llegan cartas

Banco Central de Sangre del hospital Cullen

PEDRO ALBERTO ZUKAS (*)

DNI. 7.327.291

El 9 de octubre se cumplieron 40 años de la inauguración del Banco Central de Sangre del Hospital José M. Cullen.

Su creación fue motivada por una tragedia: un accidente ferroviario en la localidad de Sa Pereyra. Los heridos fueron numerosos y se necesitaba de modo urgente que se presentaran todos los donantes de sangre posibles. Así fue como los santafesinos acudieron al primer llamado, de modo solidario, a donar vida. Porque de eso se trataba: de dar vida a quien la necesitaba.

Pero este hecho puso en evidencia una carencia insoslayable, el hospital no contaba con la estructura requerida.

Me trasladé a la ciudad de Rosario, al hospital Clemente Álvarez y en una entrevista con el director del Banco de Sangre,recientemente inaugurado, el Dr. Roberto Esperoni, me facilitó el organigrama y en el espacio físico del que se disponía, comenzaría a construirse el sueño. El Dr. Jorge Tiscornia, director del hospital, y el Dr. José Filomena, jefe del Servicio de Hemoterapia, brindaron todo su apoyo para la gestión, concreción y puesta en acto del Banco.

Miles de personas a lo largo de estos 40 años han concurrido a donar sangre de modo habitual porque alguien lo necesita, o quizás lo hicieron por única vez para un familiar. Lo importante es el hecho de que frente a la necesidad ingente de una transfusión pudimos canalizar esa demanda.

Deseo agradecer profundamente a este diario que, en esa oportunidad y hasta el día de hoy se hizo eco difundiendo todas las actividades, colectas, pedidos de sangre, etc. que desde el Banco se hicieron.

Los exámenes específicos que se realizan sobre cada unidad de sangre donada por una persona de buen corazón, garantizan absolutamente su condición óptima para ser transfundida. Quienes a diario se desempeñan allí lo hacen con una profunda convicción y sincera entrega. Saben de los temores de aquellos que donan por vez primera y los contienen. Controlan constantemente a los donantes, permaneciendo a su lado.

Hoy a 40 años de aquel día, hablamos de un cambio de paradigma. Ya no apelamos al donante de reposición, sino al donante de repetición. Este es aquel que dona cada 4 meses porque alguien lo necesita.

La vida, en un sentido ontológico, es sagrada, siempre. En toda circunstancia y situación que se presente.

Agradezco el espacio que me han brindado de manera desinteresada, permitiendo que se difunda el mensaje de amor que soñamos cuando se creó el Banco Central de Sangre del Hospital José María Cullen: “Donar sangre es dar vida”.

Muchas gracias a todos los que pusieron su brazo y donaron vida.

(*) Bioquímico