Rumbo a Estados Unidos

Caravana de migrantes reanuda marcha contra la voluntad de Trump y México

Ocho días después de haber partido desde Honduras, una multitud de hombres, mujeres y niños avanzó 40 kilómetros de manera ilegal por territorio azteca.

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Migrantes centroamericanos marchan hacia Estados Unidos.

Foto: DPA

 

Rafael Victorio y Andrea Sosa Cabrios - DPA

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Ocho días después de haber partido desde Honduras hacia Estados Unidos, una caravana de miles de migrantes centroamericanos reanudó este lunes su marcha en el sur de México, pese a las advertencias del presidente Donald Trump y el Gobierno mexicano.

Una multitud de hombres, mujeres y niños avanzó 40 kilómetros adentrándose en territorio mexicano desde Ciudad Hidalgo, en la frontera con Guatemala, hasta la ciudad de Tapachula, ambas en el estado de Chiapas.

La mayoría entró de manera ilegal a México por el río Suchiate, sin atender los llamamientos de las autoridades mexicanas y de Estados Unidos para regularizar su situación y pedir refugio en México.

“El Estado mexicano, a través del Instituto Nacional de Migración, los exhorta a regularizar su situación migratoria en el país”, dijo el jefe regional de migración, Francisco Echevarría, en un mensaje en la carretera. “De lo contrario, se tiene que aplicar la ley”, agregó. “No pueden continuar en territorio nacional de manera irregular”.

El numeroso contingente está formado por unas 7.500 personas según los organizadores, aunque no hay cifras oficiales. El grupo avanzó en un ambiente tenso bajo vigilancia policial, por la carretera hasta Tapachula, pero no se impidió su recorrido.

Trump exigió en Twitter que pidan refugio en México y dijo que de lo contrario Estados Unidos frenará su ingreso.

“Se están haciendo todos los esfuerzos para evitar que la arremetida de extranjeros ilegales cruce nuestra frontera sur. Las personas deben solicitar asilo en México primero, y si no lo hacen, Estados Unidos les negará la entrada”, tuiteó.

La caravana original partió el 13 de octubre con unas 1.000 personas desde la peligrosa ciudad hondureña de San Pedro Sula y se fue agrandando en el recorrido de 650 kilómetros hasta México.

Sólo 1.028 optaron por pedir refugio a México por los cauces formales hasta ahora, según informó la noche del domingo el Ministerio del Interior en un comunicado.

En Guatemala, medios locales informaron que una nueva caravana integrada por al menos 1.000 hondureños, entre ellos mujeres y niños, se ha puesto en marcha. Los migrantes avanzaban el domingo por Chiquimula, en el oriente guatemalteco, rumbo a la capital guatemalteca para luego intentar llegar a la frontera con México.

“Venimos huyendo de la violencia de las pandillas. No venimos huyendo solo porque no tenemos trabajo, vivimos en un infierno”, dijo a dpa el hondureño Denys Omar Contreras, que fue uno de los primeros en concluir el recorrido en Tapachula.

Esa ciudad está separada de Guatemala por el río Suchiate, por el que muchos de los migrantes decidieron cruzar en balsas o nadando sin atender el llamado de las autoridades mexicanas a pedir refugio por canales formales en el puente fronterizo.

Los migrantes, que todavía no han definido sus siguientes pasos, se instalaron en la plaza central y otros sitios de Tapachula, después de caminar con niños cargados en los hombros y con mochilas. Algunos se subieron a autobuses, camiones o vehículos que aceptaron llevarlos.

Muchos descansan ahora bajo los árboles o tendidos en el suelo con la cabeza apoyada sobre mochilas en Tapachula, mientras siguen pensando en continuar los 3.800 kilómetros que les falta recorrer hasta la frontera con Estados Unidos.

Además, hay todavía cientos esperando una entrada legal en el puente fronterizo entre Ciudad Hidalgo y la ciudad guatemalteca de Tecún Umán, sobre el Suchiate. Otros 2.000 regresaron voluntariamente a Honduras en autobuses que se pusieron a su disposición, según el presidente de Guatemala, Jimmy Morales.

La Policía Federal mexicana se apostó en el camino con escudos pero desarmada. Ahora el contingente está conformado no solo por hondureños. Hay también algunos guatemaltecos y otros centroamericanos que encontraron en este movimiento la oportunidad de avanzar hacia la frontera con Estados Unidos.

“Ahí vamos, a ver qué pasa. Espero llegar a la meta”, dijo a dpa en la caravana una mujer que se identificó como Marisol y que caminaba con otros ocho integrantes de su familia: su esposo, su hermano, su cuñado y cinco niños, de cuatro a 12 años.

Los migrantes temen ser deportados o quedar encerrados si piden refugio, ya que el trámite puede durar hasta tres meses en los que deben permanecer bajo custodia de las autoridades migratorias.

La Fiscalía de Chiapas informó la noche del domingo que seis migrantes, que no pertenecían a la caravana, murieron y 11 resultaron heridos en un accidente de tránsito en la carretera Ciudad Cuauhtémoc-Tuxtla Gutiérrez.

Los migrantes, que habían entrado a México por una zona diferente a la caravana, iban en una camioneta que se salió de la ruta. Los fallecidos son cinco hombres y una mujer y entre los heridos hay cuatro menores de edad.

Trump habla de emergencia nacional e involucra al Ejército

Donald Trump calificó hoy de “emergencia nacional” el avance de la caravana de migrantes hondureños hacia Estados Unidos y aseguró haber alertado de ello al Ejército.

La caravana, que salió de Honduras el 16 de octubre, se encuentra ahora mismo en el sur de México tras llegar allí a través de Guatemala. El domingo reanudó su marcha hacia Estados Unidos pese a las advertencias de Trump y del Gobierno mexicano.

El presidente estadounidense acusó esta mañana en Twitter a la policía y al Ejército mexicano se ser “incapaces” de frenar el avance de los migrantes y aseguró que entre los hondureños hay “criminales” y “desconocidos de Oriente Medio”.

Tras amenazar durante días a Honduras y Guatemala con retirar las ayudas que reciben de Estados Unidos, hoy aseguró que van a ser cortadas o reducidas “substancialmente”. “No fueron capaces de hacer el trabajo de impedir a su gente que abandonen su país y vengan ilegalmente a Estados Unidos”, escribió.

El mandatario ha hecho de la caravana y la seguridad fronteriza un arma electoral de cara a los comicios legislativos de medio mandato que se celebran el 6 de noviembre y en los que los demócratas tienen opciones de recuperar el control del Congreso.

A falta de dos semanas para las elecciones legislativas de medio mandato, en las que los demócratas tienen opciones de recuperar el Congreso, Trump volvió hoy a acusarlos de ser los responsables por no apoyar un cambio de la legislación existente, que calificó de “patética”. “¡Hay que cambiar las leyes!”, instó. “¡Recordad (las elecciones) de medio mandato!”.