Crece el conflicto

Italia acusa a Francia de defender “intereses petroleros” en Libia

El gobierno italiano acusó a Francia de “defender intereses petroleros” en Libia en vez de preocuparse por la “estabilización” del país africano, en un nuevo round de la disputa entre Roma y París por la política inmigratoria.

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Matteo Salvini, crítico con el gobierno galo.

Foto: Agencia

 

Redacción de El Litoral

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Télam

“Francia no tiene ningún interés en estabilizar la situación en Libia, quizás porque tiene que defender intereses petroleros”, acusó hoy el vicepemier italiano y ministro del Interior, Matteo Salvini, en declaraciones al programa Mattino Cinque.

Las acusaciones de Salvini se dan en medio de una nueva tensión entre ambos países luego de que París convocara el lunes a la embajadora italiana por los dichos del otro vicepremier italiano, el ministro de Trabajo y Desarrollo Económico Luigi Di Maio, que había acusado a Francia de “empobrecer a África”.

Di Maio, líder del Movimiento 5 Estrellas, pidió el fin de semana a la Unión Europea que estudie “sanciones” para países que como Francia “empobrecen a África” con el franco CFA, al que caracterizó como una moneda colonial.

Para Di Maio, “en una docena de países africanos Francia imprime una moneda, el franco de las colonias y con esa moneda financia su deuda pública”.

En la actualidad, el franco africano o CFA es la moneda común de 14 países subsahariano: Benin, Burkina Faso, Costa de Marfil, Guinea Bissau, Malí, Níger, Senegal, Togo, Guinea Ecuatorial, Gabón, Camerún, República del Congo, Chad y República Centroafricana; y las Islas Comores.

“Si Francia no contara con las colonias africanas, porque es así que hay que llamarlas, sería la 15 economía más importante del mundo. Hoy está entre las primeras economías gracias a lo que está haciendo en África”, agregó.

Tras las declaraciones de Di Maio, Francia convocó a la embajadora Teresa Castaldo, ex representante diplomática de Roma en Argentina, para pedir explicaciones. La nueva polémica, esta vez llevada a delante por los dos hombres fuertes del gobierno italiano, se da a menos de quince días de que el propio Luigi Di Maio apoyara al movimiento de los chalecos amarillos, provocando fuertes críticas de París.

A través de un mensaje en la red social Facebook, Di Maio explicó que no puede estar en desacuerdo con los reclamos de los franceses: “El pueblo pide el cambio y que sus exigencias sean más escuchadas. No puedo no compartir estos deseos”, afirmó.

Además, Di Maio se quejó de la “hipocresía” del gobierno galo, con el que ha mantenido varios cruces por la política migratoria.

“Está claro que alguna cosa debe cambiar. Por ejemplo, es hora de parar de empobrecer a África con políticas colonialistas, que causan ondas migratorias hacia Europa y que Italia ha tenido varias veces que enfrentar sola”, criticó con fuerza el líder del Cinco Estrellas a inicios de enero.

Las declaraciones de Di Maio llegaron horas después de que la ministra francesa de Asuntos Europeos, Nathalie Loiseau, llamara a Roma a no entrometerse en sus asuntos internos.

“Cada Gobierno tiene como prioridad ocuparse del bienestar y del futuro de sus propios compatriotas, así que pienso que la prioridad del Gobierno italiano es ocuparse del bienestar del pueblo italiano. No estoy segura de que interesarse por los ‘chalecos amarillos’ tenga que ver con el bienestar del pueblo italiano”, afirmó la política al llegar a una reunión de ministros en Bruselas.

A fines de 2018, Francia e Italia habían disputado por la política migratoria en la frontera común y luego de que el presidente francés Emmanuel Macron asociara al gobierno italiano con una “lepra” a combatir.

Con Alemania

La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente de Francia, Emmanuel Macron, pusieron hoy la firma a un nuevo tratado de amistad entre sus países al cumplirse el 56 aniversario de un tratado firmado en la posguerra entre los antiguos enemigos.

El llamado Tratado de Aquisgrán renovará “el fundamento de la cooperación entre nuestros países”, señaló la mandataria alemana durante la ceremonia de la firma en la ciudad de Aquisgrán, en el oeste alemán.

El documento recoge el compromiso de ambos países de impulsar la cooperación en el seno de la Unión Europea y de trabajar en pos de una política conjunta de relaciones exteriores y de seguridad. Berlín y París también proclaman la intención de conseguir una mayor convergencia de sus economías.

El 22 de enero de 1963, el presidente galo Charles de Gaulle y el canciller germano Konrad Adenauer firmaron en el Palacio del Elíseo en París un tratado sobre la celebración de consultas regulares al más alto nivel entre las dos potencias vecinas.

“Reafirmamos la voluntad de enfrentar codo con codo los grandes desafíos del futuro”, destacó Merkel, quien afirmó que la amistad franco-alemana ha echado raíces en ambas sociedades. “La historia dio un giro que para nosotros no podría ser más venturoso”.

Este nuevo acuerdo es necesario en vista del “creciente populismo y nacionalismo”, continuó la mandataria. “Setenta y cuatro años después de la Segunda Guerra Mundial están siendo cuestionadas cosas que hasta ahora eran consideradas obvias”.

Merkel puso especial énfasis en la futura cooperación militar con Francia y el compromiso de asistirse mutuamente en caso de sufrir un ataque.

Macron, por su parte, sostuvo que el amor a la Patria y la integración europea no constituyen una contradicción. “Amamos a nuestras Patrias, pero también amamos a Europa”.

El jefe de Estado de Francia aseguró que la Unión Europea era un proyecto democrático y no el sueño de un nuevo imperio. “Alemania y Francia deben asumir su responsabilidad en este mundo y en esta Europa y señalar el camino”, demandó.

A cuatro meses de las elecciones europeas, el mandatario alertó sobre los riesgos que acechan como la salida del Reino Unido del bloque europeo y el nacionalismo.