DOMINGO

Hermanos en la murga

La Desbocada, representante del género con sangre charrúa, despedirá el año de su nacimiento, con el espectáculo “El sueño del pibe”. Será a las 21, en el Teatro Luz y Fuerza.

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“La murga tiene que hablar de lo que pasa alrededor”, expresan a modo polifónico Sergio Rosa y Facundo Céspedes.

Guillermo Di Salvatore

 

Leonardo Pez

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Este domingo, a las 21, La Desbocada murga presentará su espectáculo “El sueño del pibe” en el Teatro Luz y Fuerza (Junín 2957). Para anticipar el show, visitaron El Litoral dos de sus integrantes: Facundo Céspedes (arreglos y dirección) y Sergio “Checho” Rosa (cuerda de primos).

Saludo

—¿Cómo nació La Desbocada?

Facundo Céspedes: —Con mi hermano (Camilo) y Tebi (Esteban Mannarino) estuvimos juntos en una murga. En enero, fuimos de vacaciones a Uruguay (Punta del Diablo, Valizas, Montevideo). En esa época las murgas están ensayando, así que aprovechamos para ver ensayos de los Patos Cabreros, Momolandia y Metele que Son Pasteles. Estábamos bastante influenciados por ese lado, y se nos ocurrió encarar el 2018 poniéndonos al hombro tremendo proyecto: armar una murga.

—En tu función de director de la murga, ¿qué pudiste absorber de la experiencia de asistir a esos ensayos?

F.C.: —Verlos cantar ahí me puso la piel de gallina. Además del lado emocional, estar cerca me hizo ver la disciplina que tienen. Ellos respetan el horario a rajatabla y son muy estrictos con el trabajo. Mantienen una dinámica muy grosa. Eso sí lo podemos absorber. Yo no pretendo que cantemos como ellos, pero podemos aprender mucho en la cuestión disciplinaria.

Cuplé

—Después de una serie de presentaciones en El Birri, ¿qué particularidades va a tener el show en Luz y Fuerza?

Sergio Rosa: —Lo principal es que vamos a contar con un espacio mucho más grande, por lo que tenemos que trabajar desde otro lado lo escénico. La sala del Birri está buenísima, pero el escenario es pequeño para 16 personas. Además, puede llegar a haber algún salpicón nuevo.

—¿Cómo se compone el espectáculo “El sueño del pibe”?

F.C.: —Tenemos compuesto un espectáculo de 50 minutos. Empieza con una canción de saludo o bienvenida. En el medio, hay contenido más teatral, mezclado con melodías ya inventadas a las que la murga le cambia la letra. También tenemos pequeñas composiciones propias. En la instancia del salpicón, cantamos noticias de la actualidad. Los cuplés son pequeños fragmentos teatrales y musicales donde decimos las cosas de otra forma. Al final del espectáculo, hay una instancia mucho más tranquila, donde “Checho” (Rosa) hace una canción de su autoría. Después, viene la retirada. Trabajamos sobre melodías propias y melodías ya compuestas con letra cambiada. Las letras son 100% nuestras y de Julia Ruiz (quien colaboró en el saludo y la retirada).

—¿Qué temáticas trabajan en las letras?

F.C.: —La murga tiene que hablar de lo que pasa alrededor. El estilo es la crítica a la actualidad que vivimos nosotros. Denunciamos nuestra realidad.

—¿Cómo articulan los aspectos vocales y líricos con el plano actoral?

F.C.: —La murga es un lugar de intercambio. Nuestros hermanos constantemente nos han dado indicaciones en la parte teatral: han armado prácticamente toda la puesta y uno aprende de eso. Camilo (Céspedes) nos dice que lo que él ve es que es un estilo de farsa: es como meterse en un personaje, creértela. También está el caso de Rodrigo (De Brix), un chico con una técnica vocal impresionante, que nos enseña a vocalizar, y también aprendemos de ese lado.

S.R.: —El intercambio también lleva a una horizontalidad grupal. Todos los aportes son escuchados, se prueban las cosas que cada uno tiene en la cabeza. Es muy fluido. Esto viene trabajándose desde febrero o marzo, con mucho esfuerzo. El hilo conductor del espectáculo, los dos actores que llevan la puesta en escena, la importancia de lo musical, hacen que en un momento el espectador entre en un mundo de fantasía total. No somos uruguayos, pero respetamos y le ponemos el corazón a full. Y le prestamos mucha atención a lo musical... ¡porque está lleno de músicos el grupo!

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La Desbocada es “una familia muy numerosa” que convoca a trabajadores de la cultura de diversos oficios (músicos, sonidistas, iluminadores, vestuaristas, maquilladoras, diseñadores, poetas, presentadores y técnicos).

Foto: Gentileza producción

Retirada

—La mayoría de los integrantes de La Desbocada han transitado como instrumentistas variados proyectos musicales. ¿Cómo se traduce eso en el sonido final?

F.C.: —El estilo de la murga es muy musical. Las murgas uruguayas con las que estuve en contacto musicalmente están volando. Teniendo más o menos resuelta esa parte, se avanza mucho. Además de la puesta, la parte teatral y los cuplé. Yo siento que por ahí se descuida la cuestión musical. El avance que tienen los uruguayos es muy bueno, de mucha calidad, muy afinados y armonías muy complejas.

—Además, hay una diversidad de oficios, profesiones y trayectorias hermanadas por el hecho común de ser trabajadores de la cultura.

S.R.: —Creo que lo que primero que hicieron Facu y Cami es una convocatoria desde lo humano. Somos casi todos amigos o conocidos. Desde ese lugar se facilita el laburo de composición para los directores y para las personas que tienen que pensar la cuestión escénica. Otra particularidad que está bueno contar es que hay tres pares de hermanos en la murga... ¡casi la mitad de la murga somos hermanos! “Bocha” y yo; Cami es hermano de Facu; y los hermanos Allende (Manu y Mati).

F.C.: —Yo transmito lo que pude aprender en este tiempo. Empecé tocando redoblante en Rezonga la ronca hace años, cuando se armó la murga. Con La Clave estuvimos muy cerca del género, aunque nunca habíamos hecho algo tan tradicional.

Respecto a la diversidad, yo siempre remarco los diferentes campos que están volcados en este mismo estilo. No hay que dejar de nombrar a Camila Villalba y Valentina Marín, las dos maquilladoras oficiales del grupo que vuelcan su arte de una manera muy copada. Julia Ruiz participa en las letras. Facundo Peralta es el sonidista y Nacho Belini, el iluminador.

También hay amigas y amigos que se acercan en la previa de los espectáculos a dar una mano, con los trajes, a ayudar a acomodar la gente, en la entrada, a maquillar... Salir a hacer el espectáculo con la murga implica no solamente a los 16 que estamos ahí. Somos una familia muy numerosa.

Equipo

Cuerda de primos: Guillermo Del Pino, Juan Rivas, Diego Ochoa, Camilo Céspedes y Sergio “Checho” Rosa. Cuerda de segundos: Esteban Mannarino, Alejandro Segovia, Matías Allende, Manuel Allende y Hernán “Bocha” Rosa. Cuerda de sobreprimos: Rodrigo De Brix y Federico Palacio. Batería: Luis “Pupi” Simino, Federico Figueroa y Gianluca Sementilli. Arreglos y dirección: Facundo Céspedes. Vestuario: Ana Viera, Victoria Borghini y Hernán Bono. Maquillajes: Camila Villalba. Letras de saludo y despedida: Julia Ruiz. Diseño Gráfico: Leandro Ziero. Sonido: Facundo Peralta. Iluminación: Nacho Bellini. Colaboradores: Valentina Marin (maquillajes), Valentina Fernández y Sol Giani (técnica, utilería, entradas) y Facundo Maggio (presentador).