este mes. Así, destacan que el incremento será de alrededor del 6 %.

Debe recordarse que sólo en la primera semana se disparó 2,8 % con particular fuerza en los precios de los alimentos, que impactan de lleno en los sectores más vulnerables.

La devaluación, con final aún incierto, es la clave de una aceleración inflacionaria que no se detiene y rompe todas las proyecciones. El 42 % para todo 2018 estimado hace pocos días por Hacienda en el borrador del Presupuesto del año próximo, ya parece quedarse corto.

Sin nuevos sobresaltos cambiarios, los analistas prevén un alza cercana al 45 %, e incluso el Citi habló del 50 %. En cualquier caso, con sólo cumplirse la renovada meta oficial, la inflación 2018 será la más alta desde la hiper de 1989-1990.

El salto del dólar de agosto y su traslado a precios llevará la inflación de septiembre a un nuevo pico. Los analistas consultados por este diario la ubican alrededor del 6 %, un nivel cercano al 6,5 % del IPC Caba de abril de 2016 en pleno ajuste de tarifas (la medición del Indec estaba suspendida).

Morosidad

El BCRA difundió su Informe sobre Bancos, que sigue el recorrido de distintas variables que hacen a la performance de las entidades. Los deudores del sistema bancario mostraron en julio aumentos en los niveles de morosidad, pero en magnitudes leves y manteniéndose en niveles bajos. El ratio de irregularidad del crédito al sector privado se ubicó en 2,3 % (+0,3 punto interanual), “nivel bajo tanto en términos históricos como en relación a otras economías de la región”, según consigna el informe. En 2005 la morosidad orillaba el 8 % y en 2009 arañó el 4 %, manteniéndose estable en los últimos años en torno al 2 %.