Fue en los últimos tres rounds de la pelea ante Jean Claude Bouttier...

A 45 años de una lección de boxeo de Carlos Monzón

El combate fue organizado por Alain Delon; se realizó en Roland Garros y fue la revancha del que habían sostenido en 1972.

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Un instante de la pelea desarrollada en París. Era muy valiente Bouttier y sólo por eso aguantó de pie. El año anterior, Monzón lo había noqueado. Foto: Archivo El Litoral

 

Tomás Rodríguez

(Especial para El Litoral)

El 29 de septiembre de 1973, en el fantástico estadio de Roland Garros, en Francia, en el mismo lugar escenario de grandes competencias anuales del llamado deporte blanco, el entonces campeón mundial de peso mediano, el argentino Carlos Monzón, defendió exitosamente la corona frente al local Jean Claude Bouttier, siendo la octava oportunidad que concretaba ese halago, luego de su consagratorio triunfo del 7 de noviembre de 1970 ante el italiano Nino Benvenutti, en el Pallazo de los Deportes de Roma, por K.O. en el 12º asalto, trayendo para nuestro país dicho cetro.

En dos ocasiones, defendió Monzón su título ante el francés Bouttier y ambas en París. La primera, el 17 de junio de 1972, en el estadio Colombres, en la que el púgil santafesino se impuso por nocaut técnico en el decimotercer asalto de los 15 pactados.

En la segunda oportunidad, un año más adelante, de la que se conmemora el 45 aniversario de dicha proeza, el boxeador argentino se impuso por decisión de los jurados, luego de someter en los tres últimos capítulos a una verdadera paliza a su contrincante, que aguantó y valientemente terminó muy golpeado.

En la segunda ocasión, El Litoral le dio una amplia cobertura con la presencia del periodista Pedro Oscar Roteta, en distintas ediciones.

Mientras tanto, el semanario porteño El Gráfico publicaba: “Monzón: así gana un campeón”, con foto que abarcaba toda la tapa en su edición 2.817 del 2 de octubre de 1973.

Como en la pelea anterior entre ambos, el encuentro fue promocionado por el actor Alain Delon, hubo paridad hasta el capítulo 11. Sin embargo, en los tres últimos asaltos, Monzón apabulló a Bouttier aplicando golpes precisos y certeros en el cuerpo y rostro, arrojando a su valiente oponente al tapiz, siendo aclamado y vivado por la multitud asistente, la mayoría franceses, italianos y argentinos que idolatraban al monarca.

En la Argentina, como ocurría cada vez que “Escopeta” Monzón exponía su cetro, el país se paralizaba para observar en acción al magnífico exponente santafesino. A su término, se reiteraban los momentos de algarabía de la afición que demostraba su alegría sin distinción de colores deportivos, políticos, sociales y religiosos.

Brusa preocupado

En esa misma época, el diario Crónica daba cuenta de una relación romántica del poseedor del cinturón mundial de peso mediano con Gilda Arancio que preocupaba a su adiestrador Amílcar Oreste Brusa, quien intentaba rechazar la vinculación de “Escopeta” Monzón con las modelos y el mundo del espectáculo.

Tras el tercer y último traspié en el campo rentado, frente al pampeano Alberto del Carmen Massi, el 9 de octubre de 1964, en la provincia de Córdoba, Monzón consiguió durante ocho años 10 meses y 30 días, la friolera de 65 triunfos y ocho empates, incluyendo la obtención de los títulos argentino, sudamericano y mundial, frente al porteño Jorge José “Gallego” Fernández, los dos primeros, y el italiano Giovanni Benvenutti, el cetro universal de peso medio del CMB y AMB.

La carrera de Bouttier

Su retador Jean Claude Bouttier, había nacido el 13 de agosto de 1944, en Gournaysur-Marne, Senna Saint Denis, Francia, mide 1,77 metro y su estilo era ortodoxo. Debutó frente a Claude Philippot, el 23 de octubre de 1965, retirándose de la actividad luego de enfrentar a Messim Max Cohen, el 30 de julio de 1977.

El francés realizó 72 combates, se impuso en 64, de los cuales venció por la vía rápida en 43. El palmarés expresa que en junio de 1971 consiguió el título de la Unión Europea, perdiendo este honor en mayo de 1974 ante Kevin Finnegan.

Bouttier se inició en el cine como actor en series de televisión. Posteriormente, desde 1984 comenzó su carrera como comentarista de deportes, especialmente el llamado de las narices chatas.

 
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El anuncio de la revista El Gráfico, hablando de las virtudes de aquel rival que tuvo Monzón en los primeros años de su reinado.

Foto: Archivo El Litoral

La grandeza del campeón

Cuando restaban tres peldaños para culminar el combate, apareció el verdadero campeón, con sus efectivos cross de derecha a la zona alta del galo, además de la zurda prodigiosa que se estrellaba en el cuerpo del retador y conduciendo la pelea a su manera, parado en el centro del cuadrilátero, acorralando y aplicando una verdadera lección de boxeo a un oponente que luchaba para terminar de pie los 15 asaltos.

Con el público del ring side de pie aplaudiendo y reconociendo la capacidad del Rey de los Medianos, manteniendo la distancia y aplicando precisos golpes cruzados que deterioraban la figura del valiente retador. Quedó en la retina de los aficionados franceses, europeos y argentinos la clase y grandeza de un auténtico campeón.

Jean Paul Belmondo

El famoso actor Jean Paul Belmondo -amigo de Alain Delon y del boxeador argentino- emocionado hasta las lágrimas sentenciaba al término de la contienda: “Carlos Monzón es un supercampeón, aniquiló a singulares exponentes de la categoría Mediano dos veces a Giovanni Benvenutti, Emile Griffith y Jean Claude Boutier, además de Denny Moyer, Tom Bogs, Benny Briscoe y Roy Dale, entre otros”.

Para remarcar la jerarquía del pupilo de Amílcar Oreste Brusa señalemos que la revista The Ring lo puso en el “Hall de la Fama”, en Canastota, Nueva York, con sobrados méritos, siendo considerado por el universo pugilístico como el más grande campeón del mundo de los Medianos del siglo pasado.

Entre el 7 de noviembre de 1970 y el 30 de julio de 1977 durante su reinado, con 14 defensas exitosas, ratifican sus pergaminos, aventajando de acuerdo a lo señalado por los especialistas en la materia a notables figuras como Marcel Cerdán, Tony Zale, Rocky Graciano, el excepcional Sugar “Ray” Robinson y Stanley Ketchel, respectivamente.