Campaña algodonera

El picudo puede salir caro

El exceso de confianza con respecto a la plaga puede generar graves problemas en la presente campaña. El ingeniero Marcelo Polak emitió una serie de recomendaciones a tener en cuenta.

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El picudo sigue siendo el enemigo Nº 1 de la productividad del cultivo de algodón, aumenta los costos de producción y disminuye los rendimientos.

Foto: Archivo

 

Campolitoral

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Si bien las capturas de picudos en toda la zona algodonera están por debajo del promedio histórico, es recomendable controlar el picudo ahora, antes de que empiece a reproducirse, recomendó el ingeniero Marcelo Polak, desde la Fundación Lucha Contra el Picudo del Algodonero (FULCPA).

“La presión de picudo en esta campaña va a depender la concentración o dispersión de la siembra y de que tan bien se controle a los picudos en los primeros lotes sembrados, ya que estos lotes son atacados por picudos que provienen de la diapausa (generalmente una población muy pequeña), y difícil o casi imposible de localizar si se utilizan pocas trampas”, señaló. Por tal motivo, los primeros lotes que se siembran, pueden llegar a cosecha con bajas pérdidas de rendimiento pero han permitido la recuperación de la plaga.

En este sentido, Polak manifestó que el exceso de confianza por parte de los productores (en un año más húmedo de lo normal) puede darles una desagradable sorpresa. “Los productores que realizan el algodón en zonas con una estación muy seca en el invierno reducen el uso de trampas de feromonas a solo una trampa cada 50 a 70 hectáreas. Estos productores puede llegar a tener pérdidas de más del 20 % de la producción en los lotes que siembran más tarde (en diciembre)”.

Recomendaciones

Para evitar o minimizar las pérdidas provocadas por picudo el ingeniero recomienda algunas claves de manejo.

Instalar trampas de feromonas antes de la siembra, para localizar todos los lugares con alta tasa de supervivencia de los picudos diapaudantes.

Realizar una aplicación de insecticida total en todos los lotes de algodón en el momento que aparecen los primeros botones florales. Esto es sumamente importante ya que es la única oportunidad de afectar fuertemente a la población de picudo ya que todavía no hay larvas de picudos (que están protegidas de la aplicación de insecticidas ya que se desarrollan en el interior de las estructuras fructíferas).

Realizar varias aplicaciones en el momento que los picudos abandonan el lote de algodón, que es cuando las bochas están maduras y empieza a escasear la principal fuente de alimento de la plaga (los pimpollos de la flor de algodón).

El picudo sigue siendo el enemigo Nº 1 de la productividad del cultivo de algodón, y aumenta los costos de producción y disminuye los rendimientos. por eso, finalmente, no descuidar las primeras aplicaciones de insecticidas, de esta manera evitaremos la rápida recuperación de esta plaga.

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Instalar trampas de feromonas antes de la siembra, para localizar todos los lugares con alta tasa de supervivencia de los picudos diapaudantes, es una de las primeras recomendaciones.

Hay un plan

El picudo del algodonero es considerado la plaga más dañina del cultivo del algodón. El enorme potencial de destrucción se debe a la alta capacidad reproductiva y a las numerosas generaciones que se producen en un ciclo a agrícola. Las cuantiosas pérdidas que ocasiona y la dificultad de su control son responsables de la gran reducción del área de siembra en países en donde la plaga está instalada. El Programa Nacional de Prevención y Erradicación de Picudo del algodonero (Anthonomus grandis Boheman) de SENASA tiene como objetivo definir estrategias y la implementación de medidas fitosanitarias que contribuyan a la sustentabilidad del cultivo de algodón.

Métodos de control

El control del picudo ha mejorado en estas últimas campañas ya que se siembran lotes cada vez más grandes con productores más eficientes y comprometidos. También ayudó el clima de los dos últimos años, con sequías más o menos prolongadas, que obligó a una siembra más concentrada y provocó una mayor mortalidad de los picudos que pasan el invierno en diapausa, ya que la falta de humedad es la principal causa de mortalidad de los picudos que salen del invierno.

Los productores algodoneros que pasaron por una campaña complicada por altas pérdidas por picudos como la del 2.012, donde se dieron pérdidas muy altas de producción, tenían dos caminos: o mejoraban el control de la plaga o abandonaban el cultivo. Los que decidieron continuar, instalan trampas antes de la siembra, realizan una aplicación total de insecticidas unos 35 días después de la siembra y luego continúan con aplicaciones de bordes todas las semanas en todos los lotes con capturas positivas de picudo antes de la siembra. Como estas capturas se dan en sectores localizados y perfectamente identificados, los promedios de aplicación por hectárea suelen ser muy bajos.