Diálogo con Omar Perotti

“Santa Fe tiene que despertar”

El senador y precandidato a gobernador pone eje en la necesidad de defender a los sectores productivos y mejorar las políticas de seguridad. “La gente no puede estar prisionera entre rejas en su casa”, afirmó.

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Para Perotti, las pérdidas que producen las inundaciones son diez veces superiores a los costos de las obras que se necesitan para mitigar riesgos. Foto: Pablo Aguirre

 

Mario Cáffaro

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El senador Omar Perotti caminó nuevamente la provincia durante el tórrido y lluvioso enero, reuniéndose con entidades, vecinos, participando en fiestas populares. Su objetivo es llegar a la Casa Gris en las elecciones de este año.

—¿Cómo hacer frente a estas situaciones de cambio climático que generaron inundaciones en el norte por lluvias e ingreso de aguas de otras provincias?

—Asumiendo que Santa Fe tiene algo que ver en este tema. Ni la culpa es de las provincias vecinas ni la culpa total es del cambio climático. Hay responsabilidades concretas de la acción o inacción del gobierno. El gobierno ha ido muy detrás de los acontecimientos, no ha tenido visión integral del manejo del agua, una acción con las provincias vecinas que requiere de acuerdos cuando realizan otras y las tres provincias han realizado obras. Chaco, Santiago y Córdoba han sido prolíficas en el desarrollo de obras porque han sumado más hectáreas a la agricultura, han resguardado con obras esos nuevos cultivos desplazando al monte o ampliando superficies sembradas lo que va a impactar aguas abajo y Santa Fe está aguas abajo. Uno supone que la provincia es controladora del cumplimiento de los acuerdos interprovinciales. Sabemos que aguas abajo tenemos que hacer obras y entender que el proceso de obras no se desata en la inmediatez o en el momento que estamos inundados. Esa obra no es la más pensada, la más planificada, la que va a resolver el problema; es la que afloja la tensión y calma a algunos. Hay mucho de esto en todos estos años. No terminamos de entender que en Santa Fe el gobierno tiene que acompañar la generación de riqueza. No solamente para que haya más sino también para no perder. No hay una mirada que resguarde la generación de riqueza en esa zona, las actividades productivas. Le doy ejemplos: 2016 inundaciones en la cuenca lechera con eje en el departamento Castellanos con gobiernos provincial y nacional iniciando sus actividades, con funcionarios yendo a la zona, etc, planteo de emergencia, desastre, colaboración, etc. Estimaciones de pérdida: 3 mil millones. 2017, verano, nuevas inundaciones. Recuerdo declaraciones del gobernador (Miguel Lifschitz) diciendo ‘me habían dicho que iba a ser un verano seco’, era el momento de avanzar en obras y no se lo hizo. Estimativo de 2.800 millones en pérdidas. 5.800 millones de pérdidas en dos años, la ejecución de las obras eran el 10% de ese monto. No tenemos enfoque de las obras a realizar para resguardar riqueza que necesitamos todos porque en ella están los recursos para la educación, seguridad, salud que utilizamos en toda la provincia. Hoy está obsoleto el mecanismo de emergencia y desastre si no va acompañado de un fondo para recuperar la infraestructura dañada y permitirle al productor retomar sus actividades, volver a sembrar o reponer planteles de pequeños animales o animales dañados.

A esta altura, Santa Fe -ante la no acción del gobierno nacional en tener un seguro integral para estos fenómenos- debería haber puesto en marcha uno propio; haberle dedicado el tiempo suficiente para abordar de manera distinta el fenómeno climático. Santa Fe tiene una dimensión de país y tiene capacidad y empresas santafesinas de seguros que son líderes en este tema como para haberlo expandido o al menos tener un módulo estándar para permitir que ese productor tenga las semillas y los costos para volver a sembrar y retomar la actividad o reponer sus animales; para no perder arraigo, abandonar la actividad por desánimo, otro intangible que no se mide en las pérdidas.

La mirada debe ser distinta. Tenemos un cambio climático que vino para quedarse, provincias vecinas que incorporaron superficies agrícolas, realizaron obras y hoy el planteo del manejo de agua en las cuencas debe tener un claro resguardo de los distintos períodos y en especial el norte que alterna sequías e inundaciones. El mantenimiento de agua en la zona, el resguardo de agua también es necesario para resguardar el suelo. Tenemos una región con potencial enorme. Desde San Justo hacia abajo vive el 80% de la población, pero el norte tiene potencial de riqueza y tenemos que acompañarlo para que tenga previsibilidad de producción. Con obras que en algunos casos serán atenuantes, en otros para mitigar porque tampoco se puede ir a riesgo cero, pero no en la dimensión de lo que tenemos. Había visitado la zona algunos días en diciembre y los productores decían lo que iba a pasar. No ha habido voluntad de acompañar con obras a esas zonas porque no hay un entendimiento del proceso productivo y de lo que significa la generación de riqueza.

—Marcó la crisis del departamento Castellanos. Después de eso, Santa Fe acordó obras con Córdoba pero no con Santiago del Estero y Chaco

—Esas provincias comenzaron a hacer obras y tomaron a Santa Fe dormida, con la guardia baja, o con subestimación de problemas. Hoy, la dimensión del agua que cruza por Santa Fe involucra a provincias vecinas, es una cuestión interprovincial y de neto corte federal. Involucrar a la Nación con este tipo de obras es fundamental. Santa Fe tiene que tener una actitud más enérgica, más protagonista porque perdemos mucho; ponemos en riesgo el esfuerzo de productores y el desafío es resguardar a la producción. La tecnología ha dotado de estudios, de simulaciones, de analizar las cuencas como nunca se tuvo. Hubo grandes esfuerzos de técnicos de la provincia en el estudio de cada una de las cuencas, análisis geográficos que no tienen nada que ver con los límites de un departamento. Tomar el manejo integral del tema hídrico es cuestión estratégica porque afecta la generación de riquezas, afecta a la población. Muchos funcionarios que miran no invertir tanto dinero donde vive tan poca gente. Hay que comparar con la riqueza que se genera, no con la población que tenemos porque tal vez la población escasa es fruto de la no existencia de obras y de comunicaciones adecuadas.

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Paso y propuestas

Perotti será precandidato a gobernador en las Paso de abril y aclara que “unidad no significa lista única. Unidad significa poder expresar un compromiso común después de una Paso hacia el electorado. La unidad principal es con los santafesinos, no hay un discurso hacia adentro y otro hacia afuera. La realidad política nos lleva a hablarle a todos los santafesinos. La Paso será una primera instancia de diálogo con los santafesinos a través de las propuestas con nuestra impronta, nuestra pertenencia de dónde venimos. Santa Fe tiene que despertar, tiene que asumir un protagonismo diferente. Somos diferentes a otras provincias, debemos expresarlo. Tenemos un potencial que necesariamente nos lleva a ser parte fuerte en las discusiones nacionales en defensa de nuestras cosas, de la capacidad de nuestra gente en el sector agropecuario, industrial, universidades, sector científico tecnológico, educadores, en la estructura solidaria y en cómo enfrentar procesos de crisis. Somos una provincia forjada con el esfuerzo de los inmigrantes. Tenemos que resguardar una historia federal, de defensa ante el poder centralizado y hoy estamos frente a un poder central fuerte que expresa su centralismo hasta en el desconocimiento de las actividades propias del interior. La provincia ha estado anestesiada, adormecida. Esto no significa solamente un gobernador que asuma un protagonismo distinto, sino un gobernador que convoque al protagonismo de los santafesinos y hay gente que excede la pertenencia o no ha tenido participación política y son imprescindibles en la próxima etapa”.

El senador rafaelino entiende que “ningún partido puede plantearse tener la respuesta para todos, hay distintas temáticas, de organización, de vinculación que la sociedad tiene, que hay que saber interpretar y conducir hacia una provincia distinta”. Está convencido de que la nueva política no tiene nada que ver con lo que pasó.

“Gobernar Santa Fe será un desafío nuevo, hay que enfrentar realidades nuevas con acciones nuevas. No es cuestión de ser un poco más prolijos de los que están. Hay que ser austeros, buenos administradores, generar previsibilidad, descentralizar y tener como protagonistas a cada pueblo y cada ciudad. Los recursos cerca de la gente. El control social los hace rendir más y los hará sentir parte de una estrategia santafesina común. Aspiro a eso y que cada entidad sea vocera de las realidades santafesinas en todos los ámbitos, que se discuta en instancias nacionales. La provincia es el 20 % de las exportaciones y no puede estar ajena a ninguna discusión sobre comercio exterior; una provincia con potencia y diversidad industrial no puede estar ajena a ninguna acción que resguarda nuestra industria y el trabajo, que observa los productos importados que ingresan, muchos de ellos innecesarios”.

El otro gran desafío que se plantea es la seguridad. “Necesitamos tener una provincia más segura, que nos permita que el santafesino sienta deseos de salir de su casa para trabajar, de montar sus inversiones aquí, de organizar su vida familiar con tranquilidad. La defensa de la familia santafesina en el deseo de vivir en paz, como elemento que acompañe a la producción y el trabajo. La gente no puede ser la prisionera que vive tras las rejas, encerrada, el comerciante enrejado. Esta no es la Santa Fe que queremos, es la que hay que cambiar . Hay que ir a una Santa Fe más segura”.