No era un “trapito”

Nueva versión del crimen en la esquina de plaza España

Leonardo Pérez quiso evitar el robo de una moto. “Murió como un héroe”, aseguran sus familiares.

Danilo Chiapello

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“Leonardo era un muchacho muy bueno. Siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás. Por eso murió como un héroe”, asegura Liliana, una tía y “mamá postiza” del fallecido, quien apenas puede contener las lágrimas.

Ni bien comienza el diálogo con El Litoral, Liliana quiso aclarar que “Leo” (como lo llamaban sus íntimos) “nunca trabajó como cuidacoches. Él se ganaba la vida haciendo ‘changas’ de albañil. Siempre trabajó por su cuenta”.

Una noche especial

Respecto de aquella fatídica jornada, la mujer recordó que “la noche del sábado, Leonardo la vivió de manera muy especial, porque era el cumpleaños de 15 de su hermanita menor”.

Leonardo participó activamente de ese evento realizado en un salón céntrico, sin imaginar la trampa siniestra que el destino le tenía preparada a la salida de dicha celebración. El drama se desató minutos después de las 6, cuando ya las luces del nuevo día asomaban con fuerza.

Leonardo caminaba con dirección a calle Rivadavia con la intención de tomarse un colectivo, cuando se detuvo a conversar con un amigo en las inmediaciones de plaza España. Pero mientras los jóvenes charlaban, aparecieron en escena dos sujetos, los que intentaron robarse una moto.

Leonardo no pudo contenerse y trató de evitar el robo, sin saber que en esa decisión se le iba a ir la vida.

Puntazo letal

Uno de los delincuentes sacó a relucir un cuchillo y le asestó una puñalada en el pecho a Leonardo, ocasionándole una herida que a la postre resultaría letal.

Ya herido de muerte, Leonardo caminó unos pocos pasos hasta que se derrumbó en medio de la intersección de San Luis y Crespo, mientras los criminales se daban a la fuga.

Por fortuna, los ocasionales testigos rápidamente dieron cuenta de lo acontecido al 911, lo que posibilitó que rápidamente la policía llegara al lugar e iniciara las investigaciones de rigor.

El resultado de ese trabajo permitió que, no muy lejos del lugar donde se produjo la agresión, se localizara a dos individuos, los que fueron detenidos y señalados como principales sospechosos del crimen.

Dolor enorme

En este sentido, Liliana sostuvo que “quienes hicieron esto (por el crimen) no saben el dolor que han causado. Aquí han quedado varias familias destrozadas.

Leo era el papá de un niño de 10 años, quien no encuentra consuelo. De todos modos, sabe que su padre murió como un héroe. Lo único que ahora esperamos es que se haga justicia”, culminó.