Frente a la Costanera Oeste

Redacción El Litoral

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Las mujeres visten atuendos amplios y floreados, característicos de la etnia gitana. Los niños están con ellas y los hombres aparte, a la sombra de un árbol durante un almuerzo algo tardío, ya que es la hora de la siesta. Hay al menos siete colectivos del tipo motorhome (sobre la calle, y uno sobre el parque público); unas siete traffics y autos. El lugar exacto del campamento es el predio público situado entre Laprida, Regís Martínez, Martín Zapata y la Av. Alte. Brown, frente a la Costanera Oeste.

Son muchas familias, aunque este medio no pudo saber con precisión cuántas, ni tampoco de qué lugar llegaron, ni de qué rama étnica (andaluza-española, turca, etc.) proceden. El hecho es llamativo no por la comunidad en sí y sus características sociales, sino porque están acampando “desde hace al menos dos meses, quizás más” en un parque público, según coincidieron en diálogo con El Litoral varios vecinos consultados.

Sus ropas lavadas secan al sol, tendidas desde los propios colectivos-viviendas (que utilizan las comunidades nómades) hasta las ramas de árboles. Hay un baño químico, un pony que es utilizado para que los más chicos —que asisten al parque de juegos y de la Locomotora, que están muy cerca— se saquen fotos. Un asador que no para de lanzar humo. “Hacen artesanías, las venden junto con otros productos a veces en la Costanera. Están viviendo acá”, dice un joven del barrio.

La expresión “gitanos” es peyorativa y despectiva en muchos usos del habla coloquial; lo cierto es que sus descendientes provienen de una etnia ancestral muy presente en el país: se estima que la población gitana en la Argentina cuenta con unas 300 mil personas. Toda la panorámica del acampe invita, otra vez, a creer que es una comunidad nómade, que llegó y se instaló en ese punto de la ciudad.

¿Es legal?

¿Es legal ocupar un espacio público con un acampe permanente o transitorio? Todo indica que sí, y que no están cometiendo ninguna infracción. El Régimen de Infracciones y Penalidades de la ciudad no dice nada puntualmente sobre este punto en su título “Faltas Contra la Seguridad, el Bienestar y la Estética Urbana”. Hoy, no hay ordenanza que prohiba este tipo de ocupación sobre espacios públicos de la ciudad.

Sólo dice algo al respecto el artículo 68 del Código de Convivencia de la Provincia (ex Código de Faltas provincial), en el punto Reuniones y Manifestaciones sin Aviso Previo: “Los que omitiendo dar aviso previo y fehaciente a la autoridad policial, municipal o comunal, promovieren la realización de reuniones o asambleas fuera de recintos privados, o manifestaciones por vía pública, y ocasionaren perturbaciones al orden público, serán reprimidos con multa hasta medio jus (unos 1.400 pesos)”, supo este medio. Pero nada más.

Fuentes municipales dijeron a El Litoral que no se está cometiendo ningún delito en tanto y en cuanto los colectivos no estén estacionados en el espacio público. “En estos casos se labra la infracción correspondiente y se los exhorta a volver a estacionar al vehículo sobre la calle. Si éstos están estacionados sobre la calle, no se está cometiendo una infracción. No hay normativa que estén violando por vivir en la calle” adentro de los colectivos, indicaron.

Opinión

Una vecina que vive cerca del predio donde se realiza el acampe (pidió reserva de nombre) confió que ya se ha realizado varios reclamos al 0800 de la Municipalidad. “No hay episodios de violencia, estas personas son tranquilas. Pero entiendo que esto es un parque público, no un camping”.“No es lugar de acampe —insistió en su postura—. Queda mucha basura que ellos generan, como es esperable. La policía pasa, Gendarmería pasa y todos se desentienden. Desde el Municipio no nos dicen nada”.

Una reunión bajo la sombra. Desde el municipio aseguran que el acampe no implica una infracción, siempre que los vehículos estén estacionados sobre la calle.